Yigo Sugasti: La canción tiene una misión totalmente existencial

“Era algo que venía posponiendo desde hace mucho tiempo, de hecho, si la pandemia no hubiera llegado, esta canción se hubiera publicado hace dos años”, explica a su entrevistador, José María Torrijos en una presentación 'one to one' a la cual fueron invitados medios de comunicación para formalizar el lanzamiento de “Qué rico”, tema que marca el regreso a la radio, plataformas de streaming y también escenarios de Yigo Sugasti, quien se dedicó en los últimos 15 años a la generación de una plataforma que cantautores (Tocando Madera) y a la gestión de nuevos talentos locales. “Todo tiene su tiempo en la vida, yo también tenía que labrar un camino como alguien que ama las canciones y demostrarme a mí mismo primero, porque no depende del éxito que yo pudiera tener como artista subiéndome a un escenario o grabando discos. Mi amor por la canción va más allá de lo que yo pueda cosechar de esto. Mi amor y mi relación con las canciones viene desde la infancia y para mí, la canción en estos momentos está siendo vilipendiada de muchas maneras”, aseguró.

Y es que para Sugasti, se le llama canción a todo lo que suena en la radio o se publica en las plataformas digitales y eso no es así. “La canción tiene que tener un compromiso con la poética, con la melódica, con la armonía. Tiene que tener un compromiso con la historia de su tiempo”, cosa con la que se ha comprometido tanto él como muchas otras personas. “Hay mucha gente que lo está haciendo y es a la familia que yo pertenezco: cantautores, cancionistas, juglares urbanos o como les quieras llamar. Es la gente que tiene un compromiso más allá de cuántas reproducciones voy a tener, incluyendo a los famosos, a los ya aceptados y que han construido un público”, comenta.

Aunque Yigo no es parte de esta nueva generación es “un cantautor activo que ha ido acumulando canciones por muchos años, y que ahora voy a poder compartirlas con la gente después de haber cumplido con una etapa que no va a terminar pero que en paralelo voy a trabajar con lo que yo desde el principio he sido, que es un cantautor”, destaca.

Porque, “hay que entender una cosa: el que hace canción no hace una canción. Hace un repertorio que se va a ir desarrollando a lo largo de su vida y ese es el patrimonio de alguien que hace canciones le deja a su pueblo, a su gente, a su región y al mundo. No es un asunto que termina con una canción”.

La canción seleccionada para el arranque de esta nueva etapa es “Qué rico”, un tema que tiene como base el ritmo de cumbia, un elemento que une a toda Latinoamérica, desde México hasta Argentina, algo mucho más palpable en estos tiempos en que la tecnología ha acortado distancias.

“Tuve mucha suerte de encontrarme en este camino de viajes a músicos maravillosos y seres humanos extraordinarios con los que hicimos una hermandad desde el principio. Y esa es mi relación con Juanafé de Chile. Una banda que fui conociendo con los años y curiosamente ellos me conocieron como gestor. Yen el momento en que yo empecé a sentir que tenía que regresar, pensé en con quién podía iniciar un proceso que fuera real. Mi relación con los Juanafé es muy sólida, muy bonita y encontré también un idioma en común con respecto a cómo veíamos la música actual latinoamericana y creemos en la fusión”, sostiene. Y para Yigo, eso es parte de lo que Latinoamérica es y ha sido siempre. Por ello se animó a invitar a sus amigos chilenos a formar parte de esta nueva etapa, con el primero de los temas.

Juanafé es un grupo que tiene una gran trayectoria, “son grandes personas y grandes músicos y esta canción, “Que rico”, pienso que es como una oda a eso que ellos y yo vivimos entre nosotros”.

Yigo se siente más latinoamericano que antes, gracias a ese compartir que se forjó durante una etapa dedicada a la gestión de nuevos artistas y desarrollando la industria musical.

“Es uno de los regalos que estos viajes de todos estos años me han dado, por ejemplo el ir a representar a Panamá con la Fundación Tocando madera, a eventos donde Panamá nunca había estado representado, tener que llenar esos zapatos y escuchar las propuestas de los artistas de Latinoamérica”.

En estos años de periplo, Yigo se dio cuenta de que el rock and roll latinoamericano es la cumbia. Un ritmo que se escucha no solo en los temas que llegan a sonar en la radio y en las plataformas sino aquella que suena en las calles, en los bares, en el metro y en los festivales culturales.

Aunque Yigo Sugasti fue conocido en sus inicios musicales como un rockero, la cumbia no es una desconocida para él. “Vengo de una familia en donde la cumbia panameña era parte del trabajo diario de mi padre”, reconoce. Y ha aprendido a reconocer sus particularidades en cada región. Esto le hizo decidir que el primero de los temas con los que arrancaría una producción que al completarse se denominará Por unos acordes más, sería con este género.

“Por unos acordes más es un grito a la sociedad de mi parte, de lo que yo necesito para vivir. Necesito que la vida me dé la oportunidad de poder treparme cada vez que pueda sobre un círculo de acordes nuevos y hacer una canción nueva. Eso es lo que yo soy, nací para eso. Tal vez haré otras cosas que pudiesen calificarse como positivas en mi vida, pero al final, canciones como las que estamos publicando hoy es lo que me va a hacer a mí tener en la línea de tiempo al futuro, un vínculo con la gente que no sea de mi propio tiempo”, reflexiona.

Rodrigo Rojas, pianista y arreglista de Juanafé y Jaime Concha, bajista de la agrupación participaron via conferencia virtual en la presentación del tema.

“Cuando Yigo dijo que tenía una canción bajo la manga para hacer junto a nosotros fue inmediatamente un “vamos”, al toque, sin pensarlo”, dice Rojas. El proceso para él fue muy fluido, debido a la estrecha relación de amistad que los une con el panameño.

“Cuando llegan los amigos a trabajar con nosotros en el estudio, dejamos la puerta abierta para que quepa cualquier cosa que se nos ocurre en ese momento. Siempre hay un lenguaje que tratamos que sea nuevo. Obviamente Yigo tenía una idea muy clara de cómo quería su canción y nosotros vamos proponiéndole cosas y todo va cuajando”, comenta Concha.

Para ellos, el tema tiene elementos de muchos lugares, porque nosotros, como dice Yigo, somos un poco hijos de la fusión y el mismo hecho de estar viajando constantemente, hace que uno quiera tener un poco de música de todos lados. Entonces, cuando uno compone uno no sabe muy bien de dónde está saliendo la idea, viene de distintos estilos musicales, esta canción puede parecer un poco una cumbia, pero tiene clave de danzón cubano…”, explica Concha.

“Toda etiqueta, todo estilo viene después de la música. Primero es el sonido y luego vienen otros elementos, pero entramos pensando en que íbamos a hacer una cumbia”, agrega Rojas.

Afortunadamente la tecnología ha facilitado las cosas y ya no representa un misterio o una complicación trabajar con colegas de otras latitudes.

La canción se creó la primera tarde de trabajo en el estudio de la banda en Santiago de Chile. De esa sesión salió la primera maqueta que luego se fue trabajando.

“Posteriormente ellos me hicieron llegar toda la parte instrumental, con parte de los coros y en Panamá, en el estudio de Alejandro Lagrotta grabamos la voz principal y otros coros”, cuenta Yigo. La post producción se realizó en México, espacio donde Sugasti desarrolló parte de su carrera en momentos en que era más factible hacer allá, música a tiempo completo. En ocho años de trabajo y aprendizaje para Yigo, generó agrandes relaciones de trabajo y de amistad.

“Esta canción está saliendo con un disquera mexicana que se llama Happy fi, que trabaja con artistas indie. Es la primera vez que editan una canción que no sea indie rock, indie pop o indie electro y están apostando por la propuesta por el vínculo que tenemos con quienes dirigen la disquera, y aparte son personas que entienden el proceso artístico de dónde salió”, detalla Yigo. De allí, la propuesta que la mezcla y masterización estuviese a cargo de Abelardo Rivera, reconocido ingeniero de sonido que trabaja tanto con artistas de la cumbia como del pop. “Queríamos a alguien que entendiera el género pero que también tuviera un bagaje pop. Más amplio, que pudiera entender la fusión que estábamos haciendo. Y no nos equivocamos, estamos muy contentos con el trabajo”, afirma.

Para Yigo este es solo el inicio de un nuevo viaje, en el que habrá colaboraciones con artistas de otros países de la región y que tomará su tiempo porque aunque cree en la tecnología y la utiliza a su favor, considera que el músico es irremplazable. “Producir canciones con dignidad hoy, toma tiempo y yo no trabajo con máquinas.

La tecnología disponible hoy permitiría crear un tema musical en un día pero Sugasti cree que son necesarios algunos procesos durante la creación musical. “Hay que vivir, hay que sentir hay que reír hay que llorar, hay que estudiar, hay que equivocarse, hay que acertar hay que triunfar y fracasar, para escribir canciones que tengan esa dignidad. Eso toma más tiempo, pero yo creo en todos esos procesos, juntarse con los músicos, no importa de dónde sean”.

Este lanzamiento es un gran motivo de celebración para el cantautor. “Hoy es una fiesta para mí, después de 35 años de hacer música, seguir haciendo música”, sostiene. “Hacer canciones es lo que más me gusta en la vida y lo he hecho estoy contento y estoy feliz. Doy las gracias a todos los que han participado en esta forma nueva de lanzar una canción porque se nos ha olvidado que el lanzamiento de una canción es una gran cosa. La canción tiene una misión existencial muy fuerte y por eso el artista tiene que tener mucho cuidado con lo que dice y con lo que hace en una canción. Realmente la canción tiene una misión totalmente existencial, nos acompaña, nos sana, nos protege, hay gente que ha salvado su vida en casos de depresiones extremas con una canción. Y si una canción que yo haga le gusta a solo una persona y para esa persona sea algo importante, yo me doy por satisfecho”.