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- 07/10/2018 02:00
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El continente cautivo: periodismo contra la corrupción y la captura política en América Latina fue el tema de la conversación entre el argentino Hugo Alconada, periodista del diario La Nación y miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación; la chilena Mónica González, directora del Centro de Investigación Periodística de Chile (Ciper) y el mexicano Daniel Moreno, director de la pagina web Animal Político.
Todos ellos han ayudado a destapar enormes casos de corrupción y su trabajo ha sido reconocido con premios. Están orgullosos del trabajo que se hace en Latinoamerica porque ‘nos encargamos de nuestra propia basura, no vienen otros a sacarla', dice González quien inicia la charla.
Para ella, estamos en un punto de inflexión, pues no vale de nada una reunión para destacar las grandes investigaciones que sus equipos de trabajo han logrado. ‘Ninguno de los cuatro que estamos aquí somos ególatras. Hacemos investigación porque entendemos que el periodismo es servicio público, porque entendemos que las herramientas de las que disponemos son un privilegio, no para ser famosos'.
Además, la realidad nos da un golpe pues la corrupción se presenta hoy en un carácter descontrolado y desbocado. ‘Casos como Lava Jato son la principal demostración de que nos enfrentamos a un poder oculto pero real', declara González.
Según la investigadora, nos engañan con unas elecciones periódicas en las que el poder cambia supuestamente, mientras que cada vez menos electores participan y hay una ciudadanía ‘cada vez más molesta, hastiada, disconforme, insatisfecha y profundamente alterada por los efectos de la violencia y pobreza que trae la corrupcion'. No hay tales cambios y la suerte de los ciudadanos continua igual.
Frente a esta realidad, González dice que ‘tenemos que admitir que hemos trabajado mal'. Y su conclusión tiene que ver con que aunque se destape el nombre de algún político que haya dado su brazo a torcer, no se busca mas allá, en los congresos, donde se crean leyes ‘con fuerados para que nadie vaya a la cárcel'. Tampoco se mira a otros actores como las mineras o los laboratorios farmacéuticos. ‘Nos están haciendo creer que los ministros son importantes y no vemos claves como la ingeniería tributaria, que es donde realmente comienzan los entramados. Durante muchos años hemos visto pasar a quienes realmente se quedan con miles de millones de dólares que van a parar a paraísos fiscales', cuenta.
De hecho, la violencia que sacude a nuestros países vecinos como Venezuela, Nicaragua o El Salvador, no es un tema, ideológico puro, según la especialista. ‘Es un tema de corrupción del poder; es un tema de colución entre políticos ya sea de izquierda, derecha o de centro, con el gran poder de las transnacionales que son las que deciden las grandes políticas de nuestros países'.
Pero a pesar de este panorama no tan halagador, González está convencida de que ‘es en este momento en que el buen periodismo puede dar un paso adelante'.
ARAR EN EL MAR
Daniel Moreno está consciente de que en la mayoría de las veces, a pesar de las denuncias y la presentación de pruebas, la gran mayoría de los casos permanecen impunes. Ante la frecuente pregunta hecha a los periodistas sobre el valor de una investigación si nadie llega a la cárcel, se permite hacer unas anotaciones. ‘Soy un convencido de que además de las sanciones legales también las hay políticas y sociales. Por supuesto que uno quiere la cárcel y la devolución de lo robado, pero el 1 de julio pasado, en México, 30 millones de personas decidieron darle un manazo al tablero de la corrupción y elegir a un presidente con un origen político y un partido únicos en la historia moderna de Mexico', cuenta.
‘Más allá del debate de si el próximo gobierno tendrá una buena actuación, está el hecho de que esos 30 millones de mexicanos dieron una sanción política y social a los corruptos y los expulsaron del poder. Eso, déjenme decirlo, ha sido en parte por la difusión de los resultados de las investigaciones de periodistas que ha costado tantos muertos', detalla.
Moreno insiste en que como periodistas se debe tomar en cuenta que hay otro tipo de sanciones ‘que nos dan un poco de esperanza de que nuestro trabajo sirve, de que nuestro trabajo no se queda en el enojo, y en esta acción, que es la mas primaria, la de ejercer el voto en contra de los partidos que demostraron una y otra vez la corrupción, hay una respuesta de la propia ciudadanía'.
UN CAMBIO DE ENFOQUE
Para lograr un verdadero resultado hay que mirar el problema de otras formas. Esto lo asegura Hugo Alconada ya que existe un problema sistémico de fondo. Esto ha podido observarlo con los equipos de trabajo con que ha trabajado en los últimos años. ‘La tentación inicial es quedarnos en el político corrupto de turno, y además tenemos la tendencia a pensar que el corrupto y el coimero es solo el político, y en realidad hay un entramado de fondo que abarca muchos más jugadores que por lo general están por debajo de los radares y esa es una falencia periodística nuestra. Ese entramado, ese sistema involucra a políticos pero también a empresarios, banqueros, sindicalistas, periodistas, dueños de medios, gente de inteligencia, policías...'.
Alconada recuerda que la empresa Odebrecht pagó en Argentina campañas a políticos y compró por silencio o elogios a no menos de 50 periodistas. ‘Hay un entramado de fondo mucho más profundo', explica.
Otro detalle a contemplar es que hay problemas sistémicos estructurales que llevan a la corrupción. ‘Las campañas electorales terminan siendo como el pecado original de la política. Naciste, y ya pecaste. En Argentina, si quieres competir por la presidencia necesitas unos 100 millones de dólares. Hay un montón de límites legales y en la práctica ninguno se cumple', afirma. Además hay empresarios que no apuestan a un caballo sino al menos a los tres principales. No hay manera de perder.
‘Los periodistas nos enfocamos en la oveja descarriada, el que se tentó, agarró dinero y salió corriendo, y en realidad tienes un problema mucho más profundo que está allí y como tendencia no escribimos de ello', analiza Alconada.
El caso Lava Jato expone la dinámica de la cartelización entre las empresas. ‘Odebrecht lo que está exponiendo es que cada vez que desembarcaban en un país lo único que hacían era buscar quien era el interlocutor válido, cuál era la puerta indicada para sumarse al club de la obra pública local. No venían a romper con las que estaban; se venía a asociar', detalla el argentino. La situación concluyó con una cantidad de obras de infraestructura innecesarias con sobreprecios, en algunos casos hasta del 50% y muchas de ellas, inconclusas.
PERDIDOS EN LA DISTRACCIÓN
La corrupción no solo se presenta en grandes casos sino en pequeñas acciones que en nuestra mente se van normalizando. Los periodistas no escapan de esta situación. ‘Alguna vez los periodistas tenemos que salir al banquillo porque generalmente las pasamos colados. Somos parte del poder y también tenemos impunidad', reconoce González, quien dijo sentirse complacida de que comparte diagnósticos con los colegas de otros paises. ‘No se trata de venir a decir, mira qué bien investigo. El tema es otro', dice convencida. De acuerdo con Gonzáles ya no hay espacios para hacerse de la vista gorda: ‘dijo una mentira, pero él es colega'. Tampoco hay excusas para mantenerse ocupados con señuelos.
En 2006 , elecciones de diversos países de la región cambiaron el mapa político. ‘La esperanza renacía en estos presidentes de izquierda que venían a atacar la desigualdad, la pobreza y la violencia. Estamos a 2018 y, ¿qué ha cambiado?'.
‘La culpa no es solo de los políticos, nosotros no fuimos capaces de permear la obscena desigualdad que impera en América Latina. Y esos dineros que se han perdido en tramas como la de Lava Jato, que abarcó 12 países debían disminuir la pobreza', exclama González. Tramas que involucran parlamentarios, empresarios de todo tipo de negocios, periodistas. Tramas que incluyen fraude tributario, legislaciones cargadas de fueros. ‘El crimen organizado es un conjunto de poder oculto en que se juntan todo tipo de empresas. Y en esa conjunción de crimen organizado es donde tenemos que asumir nosotros los periodistas y encontrar las formas', dice la periodista chilena.
Es este poder oculto, según los expertos, están los que terminan tomando las grandes decisiones, los que nos roban y los que generan violencia, pero para conocer a ese poder oculto hay que apropiarse del sistema. ‘Estamos obligados a estudiar más que nunca, debemos saber cómo funciona el poder oficial para entender donde se anida el poder real , no más contemplaciones con los periodistas corruptos', exclama González.
NADIE HA DICHO QUE ES FÁCIL
‘Tenemos la tendencia a pensar que el corrupto y el coimero es solo el político, y en realidad hay un entramado de fondo que abarca muchos más jugadores que por lo general están por debajo de los radares y esa es una falencia periodística nuestra',
HUGO ALCONADA
PERIODISTA DEL DIARIO ‘LA NACIÓN'
En esta lucha se combate a un enemigo que siempre está unos pasos adelante, por ello ‘hay que tener la imaginación, el talento y sobre todo el conocimiento para ir hacia adelante. El trabajo es complejo y puede ser extenuante, pero hay que tener presente que la corrupción está presente en todos los ámbitos: cultura, deporte, no solo en los servicios públicos; lo que hace urgente combatirla. ‘Es un tema que tenemos que abordar con metodología, con estudio, con trabajo colaborativo', indica Moreno.
Para Alconera es crucial no solo detallar porqué se da la corrupción sino qué están haciendo las instituciones dedicadas a velar por el cumplimiento de normas que están haciendo los organismos de control. ‘Hay que ir a lo sistémico y aprender a mirar por debajo. Muchas veces vemos el poder transitorio, pero no quien está tras el poder permaente porque mantiene un perfil muy bajo', detalla.
‘Hay un poder oculto y nosotros nos hemos estado persiguiendo protagonistas de segunda y de tercera', dice González. ‘Tenemos que buscar distinto y estar más conscientes de que más ojos tienen más miradas'.
Moreno coincide. ‘Hay que dejar esa lógica del lobo solitario y hacer más trabajo colaborativo'. También por el hecho de que es un trabajo muy peligroso, pero absolutamente necesario para la sociedad. ‘Lo que está en juego es la democracia, no tenemos más remedio que decirle a la sociedad ‘mira lo que está pasando' y hacer mejor nuestro trabajo porque tiene un enorme sentido', concluye González.