Hormonas y sexo

Actualizado
  • 26/12/2008 01:00
Creado
  • 26/12/2008 01:00
M uchas parejas creen que el rendimiento sexual sigue un movimiento rectilíneo y lo cierto es que es una curva descendente conforme avan...

M uchas parejas creen que el rendimiento sexual sigue un movimiento rectilíneo y lo cierto es que es una curva descendente conforme avanzan los años. Por más que hablemos de personas individuales, este rendimiento tiende a decaer al paso del tiempo y cuando hablamos de parejas, otros problemas y variables se suman a la conspiración del sexo. Analicemos el problema desde un punto netamente biológico que es lo que dicta nuestros destinos. La hormona que dicta la apetencia o la libido en el ser humano es la testosterona.

En efecto, tanto hombres como mujeres necesitan de la presencia de esta hormona para disparar su mecanismo sexual. Esta hormona está presente en las mujeres en cierta cantidad, pero circula al fin y al cabo y se mantiene más o menos constante hasta la menopausia, luego desciende.

El caso del hombre es distinto y desde la pubertad, sus niveles de testosterona empiezan a dispararse hasta alcanzar su pico en la adolescencia. Es esta hormona la que además le entrega fuerza, agresividad y predisposición para su trabajo cotidiano.

Se dice que tan pronto como a los 23 años, los niveles de testosterona empiezan a descender en él, pero es hacia los cuarenta años que la curva empieza a ponerse un poco peligrosa, después de la cual se produce una pendiente mucho mayor. Es por eso que desciende su nivel de apetito sexual.

En la mujer también decrecen sus niveles de testosterona luego de la menopausia, pero la gran diferencia con el escenario del hombre es que aquella nunca estuvo acostumbrada a niveles altos de la hormona.

Por esta razón es que las mujeres pueden quejarse de que su marido se muestra inapetente y es aquí donde deben mayor comprensión puesto que éste ha sido despojado en mucha mayor medida que ella. Por cierto que la modernidad entrega el viagra para resolver casos biológicos. Pero ¿qué sucede más allá de este punto de inapetencia sexual? Ciertamente esta es la parte más compleja del problema ya que cada persona es un universo distinto, amén de los cambios secundarios que se han propiciado por el bajón hormonal en el organismo.

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