Xavier Serbiá: ‘El dinero no cambia a las personas, solo amplifica lo que ya son’

  • 19/10/2025 00:00
El economista y comentarista financiero habla sobre ahorro, educación económica, emprendimiento y el valor del dinero como herramienta de libertad, no como fuente de felicidad

“Hay que menudocratizar las finanzas”. Con esta frase, Xavier Serbiá, economista, comentarista financiero y exintegrante del recordado grupo Menudo, resume la filosofía que impulsa su nuevo taller Emprender y aprender, presentado en su reciente visita a Panamá.

“El objetivo es hablarles a los panameños sobre la importancia de la planificación financiera”, explica. “Vivimos en un momento en que enfrentamos muchos retos —como la inteligencia artificial— que representa tanto una oportunidad como una amenaza. Por eso debemos preparar nuestras finanzas personales y, al mismo tiempo, atrevernos a emprender”.

El taller, de cuatro horas, busca que las personas aprendan a manejar su dinero mientras desarrollan proyectos propios. “Sea un negocio pequeño, mediano o grande, todos debemos emprender para lograr una verdadera independencia financiera”, subraya Serbiá.

El desafío latinoamericano del ahorro
Consultado sobre la cultura del ahorro en América Latina, Serbiá no duda: “El nivel de ahorro es bajo. Y la inversión también lo es”. A su juicio, la región enfrenta una crisis estructural: “Los fondos de pensiones están en riesgo. Los gobiernos no pueden sostener por sí solos el futuro de los ciudadanos”.

Para él, la raíz del problema está en tres factores: los bajos ingresos, la falta de cultura de ahorro y la falsa creencia de que el Estado resolverá todo. “No podemos depender del seguro social”, advierte. “Yo no lo considero mi fuente principal de retiro. Dependo de mis ahorros, mis inversiones y de seguir produciendo. El seguro social se creó para cubrir, como mucho, el 30% del ingreso de retiro”.

La crisis, explica, se agrava con el envejecimiento poblacional y la menor cantidad de cotizantes activos. “Antes había 10 o 12 trabajadores por cada jubilado; hoy son apenas dos. El sistema está colapsando y en América Latina la situación es aún más crítica”.

Educar, comunicar y actuar
Para revertir esta tendencia, Serbiá plantea tres pasos esenciales: comunicar, educar y enseñar a actuar.

“El primer paso es comunicar. Hay que hablar más sobre dinero y hacerlo de forma efectiva”, sostiene. “Los comunicadores tienen un papel fundamental: deben entender lo que pasa, prever escenarios futuros y explicarlo al público”.

El segundo paso es llevar la educación financiera a las escuelas y hogares. “En mi época, el curso de economía doméstica enseñaba a fregar platos o limpiar la casa”, recuerda con humor. “Eso ya me lo había enseñado mi mamá cuando tenía cinco años. Lo que necesitamos enseñar es cómo manejar la plata, leer contratos, entender hipotecas o inversiones”.

El tercer paso, añade, es práctico: “Sentarse con la gente y mostrarle cómo hacer un presupuesto, cómo ahorrar, cómo invertir. No se puede gastar todo lo que entra. Hay que vivir con menos y buscar formas de generar ingresos adicionales. Si trabajas en un medio, por ejemplo, puedes emprender los fines de semana. Esa mentalidad es la que crea independencia”.

El ahorro como punto de partida
Sobre la eterna pregunta de cuánto ahorrar, Serbiá explica que no existe una fórmula única: “Se habla de la regla 50-30-20 —gastar el 50%, usar el 30% para entretenimiento y ahorrar el 20%—, pero cada caso es distinto”.

“Primero hay que establecer objetivos y crear una reserva de emergencia”, aconseja. “Esa reserva debe cubrir entre tres y seis meses de gastos esenciales. Si gastas $2,000 mensuales, deberías tener $12,000 ahorrados. Quizás tengas que destinar el 40% de tus ingresos hasta lograrlo. No puedes depender de tu empleo ni de la suerte”.

Serbiá reconoce que ahorrar no es fácil, pero insiste en la prioridad: “Primero el ahorro, luego el resto. Y si te sobra para entretenimiento, busca opciones baratas. La idea es pensar como empresa: reducir gastos, generar ganancias e invertirlas para que el dinero trabaje para ti”.

Las cinco etapas del bienestar financiero
El economista propone visualizar las finanzas personales como una pirámide de cinco niveles: supervivencia, seguridad, acumulación, libertad e independencia.

“En el nivel de supervivencia estás al día, sin posibilidad de ahorrar. Tu prioridad es cubrir lo básico: comida, salud, transporte, vivienda”, explica. “No puedes pensar en viajes o lujos. Solo en sobrevivir”.

Una vez se logra estabilidad, llega el nivel de seguridad. “Ahí comienzas a crear reservas, bajar deudas y protegerte con seguros. Todavía no estás invirtiendo, pero preparas el terreno”.

El siguiente paso es la acumulación, cuando se empieza a invertir y generar nuevos ingresos. Luego vienen la libertad —cuando el dinero trabaja por ti— y finalmente la independencia, ese punto donde, como dice Serbiá, “puedes mantener a tus generaciones sin preocuparte”.

Invertir con inteligencia
Para quienes ya logran ahorrar, el experto destaca que invertir no se limita a la bolsa. “Inversión puede significar conocimiento. A veces el mejor retorno viene de invertir en uno mismo: en educación, en habilidades, en herramientas que te hagan más productivo”.

También sugiere considerar bienes reales —como terrenos o propiedades— y activos financieros como acciones o fondos. “Lo importante es que el dinero crezca. Tenerlo guardado pierde valor con la inflación. El dinero es energía: si no se mueve, se estanca”.

Y advierte: “El dinero no es bueno ni malo. Es un instrumento. Como un ladrillo: puedes construir una casa o romperle la cabeza a alguien. Depende de ti cómo lo uses”. “El dinero no cambia a las personas —agrega—, solo amplifica lo que ya son. Si eres generoso, serás más generoso. Si eres avaro, más avaro. Es un espejo que refleja tus valores”.

El riesgo y la prudencia
Serbiá enfatiza que el riesgo es inevitable, pero debe asumirse con inteligencia. “Hay una falsa creencia de que hay que arriesgarse siempre para ganar. No es cierto. Entre más riesgo tomes, más puedes perder también”.

Explica que el secreto está en conocer los límites: “Así como en la bolsa existe el stop loss, en la vida también. Si pierdes lo que habías decidido arriesgar, paras. No te puedes arruinar por una mala decisión”.

Con humor, comparte una anécdota: “Cauteloso y Temerario debían cruzar un río. Temerario decía que podía hacerlo solo pensando positivamente. Se lanzó y se ahogó. Cauteloso entendía el riesgo. No era miedo, era prudencia. Así hay que actuar con las finanzas”.

Dinero, felicidad y paz

Antes de concluir, una última pregunta: ¿el dinero compra la felicidad? “No, pero ayuda”, responde sonriendo. Luego reflexiona: “Más que buscar felicidad, hay que buscar paz. Lo escuché de un joven monje budista y me marcó. La tristeza también es parte de la vida. La paz te permite aceptar lo que no puedes controlar y disfrutar lo que sí puedes cambiar”.

“Claro que el dinero ayuda a tener paz —añade—, pero también necesitas amor, salud física y mental. El equilibrio es lo que realmente te hace libre”.

Xavier Serbiá
Economista
Claro que el dinero ayuda a tener paz, pero también necesitas amor, salud física y mental. El equilibrio es lo que realmente te hace libre”,
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