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- 21/05/2013 02:00
FRANCIA. Con ironía sombría, dos largometrajes de ficción de Argentina y Chile estrenados este lunes en el Festival de Cannes ponen la lupa en las tensiones sociales o étnicas subyacentes en ambas sociedades. Son dos óperas primas, El verano de los peces voladores de la chilena Marcela Said, y Los Dueños de los argentinos Agustín Toscano y Ezequiel Radusky, y por lo tanto compiten por la Cámara de Oro. Said tiene en su haber varios documentales, incluyendo I Love Pinochet (2001), Opus Dei (2006) y El Mocito, presentado en el festival de Berlín en 2011. Para su primera ficción, eligió un tema político. El verano de los peces voladores es una comedia negra sobre las vacaciones de la familia del rico propietario de un fundo en el sur de Chile (Gregory Cohen) y muestra el aislamiento social de los invisibles mapuches. La trama evoluciona junto con el despertar sexual de su hija (Francisca Walker), que junto a su primer desengaño amoroso descubre el clima de tensión existente con los indígenas que reclaman acceso a las mismas tierras.