La labor del terapeuta ocupacional en tiempos de pandemia

Han pasado dos años desde que se inició la pandemia por covid-19 que ha impactado a nuestra sociedad en diferentes aspectos: sanitario, económico, social y hasta el político, causando más pobreza, desempleo, cierre de escuelas. Muchos de los contagiados por covid-19 han sido hospitalizados y un gran porcentaje falleció, mientras que el resto de los sobrevivientes está padeciendo secuelas.

Por otro lado, debido al confinamiento o al cambio en sus hábitos o rutinas, o al endeudamiento económico, muchas personas se han visto afectadas desde la perspectiva de la salud mental.

La terapia ocupacional en Panamá es una profesión sociosanitaria, con una formación científica, clínica y social. Actualmente los terapeutas ocupacionales laboran en diferentes ámbitos, ya sea públicos o privados, en hospitales, clínicas, centros de rehabilitación, escuelas, asilos, empresas, etc, atendiendo a una población que va desde recién nacidos hasta los adultos mayores.

Como profesionales de la salud, durante la pandemia por covid-19 hemos aportado en mantener ese equilibrio ocupacional que repercute en los estados de salud físico y mental, y brindamos atención a los pacientes afectados y a los que padecen sus secuelas. Aunado a la atención terapéutica de las personas con diagnóstico y que han ameritado mantener una intervención de terapia ocupacional, que se brindó de manera presencial y a través de la nueva modalidad de telerrehabilitación.

Durante la pandemia, los terapeutas ocupacionales a nivel nacional, como internacionalmente, se enfrentaron a diversos desafíos, por lo que la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT, por sus siglas en inglés) realizó una publicación declarando su postura en la que reconoce el impacto de la covid-19 en la vida, la salud y el bienestar de las personas, las comunidades y las familias (WFOT, 2020)

En estos dos últimos años, para mitigar la pandemia por covid-19, se tomaron medidas de salud pública entre las cuales se puede resaltar el aislamiento social, impactando negativamente a la sociedad. Desde la perspectiva de la terapia ocupacional, esta privación en la participación social y/o privación sensorial ha causado un desequilibrio ocupacional, o una alteración en el comportamiento ocupacional, impactando la salud física y mental de las personas.

La pandemia demostró que los seres humanos somos personas sociales y ocupacionales, que vivimos en comunidad. El terapeuta ocupacional asumió el desafío de liderar procesos para permitir dar continuidad a los ciudadanos; la participación en escenarios cotidianos como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad, respondiendo a las nuevas demandas de interacción mediadas por la virtualidad y los nuevos protocolos de bioseguridad establecidos, sin dejar de lado que como seres humanos, la interacción social de manera presencial está fuertemente ligada a nuestra esencia como seres que vivimos en comunidad.

Podemos concluir que el trabajo del terapeuta ocupacional en la vida de las personas se centra en la defensa y calidad de vida para todos, considerando siempre su interés y el significado que le da ese ser a la ocupación, por lo que en tiempo de pandemia debe resaltarse esa labor, ya que duplicaron los esfuerzos; primero manteniendo su atención presencial o en telerrehabilitación a todos esos pacientes que así lo ameritaban, y por el otro lado estaría la atención a aquellas personas que requieren que se les oriente sobre ese equilibrio ocupacional y cómo mantenerlo, ya que un desequilibrio ocupacional puede causar afectación en la salud mental, llevándolas a un estado de ansiedad o incluso depresión.