El estrés desencadena la dermatitis atópica hasta en un 50% de los pacientes

Actualizado
  • 14/09/2023 00:00
Creado
  • 14/09/2023 00:00
El 14 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una de las enfermedades no contagiosas de la piel más frecuentes. Afecta de manera emocional y social a las personas que la padecen
Erupciones dolorosas es uno de los síntomas de la dermatitis atópica.

Piel excesivamente seca y con picazón, erupciones dolorosas que provocan noches de insomnio e interfieren en la vida cotidiana, son algunos de los síntomas de la dermatitis atópica (DA), común en todo el mundo. Personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores de 65 años, viven con esta afección.

Cada 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica con el propósito de visibilizar y concienciar a la población sobre el impacto de esta enfermedad en las personas que la presentan. El padecimiento no solo afecta físicamente a los pacientes, sino también tiene consecuencias en su vida social, personal y diaria.

De acuerdo con expertos, la DA, también conocida como eccema, se desencadena por diversos factores; sin embargo, se ha demostrado una asociación directa con el estrés, dado que este puede actuar como impulsor de los brotes en un 40% hasta 50% de los casos.

Aseguran que la relación entre el estrés y la DA es bidireccional; es decir, el estrés puede empeorar la enfermedad, pero la propia dermatitis atópica y sus tratamientos generan estrés en los pacientes, ya que las lesiones físicas causan malestar, estigmatización y una percepción negativa de sí mismos.

El 14 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Dermatitis Atópica.

El portal Conexión salud reseña que se ha demostrado que la dermatitis atópica está asociada con trastornos mentales comunes como la depresión y la ansiedad, y que las personas con esta condición tienen hasta el doble de posibilidades de sufrir estos trastornos.

Una reciente encuesta realizada por la National Eczema Association reveló que más del 30% de las personas con dermatitis atópica fue diagnosticada con depresión y/o ansiedad. “Una explicación de porqué las personas con enfermedades inflamatorias de la piel, como el eccema, son más susceptibles a problemas de salud mental, es la forma en que su cuerpo se comunica con su cerebro durante una respuesta inflamatoria”, detalla el portal.

“La dermatitis atópica es una afección crónica de la piel que causa sequedad, picazón e inflamación. Aunque es común en los primeros años de vida, puede manifestarse a cualquier edad, empeorando periódicamente. No es contagiosa, pero sí muy irritante”, señala Pfizer en un comunicado.

Asegura que “el estrés es uno de los factores que incrementan el riesgo de que el organismo padezca DA o acelere el proceso de la enfermedad. Por ello, la ayuda psicológica puede considerarse un recurso primario en el tratamiento de esta enfermedad, complementando los medicamentos recetados por el médico”.

“La percepción de tener la piel alterada y socialmente considerada poco atractiva genera en estas personas malestar, que aumenta el estrés y el rascado, convirtiendo la DA en un estresor crónico para el paciente. Es por eso que, a través de la ciencia, queremos transformar el manejo de este y otros padecimientos autoinmunes e inflamatorios, con terapias innovadoras que se dirijan a sitios específicos del cuerpo donde se sabe que se genera la causa del problema y permitan una mejor calidad de vida a los pacientes”, explicó la doctora Eyra Medina, lideresa médica de Inflamación e Inmunología de Pfizer Centroamérica y el Caribe (CAC).

De acuerdo con la especialista, “el estrés crónico altera el funcionamiento normal de diversos sistemas, como el endocrino, nervioso, inmune y psíquico. Estos sistemas se encuentran interrelacionados entre sí; por ende, lo que afecta a uno, impacta y condiciona a los demás. Y la piel se relaciona con todos estos”.

“La enfermedad crónica de la piel genera tensión y alerta constante en quienes la padecen, debido a la dificultad para descansar, a la picazón y a los rascados frecuentes, así como a las dificultades en el acceso y respuesta a los tratamientos. Inclusive, esto puede tener un impacto de pérdida laboral”, añade.

El valor del diagnóstico temprano y los tratamientos oportunos

Medina explica que no existe una prueba diagnóstica específica para la DA, por lo que su detección se hace clínicamente basándose en antecedentes, morfología, distribución de las lesiones cutáneas y signos clínicos asociados.

“El diagnóstico temprano minimiza otras posibles afecciones que la enfermedad presenta, por ejemplo, su relación con el asma y las alergias, incluidas las de tipo alimentaria. Asimismo, la depresión o ansiedad, pérdida de sueño y otras enfermedades de la piel, tal es el caso de la ictiosis, que la reseca y engrosa”, dice.

El tratamiento de la dermatitis atópica está dirigido a prevenir la inflamación y disfunción de la barrera de la piel, así como al tratamiento oportuno de las infecciones, en caso que aparezcan. Una intervención temprana podría prevenir una mayor exposición y sensibilización a demás alérgenos en etapas posteriores de la vida.

En el marco del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, la especialista recomienda a los pacientes identificar y evitar productos irritantes que provoquen picazón, ya que el rascado suele desencadenar brotes. Algunos desencadenantes comunes incluyen tejidos ásperos, piel seca, infecciones cutáneas, calor, sudoración, productos de limpieza, ácaros del polvo, moho, polen, humo de tabaco, aire frío y seco, fragancias y sustancias químicas irritantes.

“Está demostrado que la educación sanitaria, el empoderamiento del paciente, el acompañamiento y apoyo por parte de las asociaciones de pacientes, de los profesionales de la salud y seres queridos, y el tratamiento adecuado, pueden mejorar el curso de la enfermedad tanto física como psicológicamente”, concluye Medina.

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