Donar: generosidad al servicio de otros

Actualizado
  • 30/12/2022 00:00
Creado
  • 30/12/2022 00:00
El Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II ofrece una mano amiga a los más necesitados; tienen sus puertas abiertas para recibir donaciones y poder ayudar
El centro se encuentra en la calle 32 de Calidonia, entre la avenida Cuba y la avenida Justo Arosemena.

Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del próximo, perdonar al que nos ofende... son algunas de las acciones que realiza el Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II.

Al entrar, los voluntarios reciben alegremente a quien llega a entregar alguna ayuda o al que va a buscarla. A todos los reciben igual. “¿Cómo estás?”, le pregunta la voluntaria Yelineth López a una persona transexual que entra a buscar ropa y algo de comer. La persona saluda a todos, entre ellos, al equipo de La Estrella de Panamá que recorre el lugar.

El centro está abierto todos los días para recibir a personas sin hogar, trabajadoras sexuales, y además ofrece atención a gente con adicciones y da herramientas de autoayuda. Tiene una capilla donde hay misa cuando algún sacerdote tiene disponibilidad para ir al sitio.

Podría decirse que funciona como un centro de “distribución de donativos”; reciben todo lo que las personas quieran dar. De allí, reparten a los otros centros y albergues de la organización. Además, entregan en iglesias evangélicas y envían a comunidades que viven en pobreza. También visitan a los encarcelados. De jueves a domingo asisten a las cárceles y entregan parte de lo recaudado.

Tiene una capilla donde hay misa cuando algún sacerdote tiene disponibilidad de ir al sitio.

En la recepción hay evidencia de la generosidad de los panameños, y lo demuestra la cantidad de diferentes objetos donados, como platos desechables, productos de limpieza y leche en envase, entre otros. Al fondo hay una sala con bolsas llenas de ropa, colchones, maletas, zapatos... Al momento de nuestra visita, un grupo de jóvenes de la Udelas revisa y selecciona prendas. “La ropa se les vende a un centavo, con ese centavo contribuyen a que se lleve comida y otras cosas a los demás centros”.

Al costado derecho hay una pequeña cocina en la que se preparan unas cien comidas al día. “A veces recibimos donaciones de alimentos preparados; cuando no, los preparamos aquí. Solamente se hacen almuerzos y las personas que lo requieren hacen la fila afuera para retirarlo”, explica López.

A la izquierda del centro, los voluntarios instalaron unas duchas para que las personas en situación de calle puedan bañarse, “pagan 25 centavos, nosotros les damos un jabón y una toalla que deben cuidar”, explica la voluntaria. Constantemente realizan jornadas de aseo en las que ofrecen el servicio de barbería, les permiten bañarse y vestirse.

El centro se encuentra en la calle 32 en Calidonia, entre la avenida Cuba y la avenida Justo Arosemena, pertenece a la Iglesia católica, Arquidiócesis de Panamá. En San Miguelito hay un refugio femenino y de migrantes. Hay una extensión en Pan de Azúcar que ofrece atención psicológica.

Recibe todo tipo de donaciones, desde medicamentos hasta alimentos, colchones, zapatos, ropa, y más.

En Santa Ana tienen otro albergue, y allí se refugian 38 personas entre adultos mayores y personas rescatadas de la calle. En Río Hato se encuentra la Granja Avícola Terapéutica San Juan Pablo II, “hay cría de pollos, plantas, se hacen terapias... allá tengo cinco señores, tratamos de mantenerlos ocupados siempre. Los pollos que criamos nos sirven para alimentar a las personas que viven en los demás albergues”, expresa la voluntaria.

¿Cómo ayudar?

En el centro ubicado en Calidonia reciben todo tipo de donaciones, desde medicamentos hasta alimentos, colchones, zapatos, ropa, y más. También recibe donaciones económicas a través de la cuenta corriente del banco General 03-79-01-1154-29-8, a nombre del Centro de Atención San Juan Pablo II. Otra forma de ayudar es con trabajo voluntario.

Recomendaciones para donar ropa
Hay una pequeña cocina en la que se preparan unas cien comidas al día.

Cuando se acerca el fin de año muchas personas deciden hacer limpieza profunda en el hogar; sacan del armario aquellas prendas que no utilizan para abrir espacio a lo nuevo. Además de darle una segunda vida a la ropa, al donarla se contribuye con otras personas, con el medioambiente y se desarrolla la generosidad.

El primer paso es recolectar las prendas. Algunas personas hacen un espacio en el armario en el que van colocando la ropa que van dejando de usar, y cuando tienen una cantidad considerable, entonces, la donan. Otros, cada cierto tiempo, hacen limpieza y sacan todo lo que no usan.

Luego, se ubica el lugar a donde se hará el donativo. Si es posible, se recomienda coordinar la entrega con antelación para asegurarse de que el sitio esté recibiendo donativos.

¿Qué hacer y qué no hacer al donar ropa?

- La ropa debe estar limpia y sin mal olor. Se aconseja lavarla y secarla.

- Las prendas deben estar en buen estado: sin manchas o agujeros. Verificar botones, cierres y que no tengan polilla.

- Revisar bolsillos para evitar enviar algo no deseado (información personal, identificaciones, tarjetas, caramelos, basura, facturas, etc.).

- No donar ropa interior usada. Este tipo de prendas siempre debe ser nueva.

- Si el donativo es grande, procure clasificarlo por tipo de prenda o tallas.

Prendas recomendadas para donar:

El portal web unidosenred.org publicó una lista de las piezas que se deben considerar para donar:

- Camisas de telas gruesas o firmes, de botones y con cortes clásicos

- jeans

- pantalones

- blazers

- chaquetas

- zapatos

- bolsos

- vestidos

- faldas

- franelas

- shorts

- correas o cinturones

- lentes

Prendas no recomendadas:

Ningún tejido de punto o que estire como leggins, camisetas, calcetines o trajes de baño.

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