Dioses iracundos

Actualizado
  • 29/03/2012 02:00
Creado
  • 29/03/2012 02:00
Con una recaudación estelar de más de 450 millones de dólares en todo el mundo, una lluvia de críticas por lo poco profundo del relato, ...

Con una recaudación estelar de más de 450 millones de dólares en todo el mundo, una lluvia de críticas por lo poco profundo del relato, amén de actuaciones poco atractivas para algunos comentaristas especializados de cine y un fuerte cuestionamiento sobre el uso de la tecnología 3-D, que hizo que hasta James Cameron, creador de Avatar, la pusiera como ejemplo de lo que no se debería hacer cuando se filma en 2-D y se cambia de formato sólo por estar a la moda, regresa con mejores intenciones la saga mitológica sobre las aventuras de Perseo, esta vez titulada Furia de Titanes 2.

En esta secuela, han transcurrido 10 años desde que Perseo (Sam Worthtington) acabó con el Kraken y reconoció que ser semi dios era un destino. Ahora con Helio, su hijo, debe conciliar en el conflicto de los dioses del Olimpo, pues Zeus (Liam Neeson) está en peligro, victima de las componendas de Hades (Ralph Fiennes).

En la trama, los dioses están débiles por la falta de fe de la humanidad y pierden el control de los titanes. Ahora Kronos padre de Zeus, Hades y Poseidón es el líder de los titanes, y llega a un acuerdo con Hades y Ares para apresar a Zeus. De esta manera, el héroe regresa a la batalla, esta vez acompañado por la reina guerrera Andrómeda (Rosamund Pike), el hijo de Poseidón, Argenor y Hefesto, un dios caído, para rescatar a su padre.

A pesar de las críticas en el 2010, Furia de Titanes demostró tener una legión de seguidores, que a pesar de manifestar que el filme no es completamente cercano al material de fuente mitológica griega, gustó por rescatar ese pedazo de literatura llevada al cine que se tenía en el olvido desde, precisamente Furia de Titanes, la versión de 1981.

La dirección de Louis Leterrier fue cuestionada, sin embargo el ritmo del filme anterior tenía elementos suficientes para entretener. Ahora, para la segunda parte, se contrata al joven realizador sudafricano Jonathan Liebesman, quien debutó con Darkness Falls, fallida pero muy lucrativa película de terror, prosiguió con la precuela de La masacre de Texas y recientemente recreó una guerra entre humanos y extraterrestres en Batalla: Los Ángeles, con cierto éxito de taquilla, mas no de crítica.

Lo cierto es que para la segunda parte hay más monstruos que deberá enfrentar y derrotar y promete dar la milla extra para no quedarse en el recuerdo de las malas secuelas de películas de acción del montón.

De hecho, los estudios Warner Bros. Planean seguir con estas historias y se preparan para la producción de la tercera parte de Furia de Titanes.

Curiosamente, el mismo protagonista, Sam Worthington, actor australiano que está haciendo un buen nombre en el cine de acción de Hollywood, con películas como Terminator: Salvation, Avatar y Al borde del abismo, reaccionó con autocrítica respecto a su papel en el filme anterior. Comentó, refiriéndose a Furia de titanes 2, que: ‘En este filme me he dado la oportunidad de tener un personaje y, si nos metemos en una tercera entrega, al menos Perseo tendrá un viaje y no sólo una voz que pueda ser interpretada por cualquier mediocre. Eso es lo bueno que tiene el hacer secuelas, que puedes tener más control’.

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