¿Congelan partidas al panameñismo?

PANAMÁ.. Un nuevo escollo que añade ‘sal en la herida’ por la crisis entre los oficialistas del partido Panameñista y Cambio Democrático (CD) ha surgido a relucir esta semana.

Diputados del panameñismo se quejan en secreto de que las partidas asignadas en los diversos ministerios para ejecutar en sus respectivos circuitos electorales han sido congeladas.

Se trata de las partidas correspondientes al segundo trimestre del año fiscal en curso. Sólo se están ejecutando las de los diputados del CD, informaron a La Estrella los panameñistas que ven la acción como un nuevo elemento de presión.

En tanto, sigue tomando fuerza la candidatura de Héctor Aparicio, diputado de Soná, la tierra del presidente Ricardo Martinelli, como aspirante por el CD a la presidencia de la Asamblea Nacional.

Se informó a La Estrella que el presidente, Martinelli, avaló la candidatura.

PRD MIRA DESDE LA BARRERA

Mientras, los estrategas del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) han recomendado a sus diputados y voceros mantener la lengua en el congelador y ver los toros desde la barrera.

‘Divide y vencerás’ reza la vieja máxima a la cual están apelando los estrategas perredistas como opción para lograr su recuperación después de dos años contra la pared.

La estrategia sería dejar que la disputa entre los aliados siga tomando cuerpo y que llegue hasta los extremos para entonces dar el banderillazo final y apoyar a quien tenga más opción en la candidatura para presidir la Asamblea. A cambio sólo pedirían que se deje abierta la posibilidad de realizar las elecciones primarias en el 2012, mantener el subsidio electoral y aprobar la paridad de postulación para las mujeres en las reformas electorales, informó una fuente de CEN del PRD.

Ante las solicitudes, se decidió dejar pendiente la discusión de las reformas electorales.

El jefe de la bancada legislativa del PRD, Denis Arce, recordó ayer que en política ‘todo es posible’.

Sin embargo, hay quienes recomiendan cautela, ante el temor que se pueda repetir la experiencia que se vivió en el año 2002 con el Pacto Meta. En aquella ocasión, el Ejecutivo cerró el grifo y congeló los recursos a la Asamblea y los obligó a ceder.