Paseando por Nueva York

Actualizado
  • 02/10/2011 02:00
Creado
  • 02/10/2011 02:00
GASTRONOMÍA. D esayunar en New York es comparativamente de lo más caro pero hay soluciones para todos los gustos, mi consejo es acercar...

GASTRONOMÍA

D esayunar en New York es comparativamente de lo más caro pero hay soluciones para todos los gustos, mi consejo es acercarse a uno de los miles de ‘delis’ que hay en la ciudad y tratar de buscar el desayuno que uno prefiere. Sale barato pero también dependerá de lo caprichoso que sea uno, el desayuno promedio no baja de los 6 dólares incluyendo huevo y bebida. La ventaja es que en los ‘delis’ uno puede encontrar de todo y a precios normales, tratar de desayunar en una cafetería puede convertirse en un desayuno de 20 hasta 40 dólares sin nada del otro mundo.

Caminando por la calle en esta maravillosa ciudad uno encuentra miles de propuestas para almorzar, hay la opción de los ‘delis’, la de los carritos en la calle que pasan desde el pretzel, los ’hot dogs’ y encontramos toda clase de variedades de comidas semi orientales, griegas y árabes en preparaciones variadísimas. A su vez, miles de pequeños negocios de comida para llevar donde destacan los chinos y sus características cajetitas de ‘ delivery’ , miles de restaurantes con menús especiales de almuerzo. Cualquiera de las opciones vale la pena con tal de seguir caminando y disfrutar del paseo. Incluso hay la opción en miles de lugares de la pizza en ‘slices’ o porciones a precios tentadores de todos los sabores y colores. Incluso la versión súper sofisticada de los ‘delis gourmets’ ofrecen miles de ensaladas, platos cocinados y comidas de todas las regiones que se venden por peso.

En la noche, que es cuando realmente uno ya ha visitado, hecho compras y reposado, es cuando hay tiempo para ir a buscar restaurantes. Huir de los tópicos típicos es una virtud y lanzarse a la aventura, caminar por las avenidas menos concurridas e ir estudiando los menús que casi siempre están a la vista en la calle, es divertido y sugerente hasta que uno encuentra lo que busca. Casi todos presumen además de la clasificación de la guía Zagat y la exhiben en sus vidrieras con lo cual sin tener la guía uno puede aventurarse por esas avenidas y calles y a la búsqueda de la cena deseada , ofreciéndonos esta ciudad la facilidad de que hay comidas de casi todas las regiones y etnias del mundo.

Recomiendo pasearse por la novena avenida que esta plagada de restaurantitos étnicos y de excelentes precios, sobre todo entre las calles cuarenta y tres y cincuenta y siete. Por estos paseos descubrimos un restaurante de nombre 9, con un menú lleno de curiosidades gastronómicas. La única critica que se repitió bastante en el viaje es que los vinos tintos estaban calientes, no venían de cava y su temperatura estaba muy por encima de los dieciséis grados, el resto inmaculado,

Buen provecho.

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