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Jeffrey Fajardo: 'La solución óptima sería que el Gobierno ucraniano acuerde con Rusia el reconocimiento del Donbás como territorio independiente'
- 06/03/2022 00:00
- 06/03/2022 00:00
La guerra provocada por la invasión rusa a Ucrania se recrudece. Cientos de civiles han perdido la vida. Los rusos también han sufrido bajas, muestran debilidades logísticas que dilatan la toma de Kiev, la capital ucraniana. Uno de los objetivos para doblegar al gobierno de Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, y obligarlo a ceder la región del Donbás, el corazón del conflicto. La zona fue reconocida por Vladimir Putin, presidente de Rusia, como un territorio separatista de Ucrania. Desde 2014 se registra una guerra de baja intensidad entre los separatistas respaldados por Rusia y las fuerzas ucranianas que ha dejado más de 14,000 muertos. Para el profesor de historia del mundo y relaciones internacionales, líder gremial colombiano Jeffrey Fajardo, la vía más rápida para alcanzar la paz es permitir a esta región su derecho a decidir a qué país quiere pertenecer. El riesgo es que este acuerdo llegue muy tarde, cuando los rusos hayan dominado la mayor parte de Ucrania, y entonces no solo el Donbás sea la única zona en debate.
Creo que hay dos opciones para leer la situación. Si uno leyera la situación como intento de invasión de todo Ucrania por parte de Rusia, uno pudiera leer la frustración que tuvieron algunos soldados de no haberse dado la situación y la contundencia que esperaban. Esta es una forma de leer en la cual se esperaría una invasión plena. Pero si lo que está sucediendo es que Putin para doblegar a las fuerzas ucranianas lo que busca es provocar, o forzar un proceso de negociación, fruto del cual termine dando un reconocimiento a las regiones del Donbás y se permita a esas regiones anexarse a Rusia, la lectura es diferente porque en este caso la avanzada rusa estaría siendo tremendamente eficiente en ese sentido. Al doblegar las tropas, sin tomarse completamente el país, para poder forzar a dimitir al gobierno o al menos a sentirse tan contra la pared, que en las negociaciones que iniciaron en Bielorrusia se hiciera este reconocimiento. Esta es la causa estructural de lo que hemos estado viendo, pero que se sitúa mucho antes, en el año 2014 cuando Crimea se anexó a Rusia.
Yo creo que eso depende de la contundencia que veamos en los enfrentamientos. Si se llega a dar una toma de Kiev plena, que estamos hablando de que hay imágenes satelitales que dan cuenta de un convoy de más de 60 kilómetros acercándose a la ciudad, si llegara a haber una contundencia suficiente, probablemente las aspiraciones de Putin serían al menos el Donbás. Más allá de ello, por ahora no ha habido declaraciones del Gobierno ruso que se pretenda algo más. Sin embargo, estamos ante un momento histórico que está en construcción y podemos esperar cosas nuevas impensables porque la historia se reconstruye de los hechos ya sucedidos, pero en la práctica es impredecible lo que va a suceder.
Sin duda la violencia ha sido la parte de la historia mediante la cual tristemente se ha dado la construcción de la humanidad. Pero, digamos que en principio la reclamación de territorios prorrusos había tenido cierta espera, en ese sentido desde el año 2014 cuando triunfa el plebiscito en Crimea para separarse de Ucrania y formar parte de Rusia, condujo a reclamaciones de los habitantes prorrusos en los territorios del Donbás para que sucediera lo mismo para ellos, que a través de una votación de plebiscito se les permitiera una anexión, y de ahí la posición por parte de occidente se recrudeció. Occidente nunca reconoció el plebiscito en Crimea y no estaba dispuesto a que se diera un siguiente plebiscito en estas regiones del Donbás. Por ende, ya había habido cierta espera desde 2014 hasta la semana pasada, también de avances importantes por parte de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) que fue permitiendo el ingreso de países que al final resultan cercando como una media luna el territorio ruso y bielorruso.
Si bien esto tiene que ver con la integridad de un territorio de un Estado o nación, creo que la situación óptima, vista desde el punto de vista de relaciones internacionales, aunque por supuesto que los ucranianos podrían edificar esa posición, pero para mí la solución óptima sería que el Gobierno ucraniano al sentarse con el Gobierno ruso acuerde el reconocimiento del Donbás como territorio independiente. Ya lo que sigue en adelante si el Donbás se anexa a Rusia sería en otro momento, lo que pasó en Crimea. Te diría que ese es el acuerdo más rápido para la solución del conflicto.
Yo no creo que haya ánimos ahora, los ánimos se van a acrecentar en la medida en que vaya habiendo más presiones militares. Pero la historia nos ha enseñado que hay posibilidades. Yo no me atrevería a predecir nada. En algunos casos algunos mandatarios terminan suicidándose ante la presión, puede suceder eso, solo es una posibilidad. O una dimisión en la que Zelensky se vaya al exilio y desde ahí dimita. En ese caso lo que continuaría sería un gobierno interino militar que al verse acorralado por las fuerzas rusas termine aceptando lo que el presidente depuesto no habría aceptado. Lo ideal es que el mismo presidente acepte lo que no había querido reconocer desde 2014 hasta la fecha. Ahí también ha habido unos ataques en todos estos años de fuerzas ucranianas en el Donbás.
Eso es lo más probable, pero está por verse. En la medida en que pasa el tiempo, que aquí es muy importante el tiempo, cada día que pasa hay riesgos de muertes de vidas civiles, pero también es importante en el sentido de que ojalá se llegue rápido a una negociación y no se extienda el conflicto tanto que realmente Rusia tenga una posesión total del territorio ucraniano y no se conforme con el Donbás, y diga que quiere ampliar una federación rusa incluyendo el territorio ucraniano.
Exactamente. Por eso lo ideal es que se llegue a un acuerdo lo más rápido posible para que a las regiones que se han declarado prorrusas se les permita ese principio de determinación de los pueblos y puedan anexarse, si ese es su deseo, a Rusia y que haya un acuerdo de paz en el que ambas partes reconozcan ese nuevo límite para que la parte ucraniana que es prooccidental quede separada de la parte ruso parlante y resulte anexándose a Rusia. La visión territorial, en general, es una racionalidad triste de los Estados, porque fíjate revela una obsesión derivada de 1648 en la que tristemente nos convencimos los seres humanos de que la defensa del territorio era una razón suficiente para matarnos entre nosotros. En 1648 dejamos de enfrentarnos en Europa por guerras religiosas entre protestantes y católicos y pasamos a algo peor, que es por el territorio. Sin reconocer que todos somos iguales, pero que tenemos el derecho a coexistir pacíficamente, independientemente de la ley constitucional de cada uno.
Yo creo que sí. Evidentemente no es fácil porque el papel de un líder de Estado es mantener la integridad de su territorio. Pero en el fondo hay una discusión de la que poco se habla y es absolutamente relevante y es la dicotomía que existe entre el concepto de la nación y el concepto de Estado nación. En este caso Ucrania es un concepto Estado nación, en el que confluyen nacionalidades, o condiciones de origen nacional diferentes al este y al oeste del río Dniéper. Al este la población era más propia de la Rusia y al oeste la parte de los ucranianos se pudo diferenciar de esos orígenes rusos propiamente. Por supuesto que la historia de esos 70 años de la Unión Soviética los hizo confluir a todos en una zona de acción nacionalista, pero los rasgos de la pluri-socialista ucraniana se mantuvieron principalmente en la parte más cercana a Europa. Ese origen, en general toda la historia de construcción de Rusia que se origina en Kiev, es algo que vale la pena analizar porque en este sentido estamos hablando de un país, dos naciones. Si hubiera algo exitoso en el mundo contemporáneo es el darle solución a esos grupos nacionalistas que quieran tener proyectos independientes o que quieran anexarse a territorios con los que sienten afinidad o se sientan identificados.
Creo que el sistema mundial sigue teniendo varias debilidades. El primero de esos puntos de debilidades estratégicas es la creación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que en la inmensa mayoría de los casos ha sido inoperante cuando se ha requerido la intervención de las Naciones Unidas en otras partes del mundo. Los cinco miembros del Consejo de Seguridad que tienen carácter permanente, tienen poder de veto y estamos hablando de Rusia, China, Inglaterra, Francia y Estados Unidos. En ese sentido existe una gran debilidad porque se había concebido como un sistema de pesos y contra pesos para evitar invasiones entre los miembros de las Naciones Unidas. Pero cada vez que se convoca al Consejo de Seguridad para plantear los ataques de Palestina a Israel y viceversa, o con lo que pasó con Kosovo, Cachemira, Naciones Unidas ha quedado limitada precisamente porque existen dos visiones del mundo. En este caso la visión de Estados Unidos, la de Rusia y la de China. Tres miembros permanentes. En ese lado hay grandes limitaciones para que se pueda pasar del simbolismo, que es muy importante que la comunidad internacional deplore la muerte de civiles en cualquier parte del mundo, por el lado de la OTAN, Ucrania no es miembro y no es la primera vez que, en la historia, tristemente, un país invadido queda solo resistiendo. Recordemos que, en septiembre de 1939, Polonia fue invadida por la Alemania nazi, lo que condujo después a la Segunda Guerra Mundial.
Sin duda. Creo que el principal temor está relacionado con la posibilidad de que esto detone en un enfrentamiento de carácter nuclear que pondría en riesgo no solo a toda Europa, sino a la humanidad, a la vida en el planeta. La capacidad atómica que ha logrado la humanidad, tristemente hoy podría acabar con la vida en el planeta. En ese sentido creo que Europa es lo que está evitando. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló ante el Congreso de su país que no iba a poner efectivos estadounidenses para la defensa propiamente del territorio ucraniano, pero que sí, probablemente, estaban encendidas todas las alarmas para activar cualquier reacción por parte de la OTAN por si alguno de sus miembros estaba en peligro inminente o ya había sido atacada.
Es una pregunta muy profunda. Digamos que soy un convencido de que la vida de cualquier ser humano en el planeta es valiosa, no más ni menos, igualmente valiosa. En este sentido, cuando se han dado en la historia los cálculos de los movimientos que se dan al final, Europa estaría tomando una decisión racional en el sentido de evitar la muerte de sus propios ciudadanos por un posible conflicto de carácter nuclear. Seguramente Europa quedaría muy sorprendida de una muerte muy dolorosa de un mandatario, pero estaría tomando una decisión racional en el sentido de no afectar la vida de sus ciudadanos.
Sin duda en las últimas semanas Putin ha dado un giro sorprendente de su política exterior. Normalmente Rusia había tomado un papel de evitar invasiones en otros territorios. De hecho, todo el juego que fungió Rusia en cuanto al enfrentamiento para acabar con el Estado Islámico en Siria y esa dicotomía que había entre el Estado Islámico y el gobierno de Bashar al-Assad es uno de esos grandes ejemplos en los que Rusia jugó un papel fundamental y ser efectivo en el control del riesgo sin que se pasara de una invasión plena de parte de un país a otro. En este caso hubo un giro importante. Estamos viendo una invasión sorprendente que tiene como propósito doblegar al ejército ucraniano y forzarlo a aceptar la separación del Donbás. Se ha dado un cambio de posición de lo que ha sido la política exterior rusa y está teniendo repercusiones internacionales para Putin, como figura de la historia en la humanidad.