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'Plus size', la nueva cara del mundo de la moda
- 01/11/2022 00:00
- 01/11/2022 00:00
El mundo de la moda ha sabido cómo adaptarse al movimiento body positivity (positividad corporal). Y es que la industria no escapa de esta reconceptualización de la belleza femenina, que parece haber llegado para quedarse, y demuestra que los cuerpos pueden ser hermosos en cualquier talla y tamaño.
Aunque la inclusión más diversa de modelos es todavía una tarea pendiente en el mundo del high fashion, en la última semana de la moda en Nueva York, 27 de 110 marcas incluyeron a chicas plus size en sus diseños y desfiles, revela el 'Fashion Month Size Diversity Report', estudio de la modelo curvilínea Felicity Hayward.
Michael Kors, Fendi, Tommy Hilfiger, Christian Sirano, Carolina Herrera, entre otras casas de alta costura, se atrevieron a apostar por estas mujeres, que aún siguen siendo no convencionales en las pasarelas de temporadas anteriores.
Este cambio se debe a la demanda que existe actualmente entre los usuarios del mercado textil, convirtiéndolo en una exigencia para las marcas. De hecho, colecciones como Savage x Fenty de Rihanna, Skims de Kim Kardashian o Yitty de la cantante Lizzo han demostrado ser éxitos rotundos gracias a romper moldes en cuanto al tallaje se refiere, dejando atrás lo tradicional y las clásicas modelos chic con figuras altas y delgadas.
Olivier Rousteing, director creativo de Balmain, comentó al respecto en una entrevista a Vogue diciendo: “Durante mucho tiempo, la moda se había quedado estancada en su propio estereotipo de lo que era elegante, lo que era moderno. Y se lo hacíamos sentir así a las mujeres, que si su cuerpo no era de determinada manera, tenían que ocultarlo”.
Y con la obligación de ampliar el catálogo de tallas, la representación también se ha vuelto parte de la norma.
Las modelos de tallas grandes han contado con mayor inclusión en procesos de casting, logrando catapultarse en la industria.
Un gran ejemplo de esto es Ashley Graham, considerada una de las modelos plus size más exitosas. Ha aparecido en portadas de Vogue, Harper's Bazaar, Elle y Glamour, y ha caminado en pasarelas para casas como Dolce & Gabbana, Fendi y Michael Kors.
Para 2017 Graham lanzó su libro A New Model: What Confidence, Beauty, and Power Really Look Like, donde cuenta su historia antes de la industria de la moda y su llegada a la misma al igual que sus triunfos y fracasos.
Otra historia de éxito entre modelos curvilíneas es la de Precious Lee, quien aparte de dedicarse a los runways es también actriz, activista y escritora.
En la temporada de primavera del año pasado, se convirtió en la primera modelo plus size de raza negra en participar de una pasarela de Versace, al igual que la primera mujer talla grande en un desfile de Moschino.
Precious ha realizado campañas para diferentes marcas como Savage x Fendi, Jimmy Choos y Calvin Klein, y portadas para las revistas British Vogue, Vogue Italia, Vogue Arabia, ID, Harper's Bazaar, entre otras.
También se dedica a hacer campaña para la inclusión de tallas y razas en el mundo de la moda, aprovechando su posición influyente en la industria y su estatus de figura pública.
Según un estudio de la Boston University de este año, la presencia de las modelos curvy en redes sociales crece cada vez más.
Los resultados muestran que mientras las diez modelos mejores pagadas tienen en promedio 38 millones de seguidores en plataformas como Instagram, 144 mujeres plus size dedicadas al modelaje tienen 13 millones de más.
Para el encargado de la investigación, Neelam Vashi, la industria de la moda ha reconocido el nivel de popularidad que tienen este tipo de modelos al representar figuras más curvilíneas dentro de sus campañas de mercadeo e incluso alterando la figura real de otras modelos con rellenos.
Sin embargo, la historia de la modelo Sarah Jane Kelly no coincide con estos resultados.
Kelly fue contratada por la compañía de venta de textiles, Shein, para realizar una sesión fotográfica en los primeros meses de este año.
Aunque en un inicio tuvo una experiencia positiva, fue poco después de que la empresa subiera sus fotografías, cuando se daría cuenta que estaban demasiado editadas.
Este fin de semana, la australiana de 28 años hizo un reclamo mediante redes sociales a Shein. Alegó mediante un post de Instagram que la compañía retocó sus fotos para hacerla ver más delgada.
“Estoy acostumbrada a que las compañías me hagan photoshop, lamentablemente es parte del trabajo. Pero esta vez fue demasiado gracioso, ni siquiera me veo así”, contó la modelo al portal de noticias news.com.au.
Además, denunció en la misma entrevista que Shein redujo algunas partes de su cuerpo y agrandó otras en la imagen retocada. “Esto hace que las personas de tallas grandes se sientan peor. Envía el mensaje de que está bien tener grasa solo si es en los lugares correctos”, también reflexionó la modelo.
La realidad es que aunque la inclusión de las personas plus size ha avanzado de manera positiva en la escena fashionista, todavía hay problemáticas que abordar.
Las modelos y ropa de talla grande siguen siendo una conversación en desarrollo y una deuda pendiente de concretar por la industria de la moda.