José Ramón Icaza:'No prevemos la necesidad de implementar restricciones de movilidad o el cierre de actividades económicas'

  • 01/01/2021 00:00
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura habla de un Panamá con grandes oportunidades. Detalla con firmeza los sectores estratégicos en la recuperación económica y asegura que nada indica la necesidad de volver al escenario restrictivo y de cierres de 2020

Para el ingeniero José Ramón Icaza, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), el turismo, la agroindustria, la logística y la tecnología son los grandes jugadores en el tablero de crecimiento económico para el país en 2022. A esto se suma la importancia de reforzar la educación y atender otras tareas de urgencia que favorezcan el repunte de los indicadores tras la crisis sanitaria que impuso la covid-19. Por otra parte, el ejecutivo es enfático al señalar que ante el incremento del desempleo producto de la crisis y el aumento de casos de pacientes con la variante ómicron “cualquier medida que se tome (en el sector público) tiene que estar basada en evidencias científicas” y “no vemos la necesidad” de que se implementen restricciones de movilidad, cuarentena o cierre de una actividad comercial o económica, “como lo vivimos en 2020”.

La economía panameña tuvo uno de los resultados de crecimiento más sólidos de América Latina y el Caribe antes de la pandemia, según datos del Banco Mundial. Desde la Cámara, ¿qué retos inmediatos han identificado para este nuevo año?

La economía panameña previo a la pandemia tenía un crecimiento moderado, que de hecho venía teniendo una leve desaceleración y con la pandemia tuvimos la contracción más importante de 17,9%, y en 2021 como Cámara de Comercio estamos proyectando un crecimiento del 13,8%, para el año 2022 un crecimiento de 6,8% y para el año 2023 de 7,6%. Eso lo confirman obviamente distintas multilaterales y organismos internacionales que hacen sus estimados sobre el crecimiento de la economía panameña, que la ubican para 2021 en un doble dígito y para el año 2022, el último informe la Cepal nos indicaba el 8%. No obstante, si bien la economía panameña tiene varias fortalezas y ventajas, todavía hay áreas de mejoras, áreas pendientes por realizar y yo quiero enfocarme principalmente en la importancia de que Panamá logré seguir atrayendo inversión extranjera directa a los niveles previos a la pandemia, que rondaban los $5 mil millones. Pero para que podamos seguirla aumentando, hemos identificado dos áreas que tenemos que atender de manera inmediata: una tiene que ver con las listas grises y el otro tema tiene que ver con el capital humano y la educación, que pasa por la apertura de las escuelas, pero también mejorando la cobertura y la calidad de la educación. También tenemos que replantearnos cuáles han sido los motores de crecimiento tradicionales en nuestra economía basados en el comercio interno; esos motores ya mostraban ciertos signos de desgaste previo a la pandemia. Hay nuevos motores en la economía que deberían ser destinados a mantener un crecimiento sostenible por encima de su potencial de crecimiento, como el turismo, la agroindustria, la logística y la tecnología de información y comunicación. Definitivamente, tenemos muy buenas ventajas como país; somos uno de los países que probablemente saldrá más rápido de esta crisis socioeconómica con una estabilidad política y social. Sin embargo, tenemos tareas pendientes por atender en el año 2022 de manera urgente.

De acuerdo con Icaza, aunque Panamá se posiciona como uno de los países “que saldrá más rápido de esta crisis socioeconómica”, aún restan “tareas pendientes por atender en 2022 de manera urgente”.
La nueva variante ómicron es motivo de preocupación. A la fecha han sido cancelados más de 8 mil vuelos en todo el mundo. Usted mencionaba recientemente que cualquier medida restrictiva, ante el incremento de los casos de covid-19, debe estar sustentada en la disponibilidad hospitalaria y consultada con los sectores afectados. ¿Qué errores no deberían repetirse en materia de políticas públicas para evitar una afectación grave a los sectores productivos?

Primeramente, hay que reconocer el trabajo de los profesionales de la salud, que son los héroes de esta pandemia y han ayudado definitivamente a garantizar un control durante estos 22 meses; sin embargo, también se han implementado algunas medidas restrictivas cuyo resultado no ha ido en función de mejorar ese control de la pandemia, y han tenido un impacto severo y negativo sobre la economía de nuestro país y sobre la actividad comercial, que ahora estamos pagando. Tuvimos una contracción de la economía, pero más preocupante es el aumento del nivel de desempleo; cualquier medida que se tome tiene que ser basada en evidencias científicas, y ¿a qué me refiero?, en este momento hay suficientes estudios de la variante ómicron que indican que si bien es cierto es más contagiosa, presenta síntomas mucho más leves. También esa evidencia científica indica que la vacunación y su cobertura han protegido a la población, sumado a las medidas de bioseguridad que se mantienen vigentes en nuestro país, que han ayudado a reducir la tasa de contagios y la severidad. Incluso lo hemos visto también reflejado en estos mismos estudios que entre el 15% al 20% que han contraído ómicron, en comparación con otras variantes, han tenido la necesidad de llegar al sistema de salud; y entre el 55% al 60% de estos pacientes no han requerido mantenerse en el hospital más allá de 24 horas. Por otro lado, también es importante tomar en cuenta la capacidad médico-hospitalaria. Al inicio, la semana epidemiológica 51 en el año 2020 mostraba que el sistema de salud tenía en utilización más de 2 mil camas. En este momento ese número no llega a 200, aparte de que el número de casos en esa misma semana era de 20 mil; en este momento nos encontramos en 4 mil. ¿Qué quiere decir esto? Que tenemos una amplia capacidad médica, por ende, no se justifica implementar una medida restrictiva en este momento y no lo prevemos, dadas las razones que te he mencionado anteriormente sobre los riesgos de unos síntomas graves o agudos, o la disponibilidad médica. No vemos la necesidad de que tampoco se tengan que implementar medidas de restricción de movilidad, cuarentena o cierre de una actividad comercial o económica como lo vivimos en el año 2020.

Según el Banco Mundial, en 2020 el PIB en Panamá bajó a -17,9%, pero se espera que repunte al 7,5% este año. En esta dinámica, ¿qué papel prevén que jugará la minería en nuestro país?

La minería en este momento es el principal motor de las exportaciones en nuestro país, que representan aproximadamente el 75%; eso es muy importante porque ayuda a la balanza comercial. Panamá históricamente ha llevado una balanza comercial negativa, eso quiere decir que importa mucho más de lo que exporta. La minería representa para nosotros un cambio en esos niveles de la balanza comercial, y esperemos que eventualmente otros sectores aumenten su capacidad y los productos exportables para tener una balanza comercial positiva. Eso se traduce en atraer mayor divisas a nuestra economía aumentando la base monetaria, y en la medida que aumentemos la base monetaria vamos a tener una mayor capacidad de consumo a nivel macroeconómico, eso quiere decir, a nivel de Gobierno Nacional, y a nivel microeconómico, entre las empresas y el ciudadano. Definitivamente la minería juega un papel muy importante en nuestra economía; nosotros como Cámara de Comercio defendemos la minería responsable que cumpla con los planes de mitigación ambientales, con el apoyo social que se requiere, pero también que se realice y se mantenga dentro de un marco jurídico; no solamente estable, sino bajo estricto cumplimiento.

Ante la falta de acuerdos en la Comisión sobre el Salario Mínimo, el Gobierno Nacional publicó este viernes el nuevo decreto que establece los ajustes según las actividades económicas en el territorio.
En 2021 la inversión de capital de riesgo en Latinoamérica rompió una cifra récord. Las compañías respaldadas por capital de riesgo recaudaron $14,800 millones en 772 acuerdos en América Latina. ¿Cómo evalúan el rol de Panamá en el impulso a las nuevas 'startups'?
José Ramón Icaza, presidente de la Cciap

Al inicio de esta explosión de capital de riesgo, principalmente en algunas ciudades de Estados Unidos, este era atraído por empresas en Estados Unidos y después fue permeando hacia Europa, y más recientemente hacia Asia, principalmente a China. Ese capital de riesgo a medida que se ha ido invirtiendo en nuevos emprendimientos en mercados más maduros, más consolidados, ha visto reducida su rentabilidad como parte de lo que es el venture capital. Hoy se están buscando nuevos mercados donde se han visto posibilidades en países como Argentina, Chile y México con empresas de gran potencial por no solamente el nivel de sofisticación que representa ese emprendimiento, sino también por la capacidad del mercado de escalar rápidamente estas empresas y entrar en un proceso de liquidación o apertura y tener su retorno sobre la inversión. Panamá ha sido un polo de atracción de inversión extrajera directa gracias a la estabilidad política, macroeconómica y una economía dolarizada, pero también a la estabilidad social; adicional a eso a la plataforma de servicios que ofrece Panamá. Ahora nosotros, como país, habiendo atendido los retos que te mencioné anteriormente, como el tema de las listas, mantener el grado de inversión del país, el tema del capital humano, estamos muy bien posicionados para atraer capital de riesgo hacia Panamá, aumentar lel nivel de inversión extranjera directa a nuestro país, pero también atraer empresas de estos países y que se ubiquen en Panamá porque tenemos leyes favorables como lo es la Ley SEM y recientemente la Ley EMMA, que también ofrecen ventajas desde distintas aristas como es la parte fiscal, pero también la parte laboral; entonces, tenemos los elementos para atraer ese capital de riesgo y a esas empresas, y que Panamá funcione como una plataforma apalancándose de esa ubicación geográfica y plataforma de servicios para exportar a todos los mercados latinoamericanos y aprovecharnos también del concepto de nearshoring que es tan importante en este momento.

Vimos recientemente la discusión en torno al aumento del salario mínimo, desde la Comisión Nacional, que mostró nuevas divergencias. Durante la negociación, las partes estuvieron alejadas y el sector privado argumentó la inconveniencia de incrementar el salario, considerando el nivel de desempleo y el impacto de la crisis sanitaria en las empresas.

Como Cámara de Comercio estamos representados en la mesa del diálogo del salario mínimo a través del Consejo Nacional de la Empresa Privada. Hicimos nuestra exposición técnica tomando en cuenta los indicadores macroeconómicos que se analizan a la hora de revisar el salario mínimo; quiero hacer referencia a dos de ellos, muy particularmente: uno tiene que ver con el tema de la productividad, nosotros en los últimos años hemos tenido una contracción en la productividad. Eso impacta en el costo de la mano de obra, porque esto es en función al salario multiplicado con la productividad. En la medida en que el salario aumenta y la productividad disminuye, obviamente vamos perdiendo competitividad como economía, en un mundo globalizado que tiene que competir; pero por otro lado, también desde la perspectiva del índice de precio al consumidor (IPC). Cuando se hizo la última revisión del salario mínimo, este estaba por encima del IPC, y ¿por qué?, porque hubo una contracción en el año 2020 y ha habido un aumento en el año 2021 de casi el 3%, de hecho 3,2%. Sin embargo, todavía no se ha logrado compensar el IPC que teníamos a finales de 2019. Por otro lado, también es importante tomar en cuenta que en este momento se han perdido múltiples tasas de empleo, y el enfoque tiene que ser en la recuperación y la sostenibilidad del empleo. En la medida en que nosotros tengamos unos aumentos en salario mínimo se limita la capacidad de las empresas de crecer y generar nuevas plazas de empleo. El sector trabajador expuso obviamente sus razones técnicas, las cuales escuchamos, evaluamos y analizamos; no coincidimos y le toca al gobierno tomar la mejor decisión para el país.

El turismo y la atracción de capital extranjero serán clave en 2022.
Una de mis preguntas recurrentes en esta sección es sobre la mancuerna entre el sector público y el privado. ¿Hemos hecho lo suficiente para plantear estrategias conjuntas que impulsen el desarrollo del país?

Podemos dar fe, como Cámara de Comercio, de que la comunicación entre el sector público y el sector privado en esta Administración ha sido positiva, fluida, constante; hemos tenido apertura y hemos sido escuchados. No obstante, si bien es cierto que hemos logrado participar en múltiples mesas donde se han alcanzado acuerdos, sí vemos con preocupación que estos consensos todavía, hasta el sol de hoy, no logran implementarse; donde tenemos que enfocar nuestra energía ahora es en lograr la implementación de todos estos acuerdos alcanzados. Están los consensos alcanzados de las 43 acciones consensuadas en la mesa público-privada que cerró en octubre de este año, están los del Pacto del Bicentenario donde se lograron 187 acuerdos nacionales y 1,361 acuerdos regionales. La implementación de eso es importante porque a través de esta vamos a ver reflejado un mejor crecimiento económico que repercute en lo social, pero también vamos a verlo reflejado en la confianza del panameño y en ese índice de confianza del consumidor que es tan importante para el crecimiento económico, pero también para sostener y generar nuevas plazas de empleo.

Durante la conferencia sobre el clima (COP26) celebrada en noviembre en Glasgow, el Gobierno marcó su posición frente a los compromisos adquiridos en materia medioambiental; ¿cómo estimular al sector privado a participar más activamente en esta nueva visión verde de país?

Con respecto al tema climático, tenemos que incorporar en nuestras empresas, y en todo el tejido empresarial y económico del país, la economía circular; reducir al máximo las mermas, las pérdidas dentro de los procesos productivos y tener procesos productivos mucho más eficientes con un menor impacto en la huella de carbono en nuestro país, y por ende en el mundo, porque obviamente las afectaciones al clima no tienen fronteras. Lo que hacemos en Panamá afecta a otros países, y viceversa; pero esta es una responsabilidad compartida de todos los ciudadanos. Aquí hay temas también importantes que trascienden, como el impacto de las empresas; pero también el impacto que tiene el ciudadano, sobre todo en la disposición de desechos, porque esa disposición de desechos termina finalmente en nuestros océanos, ríos, bosques, en los cuerpos acuíferos y estamos contaminando nuestro ecosistema, nuestro entorno urbano y esa contaminación del entorno urbano tiene una repercusión en la salud pública que es muy importante.

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