Mulino no se irá y tampoco denunciará amenaza golpista

Actualizado
  • 15/03/2012 01:00
Creado
  • 15/03/2012 01:00
PANAMÁ. José Raúl Mulino encontró ayer un nuevo significado a la frase renuncia irrevocable: ‘he decidido mantenerme en el cargo’, anunc...

PANAMÁ. José Raúl Mulino encontró ayer un nuevo significado a la frase renuncia irrevocable: ‘he decidido mantenerme en el cargo’, anunció cinco días después de asegurar con ímpetu al presidente Ricardo Martinelli que hasta el 15 de marzo (hoy) sería más su ministro de Seguridad Pública. Y que para eso no había marcha atrás.

Es que para Mulino pesó más lo que ‘todos’ pensaron sobre su decisión que el significado que la Real Academia de la Lengua le confiere al adjetivo irrevocable (que no se puede revocar).

‘Mi renuncia cumplió un cometido de gran magnitud, a mi juicio (...) pero mis conversaciones con Martinelli, la enorme cantidad de mensajes de amigos y hasta adversarios políticos, las voces de representantes de corregimiento, alcaldes, diputados y del monseñor Pedro Hernández, hacen que llegue a esta decisión’, aseguró.

—¿Y Estados Unidos tuvo que ver en su decisión?—, preguntaron periodistas.

—Yo soy ministro de Seguridad de la República de Panamá—, contestó aireado.

Pero, conocida su renuncia el viernes pasado, sectores de la sociedad civil la aplaudieron y criticaron que antes de irse no destituyera a Gustavo Pérez, el jefe de la Policía que se le sublevó e hizo que Martinelli echara abajo su proyecto sobre la centralización de la justicia disciplinaria a los estamentos de seguridad.

Y a pesar de que subalternos de Pérez fueron a su oficina y le amenazaron con dar un golpe de Estado si no cedía a bajar la propuesta, dejó ver que no presentará denuncia alguna. (Ver nota relacionada)

Por ello, dijo Mulino, ‘sentí que fue el momento de imponer con mi acción un acto serio al rumbo posible de instituciones de seguridad’.

¿QUÉ GANA Y QUÉ PIERDE?

Las condiciones con las que Mulino regresaría al poder son desconocidas. Ni en su discurso ni en el interrogatorio que le hicieron los medios se refirió a ellos.

Pero los sectores sí están claros de qué hay detrás de las contradicciones del ministro que aseguró en diciembre pasado no ser ‘un hombre de renuncias’.

Para el dirigente del Partido Popular Milton Henríquez, Mulino —el titular con la calificación popular más negativa— ‘desaprovechó su oportunidad de salir con decoro de su pésima gestión’. ‘¿Qué seguridad le puede dar al país un ministro sin palabra?’.

Su opinión encontró eco. El presidente del opositor Partido Revolucionario Democrático, Francisco Sánchez Cárdenas, había visto en su salida una ‘tranquilidad ciudadana porque un ministro sentía la importancia de la institucionalidad del país’. ‘Me equivoqué... ha hecho un ridículo y debería irse’, insistió.

Pero el exprocurador Rogelio Cruz cree que el ridículo sería evidente si el proyecto que generó su renuncia no llegara a la Asamblea. ‘Quedaría muy mal’.

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