Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...
- 20/11/2008 01:00
- 20/11/2008 01:00
Empecé por conocer Tlaquepaque, un pueblito encantador donde puedes pasear por horas entre calles. Es un paraíso para esas fanáticas del "shopping". En este lugar puedes encontrar antigüedades extraordinarias; desde un Miguel Arcángel hasta un cuadro tipo "POP ART" de los famosos luchadores como "El Santo".
También podrás disfrutar de las mejores artesanías del patio. Yo en particular me enamoré de unas canastas hechas con tiritas de plástico, por una artesana que tenía un puesto en el parque. A los dos costados del mismo están ubicadas las dos iglesias más importantes del pueblo: El Santuario de Nuestra Señora de la Soledad y la Iglesia de San Pedro. Estas dos iglesias son hermosas. Pude entrar y apreciar la arquitectura, los santos y mojar mi frente con agua bendita en cada una de ellas.
Fuimos a un restaurante llamado “El Patio”. Esta fue mi mejor experiencia con comida y con mariachis. Aquí ordenamos las famosas tortas ahogadas, unas margaritas, y todo mientras nos cantaban mujeres mariachis. Sencillamente, perfecto! También descubrí una verdura blanca llamada la jicama. Ellos la comen con chile en polvo y limón. Delicioso...! Les sugiero comer al llegar, ya que así pueden quemar todas las calorías mientras están de compras. Esto se llama "compras saludables".
En cada tienda había un altar de muertos debido a las fechas. Era impresionante ver los detalles. Tenían calaveras comestibles con nombres escritos en sus frentes, y fotos de famosos mexicanos fallecidos: Agustín Lara, Cantinflas y María Félix.
Para los amantes de lo "HIP", está Cocina 88. Un restaurante ubicado en el centro de la ciudad, es pescadería y carnicería. Al llegar te llevan a un tour por el local, para que veas los cortes frescos y elijas el que quieres. Después a la cava para elegir el vino. Un ambiente superchic y agradable. La música también estuvo excepcional. Yo opté por la entraña y una ensalada. La selección de vino fue mexicana, Monte Xanic. Muy rica por cierto.
La noche antes de despedirnos fuimos a una discoteca llamada "Wallstreet". Ese dia era el de la salsa y fue divertidísimo ver una banda de mexicanos cantar este ritmo caribeño. Parecía que el lugar estaba lleno de bailarines profesionales, muchos fanáticos de la salsa. Las chicas eran bellas y daban vueltas y más vueltas, y una mientras bailaba merengue se fue hasta el piso en un "Split", cosa que me pareció alucinante.