Se acabó la fiesta

Actualizado
  • 17/08/2009 02:00
Creado
  • 17/08/2009 02:00
PANAMÁ. Las heridas que dejaron los resultados electorales del mes de mayo en el Partido Revolucionario Democrático(PRD), están lejos d...

PANAMÁ. Las heridas que dejaron los resultados electorales del mes de mayo en el Partido Revolucionario Democrático(PRD), están lejos de sanar. El colectivo político más grande del país enfrenta su prueba de fuego. Sus más importantes líderes se han declarado la guerra abiertamente. Dos ex presidentes pelean en una lucha sin cuartel con un objetivo común: el control del partido.

Ernesto “Toro” Pérez Balladares y Martín Torrijos se pelean el dominio del colectivo en los medios de comunicación utilizando como armas casos de corrupción que ambos conocían hace tiempo y que ocultaron a la opinión pública. Recién ahora salen a la luz, pero no buscando transparentar las cosas sino solamente hacerse daño.

Por un lado, acusaciones contra Pérez Balladares por supuestos actos de corrupción en las concesiones de casinos que otorgó durante su administración. Del otro, las declaraciones de Carlos “Tito” Afú donde se revela la participación directa de Martín Torrijos, actual secretario general del PRD, en los sobornos que se dieron en la Asamblea a cambio de la aprobación del CEMIS y la ratificación de dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

El descontento de las bases es evidente. Lo que Juan Carlos Navarro llamaba "un colectivo roncón, como lo quería Omar" se ha convertido en otra cosa: en un todos contra todos. El PRD, hay que decirlo, se encuentra al borde de la ruptura.

GUERRA DIGITAL

Con una membresía de más de medio millón de adherentes, el gigante político del PRD parece hacerse más pequeño por las discusiones que han sido la constantes desde que el colectivo político perdió las elecciones ante la alianza opositora. Incluso los grupos que apoyan al “Toro” o a Torrijos, iniciaron su propia pelea en la web. En los salones de chat, blogs, facebook, cadenas de correos electrónicos, cualquier lugar es bueno para dejar por sentado sus posiciones.

En Facebook, en la página del Martillo PRD, un blog opuesto a la corriente de Torrijos, son constantes los comentarios. “Fuera Nito CEMIS. Balbina y Martín, por decencia renuncien al CEN”. Los del otro bando intentan calmar los ánimos y aplican el dicho de que “los trapos sucios se lavan en casa”. “¡Resolvamos nuestros asuntos callados! ya está bueno que el partido siga siendo la comidilla de los medios de comunicación”, recomienda un miembro del PRD.

Mientras tanto el partido que fundó hace 31 años el general Omar Torrijos poco a poco se desangra. En menos de tres meses han renunciado cerca de 20 mil de sus miembros.

A TODO O NADA

Para Carlos Duque Jaén, presidente vitalicio del PRD “indudablemente el partido está atravesando por una situación delicada, teniendo a dos de sus líderes más importantes librando una guerra mediática.”

Duque Jaén, quien fuera candidato a la Presidencia de la República en 1989, manifestó que ambos casos, el del “Toro” y el de Martín, son totalmente diferentes. “El Toro ha demostrado que hizo todo dentro del marco de la ley, actuó en derecho, y en cumplimiento de sus facultades como presidente”.

Sin embargo, añade, el caso de Martín Torrijos, es un tema en “tinieblas”, y espera que el Ministerio Público inicie las investigaciones lo más rápido posible.

“Este es un caso que ha dejado estimagtizado al PRD, nunca estuve de acuerdo con que se cerrara, confío en que las autoridades investiguen y se castigue a los culpables”, finaliza.

Renato Pereira aduce que la situación es aún más compleja si se mira según las necesidades nacionales. Asegura que para la democracia panameña no es conveniente una división en la oposición. “El país se queda sin uno de sus brazos más importantes, y eso es un peligro para un Estado democrático”, dijo Pereira.

Indicó que en esta “aparente guerra a muerte” entre Martín Torrijos y el Toro, el que queda mal parado al final es el mismo partido. “Esta situación pone la moral de las bases del PRD por el suelo. Será muy difícil remontar la corriente ideológica del partido”.

En ese sentido, el sociólogo Marcos Gandásegui afirma que tanto Torrijos como Pérez Balladares son líderes distintos dentro del PRD. “El Toro es un líder más racional, es el que le permite a la gente medir sus posibilidades de manera "objetiva" y tomar decisiones de acuerdo con ello. Torrijos en cambio es más carismático, partiendo del hecho de ser el hijo de Omar Torrijos”.

Sin embargo, recalcó que ninguno de los dos son indispensables para el PRD. “Toda crisis se caracteriza porque aún los actores viejos no han sido desplazados y todavía no aparecen los nuevos. De repente el “Toro” y Martín desaparecen del escenario y son reemplazados por otros”, agregó Gandásegui, quien incluso comenta la posibilidad que el partido desaparezca. “Pudiera suceder que hay un cambio de escenario y desaparece el PRD y surge un movimiento hegemónico nuevo, con nuevos estilos de liderazgo y un programa renovador”, dijo Gandásegui, asegurando que esta última opción “parece ser lo que el pueblo anhela”.

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