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- 03/02/2013 01:00
F ood Porn es un término nuevo para la jerga nacional, se ve con extremada frecuencia dentro de las redes sociales, programas de televisión, Internet y medios de comunicación en general pero, ¿realmente sabemos que significa? La frase ‘Food Porn’ implica a simple vista un término vulgar de connotaciones un tanto pecaminosas y tabús, pero no tiene que estar necesariamente encaminado al rincón de lo negativo y ya veremos por qué.
FOOD PORN O COMIDA PORNO
La comida porno es una forma de presentar la comida de manera espectacular, atractiva y suculenta en forma de comerciales o a lo largo de los medios. Otro de los rasgos que se destaca del ‘food porn’ es el alto contenido de grasa y calorías de dichos platillos a presentar o platos exóticos que incitan a su glorificación como un substituto al sexo. La ‘comida porno’ por lo general toma su forma en fotografías, vistas de manera masiva hoy en día en las redes sociales destacando a Instagram por ser una de las más utilizadas hoy en día por los círculos jóvenes. En pocas palabras, se estiliza la comida para que se vea de una manera provocativa y te impulse a dejar tu dieta junto con todos tus conocimientos de nutrición y salud para adentrarte a la aventura culinaria de devorar el plato que tienes frente a ti.
Mientras algunas personas catalogan la ‘comida porno’ como algo grosero y vulgar, otras la consideran como una forma de arte culinaria, que sin necesidad de apartarte de lo gourmet, sobresalta ese mundo de excesos y placeres que solo disfrutamos en la privacidad de nuestros hogares frente a una pantalla, como naturalmente sucede con la pornografía común y diaria.
Increíblemente, el término ‘food porn’ no nació por estos días. En 1984 fue denotado, de forma sutil, por la crítica feminista, Rosalind Coward, en su libro Female Desire en donde escribe lo siguiente: ‘Cocinar y presentar comida de una forma bonita es un acto de servidumbre. Es una forma de expresar afecto a través de un regalo… Que debemos aspirar a producir comida presentada de forma perfecta y atractiva es un símbolo de una participación agradable al servir a los demás. La comida pornográfica sustenta exactamente estos significados relacionándolos a la preparación de la comida. La clase de fotografías utilizadas en la comida pornográfica siempre reprime el proceso de producción de una comida. Siempre están bien iluminadas y en varios casos, retocadas.’
En Estados Unidos la frase ‘food porn’ es utilizada cuando los productores de alimentos promueven productos que van en contra de los alimentos bajos en calorías y comidas para mejorar la dieta, mercadeando manjares que realcen un alto contenido de grasa y ‘tapa arterias’. El origen de esta frase se le atribuye al Centro de Ciencias de Interés Público, que en enero de 1998 empezó a publicar una columna llamada ‘Right Stuff Vs. Food Porn’ en su sección de Nutrición.
Otra forma de interpretar la ‘food porn’ es que juega con tus sentidos generándote hambre a través de imágenes explicitas presentando todo aquello que tu madre y/o tu doctor te dirían que te mantuvieras alejado.
Bien, cualquier persona con una cámara puede tomar una foto de un platillo cargado de cosas y llamarlo ‘food porn’ pero no necesariamente lo es. La escritora Erin M. del blog ‘The Skinny Gourmet’ define los parámetros que se tienen que encontrar o tomar en cuenta a la hora de tomar una foto para que sea considerada como tal.
— Emplatado. Si bien es cierto que la comida con solo ser presentada puede tener elementos de pornografía culinaria, ese sentido se puede aumentar al incluirle un emplatado elaborado o diferente. Por ejemplo, no es lo mismo presentar un costillar de cerdo a la barbacoa en un plato blanco que en una tablilla de madera semi rústica con una espesa salsa de barbacoa corriendo por encima de cada costilla chorreándose junto con sus jugos. ¿Puedes visualizar la diferencia?
—Comidas Exóticas. Algunas comidas suelen tener un contexto pornográfico no solo por su apariencia física, sino también por su efecto en nuestras vidas cotidianas. A los seres humanos nos tienta y nos fascina lo exótico o eso que puede ser casi inalcanzable. Para los panameños, comer un buen saos o un guacho de frijoles con rabito de cerdo y yuca suena como algo común y silvestre, pero para un europeo puede resultar el platillo más loco y extremo que se comerá en toda su vida. En este sentido lo inalcanzable e inusual, bajo una luz tenue y un buen foco de cámara, puede presentarse como un ítem de comida porno gracias a su alto nivel de rareza.
—La ‘Mirada Pornográfica’: En otras instancias una simple fotografía puede contener alguna sensualidad innata que logra cautivar al observador o la audiencia. Quizás se trata de una relación entre el objeto en cuestión y la persona que lo vea o puede ser que tus ojos se vean atrapados por la habilidad con la que se tomó la foto. Al igual que la pornografía regular, el food porn pretende tentar a su observador, estando este en pleno conocimiento de que está visualizando un objeto inalcanzable. Esta situación crea a su vez una obsesión por querer tener ese suculento plato de arroz blanco, carne encebollada con ajo y culantro y esos frijoles cocidos con huesos de jamón.
—Estéticas: Marcos, Orientación y Aumentos. Para poder ejecutar una foto o imagen que quede encasillada como ‘comida porno’ debes entender que no basta con presionar el botón de la cámara hasta que salga el ‘flash’; debes jugar con los ángulos y direcciones, con los acercamientos y los balances de luces. No es lo mismo ver una foto de un sancocho en un plato en la mitad de la mesa, a ver una foto de un acercamiento de ese mismo sancocho donde se pueda apreciar el ñame y hasta esos trocitos de cebolla sorpresa que encontramos de vez en cuando.
—La imperfección, un fetiche. No todo tiene que ser bonito o perfecto y eso es parte de la magia de la comida porno’. Las imperfecciones también tienen su belleza.
Como una fruta mal formada o un tomate heirloom que de por sí son un tanto diferentes a los tomates convencionales, una papa con un nacido o retoño también esconde belleza dentro de su naturalidad, solo se necesita encontrarle un buen lado y aceptarlo como es.
No hace falta ser un fotógrafo profesional o contar con una cámara de cinco mil dólares, solo debes saber buscarle el lado sexy y sensual a la comida y hacer que brille por encima de todo. La próxima vez que disfrutes de unas hojaldres cubiertas con queso o de un trozo de chicharrón que acompañe tus frituras mañaneras, saca tu cámara, busca ese lado suculento y tienta los sentidos de los demás con una ‘comida porno’ de la manera correcta.