Basura

Me he resistido por varias semanas a tocar el tema, me parecía tan tonto, tan estúpido, que creí que no era ni siquiera un tema, que haya problemas de recogida de basura en una ciudad de un millón de habitantes me parece absurdo, ¿Cómo lo hacen en Barcelona? ¿En Tokio? ¿En la Ciudad de Méjico? Es decir, yo no soy una experta en el tema, pero doctores ha de tener la Iglesia y esos doctores deberían trabajar en arreglar en problema… Decía yo en mi inocencia. Pero no. Ya veo que no. Ya veo que el tema tiene tela que cortar. Resulta que ahora la compra acelerada de los camiones se echa para atrás y empieza un proceso de licitación, (las cosas mal hechas hay que hacerlas dos veces, que decía mi señora abuela), mientras tanto, el gobierno toma cartas en el asunto y está tratando de poner pañitos calientes en la herida abierta, por el miedo a que se desencadene una epidemia.

Hace unas semanas felicitaba desde estas líneas a gente que trabaja para ayudar a conservar el planeta de todos, y hoy, con la mierda tocando a nuestra puerta (literalmente), tengo que dar un tirón de orejas a todos. A todos nosotros, porque no somos conscientes de que el problema de la basura es un problema nuestro, no de Bosco, ni del Consejo Municipal, es un tema nuestro y de nuestros hijos. La basura no es algo que aparece de repente y se reproduce, es algo que nosotros producimos y reproducimos. Somos nosotros, idiotas inconscientes, los que amontonamos desperdicios sin control y queremos que esos desperdicios desaparezcan como por arte de magia. Pues bien señores, lamento informarles de que la magia no existe, los desperdicios que ustedes tiran y se llevan los camiones no desaparecen, solo se acumulan en otro lugar. Para solucionar realmente el problema debemos dejar de producir tanta porquería.

¿Alguna vez se han puesto a pensar en la cantidad de basura que sus familias botan al día? ¿A la semana? ¿Al mes? ¿Alguna vez se ha parado a multiplicar eso por todos los vecinos de su edifico? ¿De su barriada? ¿Pueden imaginar el volumen de basura que va a parar a Cerro Patacón? ¿Cuántos envases de foam tira usted a la semana? Pues el foam no se degrada. ¿Cuántas baterías bota usted a la semana? Una sola pila de botón puede contaminar más de seiscientos mil litros de agua (sí, 600.000) ¿Cuántas veces tira el aceite usado por la cañería? Pues el aceite llega a las quebradas y cubre con una capa el agua, asfixiando lo que hay debajo. ¿No se le ha ocurrido dejar de comprar envases de plástico y comprar vidrio, que es reciclable y reusable o tetrabrick que es reciclable? Piense en las cosas que tira a la basura… ¿no cree que si pensara un poco más antes de comprar y botar el volumen de basura se reduciría?

Y las empresas, que ahora se llenan la boca diciendo que son verdes… ¿alguna vez han tratado de reducir realmente los elefantiásicos envases en los que ponen sus productos? Vayan a comprar una crema para el rostro: un cartucho plástico, con una caja dentro, envuelta en celofán, y dentro de esa caja hay otro armazón de cartón, un frasco plástico con un sello también plástico, y un papel enorme con las instrucciones. Al final, el producto no es más que el diez por ciento del volumen de lo que cargaste a casa. ¿Y si compran un aparato electrónico? Seguramente el tinaco de su casa no sea lo suficientemente grande para contener el empaque de lo que sea que usted compre.

Ni se imaginen que esto es una palmadita en la espalda de Bosco, obviamente ese señor no sabe hacer su trabajo, pero eso ya lo sabíamos todos (menos los que le votaron, esos sí debían tener confianza en sus habilidades…). Hablar de él es tiempo perdido, quiero hablar de todos, de cada uno de nosotros, este mes, “el mes de la tierra”, estamos viendo que nos está venciendo la basura, ¿no deberíamos pararnos a pensar en nuestra propia responsabilidad en este problema en vez de esperar que SuperBosco y su camión mágico nos arreglen el problema?