Xantos Jorge vuelve al escenario

Actualizado
  • 26/12/2015 01:00
Creado
  • 26/12/2015 01:00
La banda disuelta oficialmente en el 2000, continúa encendiendo al público cada cierto tiempo 

Se oyen murmullos entre el público. Es el sonido preambular de una banda consolidada subiendo al escenario. Carlos Iván Zúñiga, Iñaki Iriberri y Jesús Caballero reconocen sus instrumentos. Una luz se pasea por la audiencia dando pistas sobre la edad promedio. Diego Varela acompaña en el bajo, Tony Drum atrincherado en la percusión. Despega el show de Xantos Jorge.

Veintiocho años antes de esta noche, Carlos, Jesús e Iñaki luchaban contra una audiencia panameña acostumbrada a los covers ; pero al tiempo se juntaron para tocar en una banda y la bautizaron Círculo Vicioso.

Los amplificadores bañan Teatro Amador de rock noventero. Es la misma corriente que vio a esta agrupación cambiar de nombre en 1994 a Xantos Jorge, haciendo referencia al autor del ‘Himno Patriótico Istmeño'.

Pero en medio de la atmósfera rockera, los cueros de las tumbas reclaman protagonismo. Por eso vibran en canciones como ‘Tigresa Siberiana Pantera Negra'. Los asistentes no son ajenos a los temas, que corean mientras levantan las manos, recordando quizás la década en la que la caja chica era el medio con mayor credibilidad. Se dispara un solo de guitarra de Carlos Iván.

En el repertorio se filtra la dosis justa de tumba'o con la resonancia de las cuerdas de metal. Es el sonido antecesor de algunas de las propuestas contemporáneas. Y, entre los discos que grabaron en sus inicios, y la calidad de interpretación actual, hay 20 años de conciertos en el medio.

Alrededor hay espectadores atentos, ceden sutilmente al baile pero parecen más atentos a la ejecución. No es un público tan joven. Disfrutan todos los clásicos, ‘Estrellas de hielo', ‘Perdido en el olvido', ‘Destino', la memorable ‘Globo' y ‘La Pinta'.

En medio del bullicio, se sube al stage el vocalista de Señor Loop (Lilo Sánchez), se cuelga la guitarra y estalla la canción ‘Sabroso'. Repican las tumbas, Lilo y Carlos se hablan con las guitarras, ida y vuelta. Detrás de los músicos se pasean imágenes cotidianas de Panamá. La música y lo visual convergen dándonos pistas de una cultura que se debe al trópico, pero no reniega del rock. Un solo de bongós desdibuja la canción y se alzan los aplausos.

En la recta final vibra ‘En Otro Sol', tema homónimo al segundo y último disco de la banda, junto a un riff de guitarra que anuncia la despedida, ‘Lágrimas de sangre', la canción que puso a Panamá en el mapa del rock de la región.

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