El camino del pequeño emprendedor y el escenario en Panamá

Cada 27 de junio se conmemora el Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, por decreto de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2017, para reconocer la importancia de estas compañías en la sociedad global.

Las mipymes son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y más concretamente el objetivo 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y el objetivo 9 (industria, innovación e infraestructura), según explica la ONU en su portal web.

Las mipymes representan el 90% de las empresas, generan entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del producto interno bruto (PIB) a nivel mundial. Según la Unión de Pequeñas y Medianas Empresas (Unpyme), haciendo referencia a datos de 2020, en Panamá las pequeñas y medianas empresas generan el 75% del empleo con un aporte mayor del 50% al PIB. Además, nueve de cada diez empresas son pymes, y estas generan dos de cada tres puestos de trabajo; así mismo, estimulan el espíritu empresarial y la innovación; por ende son cruciales para fomentar la competitividad y el empleo, según destacó un estudio realizado por la Comisión Europea en la 'Guía del usuario sobre la definición del concepto de pyme'.

Aun así, emprender un negocio que se convierta en una empresa sostenible sigue siendo una lucha para quienes desean empezar en medio de la pandemia.

Para Adelaida Itzel, fundadora de Chicheme Itzel, el inicio de su emprendimiento estuvo inspirado por un momento en la dificultad económica de su familia, proveniente de Chepo. En 2017 comenzó a preparar la bebida a base de maíz y leche junto con su madre y hermano; cuatro años después, el proceso de convertirse en empresaria le ayudó a conocer “las necesidades que aún existen para que más emprendedores logren cumplir sus metas”.

Itzel acudió a diversas capacitaciones provistas por la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), lo que comentó a La Estrella de Panamá como “un proceso beneficioso”. “En la Ampyme aprendí a presentar mi plan de negocios, estrategias para ampliar el mercado de mi producto, calcular los costos y llevar el diseño de mercadeo, como herramientas para mantener la sostenibilidad de mi negocio”, apuntó.

El negocio familiar de Itzel cuenta con cinco colaboradores actuales que han ayudado a la distribución del producto desde Chepo hasta Darién, de la mano de las distribuidoras de los supermercados PriceSmart y Grupo Rey. Actualmente, Itzel vende entre 3 mil y 4 mil unidades de chicheme de 8 onzas, 2,300 unidades de 16 onzas y 1,500 unidades de medio galón mensualmente. “Nuestras mayores ventas son en supermercados y representan un ingreso que sostiene a mi familia”, explicó, “además vendemos al consumidor directo en Chepo y lugares aledaños”.

Las mipymes en Panamá representan el 97% del parque empresarial, tal como señala Unpyme en el 'Estudio de impacto de las mipymes por causa de la covid-19 en Panamá' (2021), lo que significa que el aumento de pymes presenta mayores oportunidades de empleo y resiliencia económica sostenible para el futuro postpandemia.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló en la infografía 'El poder de lo pequeño: Hay que activar el poder de las pymes' (2021) que: “Las pymes tienden a contratar a una mayor proporción de personas pertenecientes a grupos con menos oportunidades de encontrar empleo, como los jóvenes, los trabajadores de edad y los trabajadores menos calificados”.

Para la emprendedora y productora del programa radial Capital Emprendedor, Myrja Ceballos, la sostenibilidad de las pymes en esta nueva etapa se definirá a través de un manejo real del presupuesto, optimización de recursos, control de gastos y la búsqueda de herramientas que permitan al negocio generar ingresos fluidos. “Una vez que se establezcan las prioridades en el negocio (reducción de costos y gastos), se podrá proceder a la planeación estratégica, incluyendo planes de acción”, comentó a este diario, “se debe dar revisión mensual o bimensual para realizar los debidos ajustes, lo que será el primer paso para la sostenibilidad”.

Durante la pandemia, el Centro Nacional de Competitividad (CNC) indicó que, en Panamá, el impacto laboral del sector es del 45%, lo que puso en peligro cientos de emprendimientos. Frente a los altibajos de la pandemia y su impacto en los negocios, el International Trade Center (ITC) explicó en su informe 'Covid-19: The Great Lockdown and its Impact on Small Business' (2020) que “una quinta parte de las pymes están en riesgo de cerrar permanentemente dentro de tres meses” y que las pymes deberán integrar la “nueva normalidad” de resiliencia, digitalización, sostenibilidad e inclusión.

Según el ITC, las pequeñas empresas se están reabriendo a un mundo que ha sido remodelado por la pandemia, por lo que no operan en un vacío, sino en un ecosistema empresarial que influirá en “si se hunden o nadan en la nueva normalidad. La resiliencia de este ecosistema determinará en gran medida el futuro de los flujos comerciales y el papel de las pequeñas empresas en el comercio internacional”, señala el informe.

Para Itzel, convertirse en emprendedora fue un salto de fe y muchas preguntas. Durante el año que pasó tramitando el permiso sanitario y obteniendo el papeleo necesario para formalizar su negocio en las instituciones gubernamentales, conoció las dificultades que se presentan en el sistema para los nuevos empresarios.

“Fui a la sede del Departamento de Protección de Alimentos (Depa), con el asesoramiento de un técnico de registro sanitario, y me explicó paso a paso lo que tenía que hacer, lo que fue de mucha ayuda”, relató.

El proceso para llegar a formalizar Chicheme Itzel es la historia de cientos de emprendimientos que requieren de una mejor oferta de capacitación y apoyo económico para surgir. Ante esto, el pasado 24 de mayo el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (MEF) suscribió un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $150 millones para reactivar las micro, pequeñas y medianas empresas afectadas por la crisis económica de la covid-19.

Esto responde a la segunda parte del “Programa global de crédito para promover la sostenibilidad y recuperación económica de Panamá” que inició en junio de 2020 y planteaba una inyección de $300 millones para las mipymes del país, con lo que se proyectó un beneficio para más de 1,600 mipymes de diversas industrias del parque laboral.

Para Ceballos, sin embargo, se requiere de una mayor “rendición de cuentas” sobre dichos recursos y una “pronta agilización de distribución” para las más de 70 mil mipymes existentes en Panamá. “El financiamiento es importante, pero también lo son la creación de procesos menos burocráticos, programas que realmente apoyen al conocimiento del emprendedor y lo estimulen a innovar, además de brindarle herramientas para la sostenibilidad empresarial”, apuntó.

Más allá de los recursos económicos, entidades como la Ampyme y organismos como la OIT presentan diversos cursos, capacitaciones y talleres para promover la sostenibilidad de las mipymes y su rol como actores cruciales en el crecimiento socioeconómico de los países.

Por su parte, Ampyme presenta el programa 'Gestión empresarial en línea', que consta de dos pestañas: 'Microempresas en fase de emprendimiento' (con menos de 24 meses de operación) que se centra en permitir a los emprendedores escoger los segmentos de mercado, identificar características que deben tener sus empresas para lograr sostenibilidad, escala y apoyo financiero; así mismo, presenta 'Microempresas reinventándose', un programa especializado para tratar el proceso de reestructuración del giro de negocio, donde los emprendedores pueden mejorar su gestión empresaria, desarrollando nuevos negocios con mayor eficiencia y transparencia en los recursos económicos.

Desde la OIT se encuentra el programa 'Inicie y mejore su negocio' (Imesun) dedicado al alcance de la formación en materia de gestión e iniciativa empresarial de las pymes; el programa 'Desarrollo de la iniciativa empresarial de la mujer' (WED), para corregir los desequilibrios de género y empoderar a las mujeres emprendedoras; y el programa 'Promoción de empresas competitivas y responsables' (Score), para mejorar la productividad y las condiciones de trabajo de las pymes, aumentar su competitividad y garantizar su sostenibilidad.