Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
- 14/08/2011 02:00
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Inaugurado el 15 de agosto de 1914, este año el Canal de Panamá cumple 97 años y lo hace en medio de la ejecución del proyecto más importante en su historia. Su ampliación, estimada en más de $5 mil millones, tiene como fin aumentar significativamente su capacidad, que deberá ser inaugurada en tres años. Ello coincidirá con el centenario de su existencia como una de las vías acuáticas más importantes para el comercio mundial.
EL CANAL EN MANOS PANAMEÑAS
Igualmente, el 31 de diciembre del año en curso el Canal alcanzará 12 años de haber revertido a nuestra nación, cumpliendo su misión impulsadora del progreso, desarrollo y crecimiento del país. Han sido doce años de éxito rotundo, de acuerdo con los resultados alcanzados. Este éxito está fundamentado en decisiones oportunas y certeras tomadas por la conjunción de fuerzas vivas del país, que empinándose por encima de intereses mezquinos acordaron, en la mitad de la última década del siglo XX, crear el título XIV de la Constitución Nacional a fin de establecer las bases para una administración eficiente y rentable, asentada sobre criterios de mérito, estabilidad, planificación ordenada y buenas prácticas de negocio.
Nuestro país, en esos momentos, a pocos años de haber emergido de uno de los más agudos traumas políticos de nuestra historia, dio muestra que podía hacer bien las cosas y que el éxito en el manejo de nuestro Canal era muy importante para ponerlo en riesgo. De tal forma que el título XIV de la Carta Magna y la Ley 19 de 11 de junio de 1997, Orgánica de la Autoridad del Canal, han permitido al Canal convertirse en la empresa emblemática de la Nación Panameña, para orgullo y satisfacción de todos nosotros. La Administración del Canal ha sabido utilizar este marco legal para lograr una gestión que ha excedido todas las expectativas existentes desde el último día del año 1999, fecha en que el Canal revirtió a nuestro país. Figuras relevantes de los Estados Unidos como el General Colin Powell, Secretario de Estado del Presidente George W. Bush, han reconocido que Panamá administra el Canal mejor que su propio y muy poderoso país.
Una parte importante de este logro es la rentabilidad que ha alcanzado el Canal en manos panameñas. Por ejemplo, en el año 2000, último bajo administración norteamericana, la vía acuática logró ingresos por peajes que ascendieron a $574 millones y entregó a la nación aproximadamente $175 millones, mientras que para el AF 2012 que inicia este 1 de octubre, el Canal estima que tendrá ingresos por peaje de más del triple de lo logrado hace 12 años.
TRIBUTO A LOS CONSTRUCTORES DEL CANAL
En medio de la celebración de aniversario y frente a la futura inauguración del Canal Ampliado, es importante hacer un alto para recordar a las personas que hace un siglo llegaron de diferentes partes del mundo, para participar en los trabajos de construcción de Canal, y que con su presencia y contribuciones fueron confiriéndole al país su carácter multiétnico y pluricultural que hoy nos identifica como nación.
En su libro ‘el autor británico Mathew Parker sostiene que la construcción del Canal es uno de los acontecimientos humanos más grandes de todos los tiempos. Nos confirma, al igual que otros historiadores, la participación de trabajadores de las Antillas, Estados Unidos de América, España, Italia, Colombia, Panamá y Costa Rica, entre otros.
Personalidades extraordinarias como el doctor William Crawford Gorgas, utilizando metodología ideada en las postrimerías del siglo XIX por el médico cubano Carlos Findlay y ensayada por el doctor estadounidense Walter Reed durante la guerra hispano americana al final de ese siglo, revolucionaron positivamente la sanidad no solamente en la Zona del Canal, sino también en las ciudades terminales de Panamá y Colón, erradicando la fiebre amarilla y estableciendo las bases de una población robusta, con mayor capacidad para contribuir al desarrollo del país.
Sin embargo, existe consenso que el grupo humano que aportó más trabajo y puso más vidas en riesgo para la construcción del Canal fueron los inmigrantes antillanos. La evidencia de esa contribución se encuentra de forma reiterada en los estudios serios, hechos por múltiples historiadores, pero quizás la evidencia más elocuente de las contribuciones se encuentra en la obra El Canal y sus Vidas, del Dr. Gil Alberto Sánchez, patólogo en el hospital Gorgas durante 25 años, quien examinó los registros de 4,155 autopsias que detallan las causas de muerte de los excavadores del Canal durante los diez años de construcción del mismo (1904-1914).
El Dr. Sánchez nos revela que, para ese periodo murieron aproximadamente 6,630 personas. ¿Pero quiénes eran estos muertos? Según esta obra, ‘Los hombres de ébano no solo constituyeron el mayor grupo étnico de los trabajadores del canal; les honra también el hecho de haber contribuido con el mayor número de vidas (80% de las muertes…)’.
En otro capítulo el autor nos dice: ‘La saga del negro afroantillano es la del héroe anónimo que merece el mayor reconocimiento, no solo como fuerza laboral, sino por su posterior integración a la ciudadanía panameña. Sus méritos datan de la construcción del primer ferrocarril transístmico (1820-1855) y del periodo de la construcción francesa del canal (1881-1889)’. El Dr. Sánchez indica que el típico emigrante de las Antillas era un negro joven entre los 20 y 35 años de edad, es decir, similar a los soldados que luchan y mueren en las guerras.
En cierta forma la Construcción del Canal fue una guerra, cuya victoria se logró en gran parte por el aporte de estos trabajadores, sin desmeritar la labor de hombres como el Coronel del Cuerpo de Ingenieros y eventual gobernador de la Zona del Canal, George W. Goethals, que le imprimieron dirección a la empresa de construcción de la obra.
CON LA MIRADA EN EL FUTURO
Muchos de los descendientes de los trabajadores antillanos han logrado un nivel de prosperidad y siguen contribuyendo exitosamente al desarrollo de nuestro país. Sin embargo, otra parte importante de estos sufren la marginación y exclusión, junto con los sectores indígenas y negros de origen colonial.
Hoy, en vísperas del nonagésimo séptimo aniversario del Canal, nuestra nación ha decidido emprender la revisión de su Carta Magna. Es imperativo que se aproveche esta oportunidad para asegurar que nuestra constitución no se limite a proscribir la discriminación por motivos de raza, sino que mandate la creación de los instrumentos institucionales y legales esenciales para hacer valer esta prohibición.
La nación panameña que hoy se beneficia concretamente a través de los ingresos del Canal de los sacrificios de los que trabajaron y murieron para construir esta magna obra, debe hacer honor a la memoria y sacrificio de los constructores tomando pasos concretos para crear un país libre de discriminación racial, en la que impere la equidad y justicia social para todos sus ciudadanos.