László Krasznahorkai, el Nobel que abraza la distopía para hacer frente a la realidad

  • 10/10/2025 00:00
Conocido por su única forma de contar historias, el autor húngaro se caracterizó por hacer gala de lo absurdo en su obra literaria

La Academia Sueca decidió reconocer este año con el Nobel de Literatura al escritor húngaro László Krasznahorkai, un autor conocido por romper esquemas en su obra literaria. El jurado premió su obra a la que calificó de ‘visionaria’ y ‘convincente’. Una obra que “en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”, según reza el fallo.

Conocido por una prosa caracterizada por las oraciones largas y los relatos pausados, Krasznahorkai ha ido construyendo el cordón umbilical con sus lectores y cimentando su posición en la literatura universal. Algo que nunca jamás se hubiera imaginado tal como reconoció ayer a la radio sueca: ‘Solo quería escribir un libro, no quería ser escritor’.

Sin embargo, esa pulsión por escribir le pudo más y le llevó a producir más de 45 obras entre novelas, ensayos y cuentos cortos.

Una de esas obras que mejor ilustra su forma de contar historias es ‘Tango satánico’ (1985). Con su mejor estilo, narra cómo transcurre la destrucción y el abandono en una granja de su Hungría natal, que vivía bajo un régimen comunista.

Es en ese ambiente en el que creció un escritor que se basó en la cruda realidad que vivía en esa infancia que vivía en Gyula, una ciudad ubicada en la frontera entre Hungría y Rumanía. Allí experimentó lo que era reprimir los deseos y aspiraciones de uno mismo. Esa frustración la volcó creando ese universo del que habitan sus novelas.

Amante de la perfección, Krasznahorkai siempre empezaba a escribir otro libro sin terminar el anterior. Inconforme con su propio estilo también desveló a los locutores de la radio sueca que lo entrevistaban que su vida era “una corrección permanente”. No obstante, se puede deducir que el haberse ganado el Nobel de Literatura le podría haber dado algún que otro alivio. Si bien manifestó sentirse feliz y tranquilo con la noticia, confesó que también se encuentra nervioso.

”Es el primer día de mi vida como ganador del Nobel. No sé que va a ocurrir en el futuro”, se cuestionó, según fue citado por la agencia EFE.

Un alma inconforme y aventurera

Esa inconformidad a la hora de escribir sus novelas, también la expresó a lo largo de su vida. Entre los años 1973 y 1978, estudió Derecho en las Universidades de Szeged y Budapest. No obstante, Krasznahorkai terminaría abandonando estos estudios universitarios.

Así como cambiaba de carrera, también de empleos. Después de ejercer profesiones como las de minero y vigilante de seguridad, decidió dar el paso por las letras e inició sus estudios de Andragogía (enseñanza de adultos) y Filología Húngara en la Universidad de Budapest. Posteriormente, decidió abrirse camino a través de numerosos artículos en revistas literarias.

Decidido a hacer de la escritura su oficio, publica ‘Tango satánico’ (1985) en una época donde hablar libremente estaba prohibido. Esos relatos complejos que construía los justificaba diciendo que las oraciones cortas no le hacían justicia al torrente de palabras que es, en su opinión, la mente humana.

A mediados de los años 1980, Krasznahorkai logra transformar sus horizontes al abandonar su Hungría natal y tomar la decisión de viajar y residir en diversos países durante 15 años. Las experiencias que vivió en países como Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, China y Japón le sirvieron para enriquecer aún más su obra literaria.

La misma también esta compuesta por obras tales como ‘Guerra y guerra’ (1999) y ‘Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río’ (2003).

Los elementos literarios que aprendió a dominar mientras residía en territorio asiático le inspiraron a ahondar aún más en la distopía y la apocalipsis, dos elementos que se convertirían en parte de su sello como autor. Tanto es así que la escritora y filósofa estadounidense Susan Sontag lo definió como ‘el príncipe de la apocalipsis’, comparándolo con Herman Melville, autor de ‘Moby Dick’.

Echando la vista atrás y tras haberse ganado el máximo galardón de las letras universales, Krasznahorkai no solo consideró ese logro como uno de los más importantes de su vida. También manifestó su satisfacción por la existencia de un premio que evidencia el poder de ‘la literatura que existe por sí misma’. Para el autor, la literatura es un testamento del halo de esperanza que es para muchas personas.

“Es una evidencia de que la belleza, la nobleza y lo sublime siguen existiendo por sí mismos. (...) Puede ofrecer esperanza incluso a aquellos en quienes la vida apenas palpita. Confianza, aunque parezca que no hay motivos para ello”, concluyó.

Las adaptaciones cinematográficas

Las adaptaciones cinematográficas de las obras literarias suelen ser a menudo un gran objeto de escrutinio no solo por parte del público sino, hasta en ciertos casos, por los mismos autores de las obras que se representan en la gran pantalla.

Con Krasznahorkai, este no ha sido el caso. Para reflejar fielmente su narrativa a través del séptimo arte, unió esfuerzos con el cineasta también húngaro Béla Tarr para que éste adaptara dos de sus obras más reconocidas con un estilo narrativo fiel al suyo.

La adaptación cinematográfica de ‘Tango satánico’ tiene una duración de siete horas, la cual la hizo merecedora de la crítica como una de las cintas emblemáticas del cine de autor. En tanto, la de ‘La melancolía de la resistencia’ es reconocida por aportar un valor filosófico y estético a la historia originalmente contada por el escritor que ya se convirtió en todo un Nobel.

László Krasznahorkai
Escritor
[La literatura] es una evidencia de que la belleza, la nobleza y lo sublime siguen existiendo por sí mismos.
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