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Fermín Acosta: 'La mejor arma contra la ignorancia es la educación'
- 04/01/2021 00:00
- 04/01/2021 00:00
Fermín Acosta es un investigador y biotecnólogo panameño de 33 años, con gran sentido humano, oriundo de la comarca Ngäbe Buglé.
La idea de estudiar ciencia comenzó desde su niñez, en la etapa escolar, cuando recibió las primeras enseñanzas en la escuela Gumercinda Páez y en el Instituto José Dolores Moscote. “La enseñanza despertó en mí el deseo de incursionar en la carrera científica, dirigiendo mi enfoque en el estudio de la biotecnología”.
Acosta realizó su carrera doctoral en España, experiencia que define como “fructífera” y “provechosa”. Tras llegar al país europeo, la Universidad Alcalá de Henares, así como el grupo de investigación dirigido por el doctor Darío García de Viedma, en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), le ayudaron a formar su carrera como investigador.
“Gracias a la labor investigativa pudimos desarrollar y publicar trabajos como la transmisión de tuberculosis en Panamá, la caracterización de una cepa predominante en Colón, así como abordar brotes de las infecciones nosocomiales (Pseudomonas y micobacteria no tuberculosas)”, expone.
Su tesis doctoral se basó en el abordaje de la transmisión de Mycobacterium tuberculosis en entornos comunitarios complejos y en entender brotes causados por patógenos nosocomiales como la P. aeruginosa y la M. chimaera. “El abordaje consiste en optimizar la detección y el manejo de estos patógenos mediante la implementación de herramientas moleculares/genómicas sencillas para el control de la transmisión”.
Acosta señala que le encanta trabajar con todo lo relacionado a la microbiología. Por ello, llevó a cabo su tesis en este campo. Entender las características moleculares y genómicas de la tuberculosis u otro patógeno es su mayor interés.
El biotecnólogo es beneficiario del Programa de Becas Ifarhu-Senacyt para estudios doctorales. Con relación a la difusión de estos programas, sostiene que los jóvenes están enterados, pero considera que se les debe dar más espacio para que tengan un mayor impacto en las aplicaciones futuras. “Los jóvenes deben aprovechar los recursos, la mejor arma que tenemos contra la ignorancia es la educación”.
En cuanto a la difusión de carreras científicas y la preparación de profesionales en este área, considera que se debe dar mayor divulgación científica para describir proyectos en desarrollo y los que ya han sido culminados, esto con el objetivo de despertar en los jóvenes el deseo de optar por la ciencia u otro campo que sea de su agrado.
Tomando en cuenta la situación actual en materia de educación en la comarca Ngäbe Bugle, el biotecnólogo arguye que es necesario que se conozca de primera mano lo que pasa y luego se idee un plan estratégico para optimizar la enseñanza, ya que la educación requiere de un esfuerzo integral.
“Urge abordar la problemática en distintos aspectos, por ejemplo, medios de transporte, centros educativos, dotar a los profesionales con los medios necesarios para la formación de los estudiantes. Pienso que se deben abordar las zonas educativas que tienen mayores retos y fortalecer aquellas que tengan necesidades en otros aspectos”, indica.
Pese a este panorama, se mantiene optimista porque en el territorio nacional más panameños están desarrollando su potencial. “Cuando Estados Unidos pasó el Canal a manos panameñas, algunos pensaban que éramos incapaces de manejarlo, pero los hechos han demostrado que sí podemos administrarlo”.
Considera que si cada ciudadano se prepara y el Estado invierte en la educación tendremos mano de obra calificada en diferentes campos, lo que ayudaría a solucionar problemas sociales, ambientales y de salud en el país.
En materia de biotecnología en Panamá, opina que se deben reforzar las instituciones existentes. “Hay que fortalecer las universidades, centros e institutos de investigación con los equipamientos básicos o necesarios para realizar trabajos de laboratorio e investigativos”.
En ese sentido, manifiesta que el istmo cuenta con campos en los que se podría explotar la biotecnología, como por ejemplo, la ganadería, la alimentación, estudios de enfermedades infecciosas y el desarrollo de componentes bioactivos.
Acosta es consciente de que el desarrollo del conocimiento científico va en incremento en la región de Centroamérica, pero dice que “necesitamos más inversión en ciencia y tecnología para explotar al máximo el potencial que tenemos”.
“La inversión en I+D siempre es cuestionada debido a que cada gobierno que entra tiende a recortar los presupuestos de C y T. Sin ciencia vamos lento o mejor dicho no hay progreso, por tanto, los recursos o presupuestos deben ser parte de un plan de Estado dirigido a una mayor inversión para el PIB. Pienso que estamos en buen camino para dirigir los esfuerzos en hacer más ciencia en Panamá”, afirma.
En cuanto a la situación actual de los hospitales públicos en Panamá, comenta que hay hospitales que quedan en proyecto o a medias y sin culminación debido a un manejo inadecuado de las inversiones.
Por otro lado, un tema que no pasó desapercibido durante la entrevista fue la contratación de médicos extranjeros. “Es necesaria la contratación de médicos extranjeros cuando no contamos con la mano de obra panameña o nos haga falta alguna especialidad médica. Esto debe ser evaluado en profundidad por los expertos del gremio”.
“La situación pandémica de la covid-19 ha hecho que muchos países se apoyen con médicos de otras latitudes para combatir la enfermedad, por ejemplo, España e Italia”, afirma, el especialista, cuya meta es desplegar sus conocimientos mediante estudios científicos, desarrollando saberes que puedan ayudar a abordar los problemas sociales y de salud pública.