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- 29/05/2014 18:36
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El concierto de hoy de "Sus Majestades", como se conoce a los Rolling Stones, ha desatado la locura en el Rock in Rio Lisboa, que seis horas antes de comenzar la actuación ya se encontraba lleno hasta la bandera, pese a la ligera lluvia que caía.
Un público intergeneracional abarrotó el recinto del parque de Belavista que acoge el festival en Lisboa, en una edición, la quinta, que tiene a la banda británica como principal reclamo.
Miles de personas de las cerca de 90.000 previstas para la cita de hoy con los Rolling se agolpaban a la entrada desde horas antes, impacientes por ver el regreso de Mick Jagger y sus compañeros siete años después de su última visita a Portugal.
La boca con la lengua fuera, símbolo del legendario grupo, se veía en multitud de camisetas, gorras y demás complementos de quienes compraron una entrada -a 69 euros cada una- para el Rock in Rio, desde hace diez días sin billetes para la ocasión.
Las nubes amenazaron lluvia durante todo la jornada e incluso descargaron agua mientras el portugués Rui Veloso, el brasileño Lenine y la artista de Benin Angelique Kidjo comenzaban a calentar las voces del público versionando temas como "Saudade".
Con más de medio siglo de carrera a sus espaldas, "Sus Majestades" fueron capaces de atraer a un público de edades muy diferentes: desde grupos de adolescentes hasta padres con sus hijas, pasando por parejas jóvenes y personas más maduras.
Más difícil era ver por el festival lisboeta a personas de la quinta de sus integrantes, que rondan los 70. Aunque con clara mayoría de portugueses, banderas de países como España o Ecuador podían verse frente al escenario, a la espera de unos Rolling que saldrán al escenario al filo de la medianoche.
"Hemos venido desde Canarias", afirmó en declaraciones a Efe María, quien viajó a la capital lusa desde las españolas Islas Canarias acompañada de su grupo de amigas, todas ellas en el entorno de la cuarentena y enfundadas en camisetas con la banda británica.
"Esperemos que Keith (Richards) aguante, por lo menos hasta la última canción", comentaba otro español en referencia al delicado estado de salud del legendario guitarrista, mientras la fila avanzaba poco a poco.
También se acercaron hasta Portugal por los Rolling algunos de sus compatriotas, como James y sus amigos, todos procedentes de Londres. "Estamos aquí porque se casa aquél", explicó mientras señalaba al protagonista de la futura boda.
La expectación en torno a este concierto -el segundo de su gira por Europa- es alta después de que el grupo decidiera suspender sus conciertos por el suicidio de la novia de su líder, la diseñadora L'Wren Scott.
Reflejo de ello fue también la masiva presencia de periodistas, buena parte de ellos extranjeros, algunos de los cuales recordaban cómo hace quince años ya se hablaba de que los de entonces podían ser los últimos conciertos de los Rolling.