El amor, después del ‘Down'

Actualizado
  • 13/04/2016 02:00
Creado
  • 13/04/2016 02:00
Un emotivo documental permite asomarse por encima de los prejuicios. El periodista Guido Bilbao y su vistazo a la vida de  jóvenes con Down

¿Qué sucede cuándo una persona es marginada o aíslada por una condición que le acompaña desde el nacimiento? ¿Los prejuicios siempre se imponen o puede llegar a pesar más la inclusión? ¿Puede alguien que sufre de síndrome de Down ser integrado efectivamente en la sociedad? Estas son algunas de las preguntas que plantea el periodista argentino Guido Bilbao en su documental Es hora de enamorarse , que se estrenó el domingo pasado en un Teatro Balboa casi lleno a su totalidad.

La cinta, que, como aseguró Bilbao, fue pensada para ser estrenada en la edición de este año del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFFP), recrea los entretelones de la puesta en escena de La cucharita Mandinga, obra que fue montada hace dos años en el Teatro en Círculo y en el que participaron jóvenes actores con síndrome de Down.

El musical fue producido por Mirella Arias, quien también aparece como productora en los créditos de Es hora de enamorarse. Arias, quien además es presidente de Down Panamá, señaló que filmes como éste son signo de que ‘estamos en camino hacia una sociedad más inclusiva'.

Bilbao comentó que la idea para el documental le vino después de conocer a las mellizas Antonella y Rocío Manzotti, hermanas de una amiga. ‘Anteriormente no había tenido ningún acercamiento con personas con síndrome de Down. Cuando las conocí me pasó lo que le pasa a la mayoría de la gente: eso de sentir temor, de no saber cómo reaccionar, cómo actuar. Me percaté de que eran personajes increíbles. Después me enteré de que comenzaban los ensayos de la obra. Entonces me dije: ‘Es ahora', expresa.

Bilbao y Martin Proaño, director de fotografía del documental, comenzaron a rodar sin preproducción. Inicialmente contaban con el apoyo de la Fundación Down Panamá. Una vez culminado el rodaje se sumaron TVN, Fundación Buenos Vecinos y la Secreataría Nacional de Discapacidad (SENADIS), quienes aportaron los fondos que le permitieron a los cineastas concluir su proyecto.

Para el director la película difunde un mensaje motivacional, de que es necesario ‘atreverse a trabajar y a pelear por lo que uno quiere, sin importar lo que te digan de afuera', apartando los prejuicios. La cinta revela a jóvenes que, a pesar de su discapacidad, son capaces de afrontar retos y enamorarse, acercándose así a la plenitud.

Al igual que ‘La cucarachita mandinga', la primera obra inclusiva en la historia panameña, el emotivo documental sirve para poner sobre la palestra el tema del miedo que las personas sienten hacia la diversidad, un temor que Bilbao compara a ‘una gran pared, que impide que se conozca lo que hay otro al otro lado'. Una vez depuesto el recelo, quien pasa tiempo con jóvenes que han sido diagnosticados con este síndrome ‘descubre que hay un universo fantástico'. Termina enamorándose una vez que se deja el Down atrás.

Aunque Arias reconoce que se han registrado avances en el tema de la inclusión, manifiesta que todavía hace falta hacer cumplir las leyes que existen en la actualidad. ‘En términos de política y estado, creo que las leyes están, como muchas cosas. Lo que hace falta es decisión política y trabajo a largo plazo', puntualiza Bilbao.

Por su parte, Arias señaló que del 21 al 30 de abril se estará presentando el segundo montaje inclusivo en el Istmo, en el Teatro en Círculo. Se trata de la obra ‘Sin tu cariño', que cuenta con música del salsero Rubén Blades.

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