“Para el año fiscal 2026 se prevé una disminución de entre 1.100 a 1.200 tránsitos (de buques), dada la situación de la economía mundial”, declaró el administrador...
‘La locución es música a través de las palabras’: Un vistazo a la trayectoria de Francisco Paz


- 21/08/2025 00:00
Francisco Paz es una voz que se dedica a explorar sentidos y límites, siendo locutor comercial bilingüe, productor musical y DJ experto, la versatilidad es su mantra diario. Con más de 16 años de carrera, Paz ha forjado a otros como artistas de la voz y frecuentemente se encuentra reinventándose y estudiando más sobre el impacto de la musicalidad y la voz.
En 2024 ganó uno de los premios más prestigiosos del mundo de la voz profesional otorgado por SOVAS, los VoiceArts Awards en la categoría Body Of Work – International por su trabajo como VoiceOver Bilingüe, un premio que lo distingue por su trayectoria de trabajo bilingüe, y dos premios en en Festival VivaVoz en Colombia: Mejor Demo de Voz Comercial, y Mejor Voz Internacional en idioma extranjero.
Ahora conversó con ‘La Decana’ sobre sus pasos iniciales, lo importante de conocerse bien a uno mismo y tener actos de fe a través de las trayectorias personales y profesionales en el marco del Voice Talent Panamá.
Casi te diría que fue por casualidad. Yo entré en el mundo de la locución, específicamente la comercial, porque soy músico y comencé haciendo música publicitaria, jingles. Cuando veía a los locutores darle la “frutilla al postre” a mis piezas, me pareció fascinante. Poco a poco me animé a entrar a la cabina. Después estudié formalmente la carrera de locución en Argentina. Allí descubrí un valor agregado: el inglés. Ser bilingüe me abrió muchas puertas, porque muchas veces necesitaban un mismo comercial en español y en inglés. Así fue como empecé a transitar un camino que, al inicio, parecía una “changuita”, pero que terminé profesionalizando. Aquí en Argentina —y también en Panamá, uno de los pocos países con esta normativa— hay que tener una matrícula para ejercer como locutor. Es un compromiso fuerte, con muchas horas de estudio y exámenes, pero es una carrera muy gratificante.
Para mí todo tiene que ver con todo. Siempre digo que la locución es música con palabras. Arranqué tocando piano a los tres años, luego fui músico, compositor, remixer... y después locutor. Incluso ahora sigo musicalizando fiestas, aunque ya me dediqué 100% a la voz profesional.
Yo lo veo como un multiverso creativo. La música y la locución se entrelazan: ambas son narrativas, ambas transmiten emociones. Para mí, musicalizar un evento es contar una historia con canciones, igual que narrar un texto es contar con la voz.
Lo escucho en tu boca y digo: “Wow, hice todo eso”. Pero la verdad es que fue paso a paso, muy orgánicamente. Muchas oportunidades surgieron por recomendación, y otras por el bilingüismo, que me permitió grabar en inglés para mercados hispanos o en español para Estados Unidos.
Cada idioma tiene sus particularidades, y el desafío es lograr que el mismo mensaje llegue con la misma fuerza en ambos. Al final, la voz es música con palabras, otra vez.También aprendí que en este trabajo uno debe ser una “solución en una lista de problemas”. A veces un director me llama porque necesita la voz ya mismo, para algo que sale al aire al día siguiente. Y ahí el reto es conectar rápido, ser efectivo, gastar bien las pocas “balas” que tenemos.
Es difícil elegir, pero recuerdo dos. Uno fue una campaña para Jeep, donde interpretaba la relación entre un padre y un hijo. Tenía que hacerlo en inglés británico, con mucha intimidad y sensibilidad. Fue tan intenso que terminé llorando en la cabina.
Otro fue algo completamente distinto: cantar y rapear para ‘Cocomelon’. Hice la voz del papá de Nina, en español e inglés, e incluso grabé un rap educativo sobre el sistema digestivo. Imagínate: un día grabando canciones para niños, y al otro, conduciendo el acto oficial del 25 de mayo en la Plaza de Mayo, con autoridades y helicópteros pasando. Esa versatilidad me encanta.
Todos los días. La carrera del locutor es solitaria, y como freelancer uno siempre piensa: “¿Y si no me llaman más?”. Eso genera vértigo. Pero también he sembrado muchos caminos, como Hansel y Gretel dejando migas. Algunas de esas semillas crecen, y eso te da perspectiva.
He aprendido que la pasión es también un acto de fe. Hay que estar dispuesto a reinventarse y, si es necesario, hasta cambiar de rumbo sin miedo.
Uno de mi padre: “Tenés que hacer lo que te gusta; si además te da dinero, mejor”. Puede sonar testarudo y romántico, pero es cierto. Otro consejo lo recibí de Armando Plata: “Tú no eres para todos los proyectos, y no todos los proyectos son para ti”. Me costó entenderlo, porque yo quiero agarrarlo todo. Pero hay trabajos que no son para uno, y está bien dejarlos pasar. Y también aprendí que el desafío más grande es mantener la frescura, no perder la pasión ni la claridad en el camino.
Estaré con un conversatorio y un taller. La conferencia se titula “Traducción simultánea emocional: el arte de convertirte en una solución en una lista de problemas”. Hablaré de cómo conectar con los mensajes, superar los “ruidos” de la comunicación y transmitir con efectividad. El taller se llama “Mapas sonoros: cómo la voz navega los paisajes que escucha”. Allí trabajaremos de manera práctica: escucha activa, lectura interpretativa, fluir con el texto, entender en qué tiempo y espacio estamos antes de ejecutar. No quiero que los asistentes imiten a Francisco Paz, sino que encuentren sus propias voces y personajes.