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- 10/02/2020 13:03
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La noche del pasado domingo brilló con miles de celebridades en el Dolby Theatre en Los Ángeles donde se llevó a cabo la 92° Gala de los Premios Óscars, que se dedicaron a galardonar lo mejor de lo mejor en la industria cinematográfica. La gran sorpresa —y el suspiro de alivio colectivo— fue para Parásitos, la cinta surcoreana del director Bong Joon-Ho (The Host, Mother), que ganó cuatro estatuillas: Mejor director, Mejor película internacional, Mejor guion y Mejor Película. Joon-Ho agradeció a su equipo, otros cineastas y prometió "beber mucho" como celebración.
El largometraje de thriller se llevó a casa el mayor número de menciones tras ser una de las favoritas durante toda la temporada de premiaciones, pasando por los SAG Awards, Critic's Choice Awards y Globos de Oro. La reacción de Joon-Ho se mantuvo en sorpresa absoluta con cada nueva caminata hacia el podio.
Por otra parte, la cinta 1917 del británico Sam Mendes, obtuvo tres galardones: Mejor fotografía, Mejor mezcla de sonido y Mejores efectos visuales. Pese a que Mendes no obtuvo estatuilla por su dirección, el filme se posiciona como uno de los mejores que el 2019 pudo ofrecer, dejando paso abierto para más obras de Mendes en un futuro.
El director Martin Scorcese no corrió con tanta suerte en esta edición, ya que contó con 10 nominaciones por su cinta El Irlandés, con estrellas veteranas de la industria como Robert De Niro y Al Pacino. Sin embargo, a mitad de carrera el filme se quedó corto y no obtuvo ninguna estatuilla. Este recae como un triste récord para Scorcese quien fue el único director de la historia en retirarse de los Óscars con dos películas nominadas y cero premios.
Por su parte, el equipo de Quentin Tarantino abrazó el reconocimiento de Mejor Diseño de Producción otorgado a Barbara Ling por su trabajo al recrear la escena western de Hollywood en los años 60, en la cinta Érase una vez...en Hollywood.
Y Brad Pitt, el 'guapo de Hollywood', obtuvo el premio a Mejor Actor Secundario por su papel de Cliff Booth. Este fue su primer Óscar en categoría de actor desde su primera nominación en 1996 por el filme Doce Monos. En su discurso agradeció a Tarantino, reconoció la labor de sus compañeros y concluyó dedicando el premio a sus hijos que, indicó, "llenan de color todo lo que hago. Los amo".
Phoenix fue el galardonado de la noche como Mejor Actor con un discurso que dejó a la audiencia reflexionando, pues el actor de Joker, destacó sus pensamientos sobre la sostenibilidad del medio ambiente, los esfuerzos de la comunidad vegana (de la que forma parte) y citó a su hermano, el fallecido actor River Phoenix (1970-1993), con su sueño de ser un actor "anárquico", por lo que estuvo a punto de llorar en el escenario.
Otra gran —y grata— sorpresa que entregó la Academia fue el reconocimiento a la presentación de la actriz Renée Zellweger por su papel como la estrella del cine clásico, Judy Garland, en la cinta biográfica Judy. Para Zellweger es la segunda estatuilla de su carrera, que agradeció a muchas personas involucradas en la vida de la fallecida actriz y expresó que "aunque Garland no recibió este reconocimiento en su época, es un buen momento para recalcar su legado".
En ovación de pie, los asistentes recibieron el escenario a la compositora islandesa Hildur Guðnadóttir, quien obtuvo el galardón por Mejor Banda Sonora por Joker de Todd Phillips. Guðnadóttir recibió el reconocimiento de ser la primera islandesa en ganar un premio Óscar. La compositora se alzó como una de las féminas que mostró valor en su porte y destacó la importancia de que otras mujeres en la industria "levanten su voz".
La actriz Natalie Portman se llevó la atención de la audiencia al presentarse en el podio luciendo un vestido negro con dorado cubierto con una capa negra de Dior donde bordó los nombres de las directoras que no fueron nominadas al Óscar. Entre los nombres destacaron: Greta Gerwig (Mujercitas), Lulu Wang (The Farewell) y Lorene Scafaria(Estafadoras de Wall Street).
Laura Dern, una de las intérpretes más queridas del Hollywood de los últimos años, obtuvo el galardón de Mejor Actriz Secundaria por su trabajo como abogada de divorcios en Historia de un Matrimonio de Noach Bauchman. Un premio que la posicionó como una actriz versátil en la industria.
Por su parte, Jane Fonda, reconocida actriz y activista política no dejó que nadie le robara el spotlight y caminó con porte de realeza hasta el micrófono —para presentar al ganador a Mejor Película—, luciendo un antiguo vestido de Elie Saab (que ya había lucido en el Festival de Cannes hace 6 años) cumpliendo su promesa de no comprar ropa que no fuera sostenible, además llevó consigo el abrigo rojo que la acompañado a todas las marchas y protestas a la que ha asistido, demostrando que se identifica como una guerrera a sus 82 años.