Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...
- 01/09/2008 02:00
Gran cantidad de comensales se desplazaban a lo largo de los puestecitos de venta para adquirir frutas, verduras y hortalizas de reciente cosecha, las cuales eran ofrecidas en su estado natural a precios realmente muy bajos para beneficio de las clases populares.
Racimos de plátanos del Darién, Chiriquí y Bocas del Toro, ñame, yuca, el recao verde, perejil, tomates, papas, guineos, papayas, piñas, mangos, y tantos productos propios de nuestra fértil tierra panameña, se conjugaban con sus coloridos matices resultando todo un atractivo para los compradores.
Inimaginables bienes, terminados en su mayoría, de segunda o de poco uso, se negociaban además en los sinnúmeros de casetas edificadas de latón, madera y zinc que se ubicaban a lo largo de las aceras del malecón y de los vetustos edificios de principios de siglo.
Encontrar un artículo en particular no era tarea fácil, sus mesas se mostraban rebosantes de “chécheres” que iban desde lo más inverosímil a lo común, por lo que obligaba repasarlas aunque muy rápidamente con la mirada, buscando y a la vez curioseando tanto detalle inusual que solo en este lugar, alguien podría encontrar sin problema alguno
Aquí, por ejemplo, podía conseguirse la semilla llamada “ojo de venado”, amuleto muy popular en Latinoamérica, usado para la suerte y contra el llamado “Mal de Ojo”, que al igual que grandes cantidades de plantas medicinales eran traídas desde caseríos, ubicados en las zonas montañosas de diferentes regiones del país.