PNUMA pone el foco en las especies migratorias con la Convención de Bonn

Actualizado
  • 13/02/2024 00:00
Creado
  • 12/02/2024 22:31
Un 73% de estas especies se encuentra en peligro de extinguirse, problema al que diversos expertos buscan soluciones

Desde ayer inició la 14° Convención de Bonn, también conocida como la Conservación de las Especies Migratorios de Animales Silvestres (CMS COP14) en Samarkand, Uzbekistan, la primera reunión mundial sobre biodiversidad desde la adopción del Marco Mundial de Biodiversidad (GBF) Kunming-Montreal en 2022.

La CMS sucede cada tres años y la misma reconoce que los Estados deben proteger las especies migratorias que viven dentro o pasan por sus jurisdicciones nacionales y tienen como objetivo conservar las especies migratorias terrestres, marinas y las aves en todas sus áreas de distribución.

En esta edición de la reunión se estarán destacando los desafíos de la conservación y restauración del hábitat, las amenazas a las especies migratorias como la sobreexplotación, la pérdida y la fragmentación de sus hábitats; la contaminación y el cambio climático. Este año, también se estarán discutiendo nuevas iniciativas e importantes prioridades con la función de apoyar el GBF.

Al final de esta versión de la CMS se tiene planeado el lanzamiento el primer informe sobre el ‘Estado de las Especies migratorias del mundo’, que incluirá nuevas directrices globales sobre la contaminación lumínica y mejores prácticas para que la infraestructura lineal minimice los impactos que tiene en este tipo de fauna. La reunión culminará este sábado.

El plan de acción

Actualmente 1 millón, entre esas especies migratorias, de animales se ven impactadas por el deterioro de la naturaleza, lo que amenaza su supervivencia. A su vez, este fenómeno también tiene resultados negativos en las personas.

La cantidad de especies migratorias se encuentra en descenso desde el 2017, año en que se puso alerta la posibilidad de extinción de este tipo de fauna. Sin embargo, en 2023 no se reportó mejoras sobre esta situación, pues un 73% de estas especies todavía se encuentran en declive y en peligro de extinguirse en los próximos años.

”Las especies migratorias son una parte esencial de los ecosistemas en los que se encuentran. Contribuyen directamente al funcionamiento, el equilibrio y la composición de ecosistemas saludables que nos proporcionan innumerables beneficios, como la polinización, la alimentación, el control de plagas y muchos beneficios económicos”, afirmó Amy Fraenkel, secretaria ejecutiva de la Convención de Bonn.

En este sentido, el marco GBF consta de objetivos globales que deben alcanzarse en 2030 para salvaguardar todas las especies en peligro, mantener la calidad de vida de los seres humanos y utilizar de manera sostenible la biodiversidad. Los 23 objetivos incluyen la conservación del 30% de la tierra, el mar y las aguas internas; una restauración del 30% de los sistemas degradados; reducir a la mitad la introducción de especies invasoras y una reducción de 500 mil millones de dólares al año en subsidios dañinos.

Para esto se necesita la acción urgente de todos los sectores y el de la sociedad, para poder alcanzar la realización de los objetivos y metas planteados por el GBF para abordar los factores claves de la pérdida de biodiversidad.

“La amplitud del marco muestra que la naturaleza y la biodiversidad son asunto de todos, desde los Estados miembros hasta las empresas y los inversionistas, pasando por los pueblos indígenas y las comunidades locales. Pero, por supuesto, lo que realmente importa es lo que hagamos a continuación. Necesitamos tomar las medidas adecuadas para cumplir el marco de aquí a 2030”, destacó Inger Andersen, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

La Convención de Bonn tiene un papel especial dentro de este plan de acción, pues no pertenece a ningún país o región en específico y las especies migratorias necesitan parámetros especiales como convenios de cooperación internacional o ser incluidos en acuerdos regionales o globales, como el GBF, para resguardar sus necesidades y evitar su extinción.

Por su parte, la CMS actúa como un convenio marco, es decir, que puede abarcar desde acuerdos hasta instrumentos menos formales como los memorandos de entendimiento y puede adaptarse a las necesidades de cada región.

Una capacidad única de la Convención de Bonn es el desarrollo de modelos a la medida de acuerdo con las necesidades de la conservación a lo largo del ámbito migratorio.

Además de los objetivos de 2023, también existen metas para 250 que se centran en la salud de los ecosistemas y la especies, incluyendo detener la extinción de especies inducidas por el hombre; la el uso sostenible de la biodiversidad; la distribución equitativa de los beneficios en la implementación y la financiación para incluir el cierre de la brecha financiera de la biodiversidad de 700 mil millones de dólares por año.

Inger Andersen,
Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva del PNUMA
La amplitud del marco muestra que la naturaleza y la biodiversidad son asunto de todos (...) pero lo que realmente importa es lo que hagamos a continuación. Necesitamos tomar las medidas adecuadas para cumplir el marco de aquí a 2030”,
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