Sangre, sudor, lágrimas y cine

Actualizado
  • 14/06/2015 02:01
Creado
  • 14/06/2015 02:01
A 140 años de su nacimiento la huella de David Griffith todavía se siente en la cinematografía mundial

Casi nadie puede negar el aporte a la cinematografía de El nacimiento de una nación , del cineasta David Wark Griffith (1875-1948). El filme se inicia con un prólogo sobre el negocio de la esclavitud. Luego, entre varias escenas, se hace alusión al asesinato del presidente Lincoln, a los primeros voluntarios a la Guerra Civil, la capitulación de los sureños, la aparición del Kux Klux Klan, etc.

Su estreno tuvo lugar el 8 de febrero de 1915, en Los Angeles, California. El mismo provocó protestas en varios estados. En Boston casi se produce un motín. Se le ha señalado como la primera película racista, pero en realidad el racismo en el cine se remonta a 1895.

La aparición de El nacimiento de una nación se da en el contexto de la primera guerra europea. Ya para ese tiempo Griffith llevaba a cuestas varias películas, desde su debut con The Lonely Villa , protagonizada por Mary Pickford.

Ahora, con El nacimiento de una nación , Griffith se embarcaba en una verdadera aventura artística, que cambió la forma en que se hacían las películas. Acompañado de su camarógrafo-operador Willy Bitzer, desarrolla los primeros planos, planos medios, montajes flexibles, con interpretaciones más discretas por parte de los actores, que en ese tiempo se entregaban a la mímica exagerada y a gesticulaciones irritantes.

Asimismo, introdujo un uso racional de luz eléctrica para la toma de vistas y secuencias. En ese entonces se inventó el traveling , el flash-back , el montaje paralelo (utilizando un pequeño riel sobre el cual se coloca una carretilla con cámara).

Griffith, quien en esta producción tuvo bajo su mando a los actores Mae Marsh, Miriam Cooper, Robert Harron y Henry B. Walthall, había incursionado en el cine bélico dos años antes, bajo la influencia de la obra literaria Quo Vadis? , del cineasta Enrico Guazzoni y del reverendo Thomas Dixon. Esa obra de Thomas narra las luchas fratricidas, conocidas en parte dentro de los círculos militares o populares.

TÉCNICA Y ESTILO

En El Nacimiento de una nación da rienda suelta a la expresión de sus ideas y simpatías étnicas, logrando balancear su talento técnico con un estilo propio. La construcción compleja y fluida de las escenas deja al público estupefacto ante las cualidades puramente fotográficas y el poder evocador de los famosos episodios de la batalla, de los cuales una sola de las noventa y tres escenas dura más de treinta segundos, mientras que tres solamente se desarrollan en veinte segundos y una hasta en menos de un segundo.

Las bajas pasiones, los prejuicios que forman el fondo del libro -que fue adaptado al cine- no pueden ser atribuidos a Griffith, que no revivió esas páginas de la historia de la Guerra Civil con la intención de excitar sentimientos hostiles a los negros. Su fuerza radica en su denuncia a la guerra y toda su carga inhumana, bestial, mercenaria y degradante de la condición humana. Una flagelo azuzado por la desmedida ambición del capital expansionista, que siempre quiere más y más como ninfómana insaciable: no importa cuantos muertos y heridos deje en el camino.

Griffith dirigió el Nacimiento de una nación con actores totalmente desenvueltos en un medio natural, en una armonía psicológica que nos recuerda mucho al teatro. El filme es una especie de metáfora a la violencia, a la psicología natural, a la actuación natural, al uso de sentimientos encontrados. Es una gramática de emociones que explota la distancia entre el lente y el actor, entre el lente y el paisaje. Cada cuadro confluye entre la poesía y la realidad, superando así la técnica pura, el movimiento clásico.

EN EL FRENTE

Entre 1914 y 1915 Griffith visitó el frente de guerra europeo. Conoció a los mejores técnicos del cinema, como el francés Alfred Machin. El cineasta Roberto Paolella reflexionó sobre su talento: ‘el mérito indiscutible de David sigue siendo el de haber repudiado las convenciones teatrales, creando un medio de expresión peculiar del cine, mediante el cual ha ensañado a los realizadores contemporáneos y a los que le siguieron la forma de narrar una historia en la pantalla, por lo menos desde el punto de vista literal, fundidos y orquestados los distintos medios específicos del lenguaje, en constante relación con la unidad expresiva'.

Al igual que otros realizadores, se enfocó en el desarrollo de sus habilidades, encontró aquello donde era bueno y podía sobresalir. Griffith no era un escritor destacado. Es más, era considerado ingenuo, pero si poseedor de una visiones complejas y profundas como cineasta, expresadas a través de imágenes.

Dominaba, eso sí, el vocablo técnico y la innovación cinematográfica, buscando sintetizarlo para alcanzar mayor compenetración sicológica con el drama. Griffith formó técnicos y actores, como Eric von Stroheim, las hermanas Dorothy, Mary Pickford, Florence Turner y Lilian Gish.

Sin duda alguna, Griffith es uno de los grandes genios, junto a Edwin S. Porter, Mack Sennett, Cecil B. Mille, etc. Lo demás fue sangre, sudor y lágrimas.

Tal vez el único otro director que alcanzó un nivel semejante fue Thomas H. Ince, con Civilización . Griffith abandonó la producción de películas en 1931, no sin dejar una estela de filmes inigualables. En definitiva, los más grandes realizadores aprendieron de él, incluso el cine soviético, chino y de la India le debe mucho a sus innovaciones visuales.

==========

OTROS FILMES DE GRIFFITH

Lo Nuevo
comments powered by Disqus