La campaña presidencial de Corea del Sur esquiva el debate de la igualdad de género

  • 02/06/2025 00:00
En los últimos años, el movimiento #MeToo ha tenido alto impacto en el país, que ha sido pionero de iniciativas virales como ‘escape the corset’.

En una democracia avanzada con movimientos feministas de proyección internacional, los tres principales candidatos presidenciales en Corea del Sur han evitado compromisos firmes con la igualdad de género, optando por el silencio, cálculos electorales o posturas regresivas.

El favorito en las encuestas, Lee Jae-myung, del Partido Democrático (PD), cuenta con el historial más progresista, pero ha dejado fuera de su campaña los compromisos explícitos con las mujeres a diferencia de 2022, cuando incluyó propuestas sobre representación, lucha contra la violencia sexual y apoyo a víctimas.

Lee ha esperado al tramo final de campaña para declarar el pasado miércoles que contemplaba expandir el Ministerio de la Igualdad de Género y que “la igualdad es un valor fundamental para lograr la cohesión, la tolerancia y la sostenibilidad en la sociedad”.

Kim Moon-soo, del conservador Partido del Poder del Pueblo (PPP), ha prometido abolir el citado ministerio, siguiendo la línea del destituido expresidente Yoon Suk-yeol. Su programa propone medidas genéricas ante la baja natalidad —como subsidios para fertilidad, crianza y vivienda— pero sin abordar directamente las desigualdades.

Lee Jun-seok, del minoritario Partido de Nueva Reforma, impulsa también la desaparición del ministerio, al que tacha de populista e ineficiente. En línea con su estrategia de captar el voto de hombres jóvenes, defiende un enfoque universal sin perspectiva de género.

“Porque el ámbito político percibe los temas de igualdad como un riesgo para el voto masculino joven, los principales partidos han optado por el silencio o incluso por posturas abiertamente contrarias”, dijo a EFE la Dra. Ma Kyung-hee, investigadora sénior del Instituto Coreano de Investigación sobre Políticas para la Mujer.

Brecha de género entre votantes

Corea del Sur fue clasificada este año por el PNUD como el 12.º país más igualitario del mundo. Sin embargo, mantiene la mayor brecha salarial de género de la OCDE, con una diferencia del 31,2 % en 2022.

Su índice nacional de igualdad cayó por primera vez desde su creación, en parte por la baja utilización del permiso parental por los hombres. Además, solo alrededor del 20 % de los escaños en la Asamblea Nacional están ocupados por mujeres, por debajo de la media global.

En los últimos años, el movimiento #MeToo ha tenido alto impacto en Corea del Sur, un país que ha sido pionero de iniciativas virales como ‘escape the corset’ y más recientemente el 4B —rechazo al matrimonio, las citas, el sexo y la maternidad—. Estos movimientos han tenido un fuerte eco global, pero dentro del país el término “feminismo” se ha convertido en una etiqueta estigmatizada.

“Durante las marchas por la destitución de Yoon, muchas mujeres de nuestra edad llenaron las calles, mientras que los hombres no participaron del mismo modo”, dijo a EFE Da-hee, estudiante de periodismo y derecho. “Aun así, los políticos siguen temiendo perder el voto masculino más que escuchar nuestras demandas”.

“Las mujeres jóvenes en Corea tienen el nivel educativo más alto entre los países de la OCDE”, explicó la Dra. Ma. “Pero evitan el matrimonio y la maternidad por temor a la interrupción de sus carreras y penalizaciones salariales. Esto se agrava por la baja participación masculina en tareas de cuidado y la discriminación laboral asociada al embarazo”.

“La igualdad de género ha mejorado mucho, pero todavía siento que falta bastante por cambiar”, dijo a EFE una enfermera de 28 años en licencia por maternidad.

Un sondeo de Women News realizado a 1.000 mujeres de entre 20 y 39 años reveló que muchas de ellas apoyaba medidas concretas como crear un sistema médico seguro para la interrupción del embarazo, castigar el sexo no consensuado y aprobar una ley integral contra la discriminación. Ningún candidato ha incorporado estas demandas.

Lee Jun-seok, el más joven de los candidatos del Partido de Nueva Reforma, se ha posicionado como portavoz de los hombres jóvenes desencantados. Según Gallup Korea, su candidatura recibe un 14 % de apoyo entre los hombres, frente a solo un 6 % entre las mujeres.

Desde el equipo de campaña de Lee, su portavoz internacional Kim Young-im afirmó a EFE que “su candidatura representa un cambio generacional y político, y ofrece esperanza a quienes quieren romper con la política tradicional”, así como soluciones para “hombres jóvenes que sienten que sus preocupaciones han sido ignoradas”.

En cuanto al Ministerio de Igualdad de Género, dijo que “abolirlo o reestructurarlo no es un retroceso, sino una reforma administrativa responsable”.

“El ministerio terminó siendo una herramienta para dividir a hombres y mujeres jóvenes”, opinó un trabajador veinteañero del sector servicios entrevistado por EFE. “Trasladar sus funciones a otras agencias no es discriminación, es eficiencia”.

“No sé con exactitud cuáles son las políticas o la función (del ministerio), pero me siento algo afín a su eliminación porque ha habido muchos escándalos”, dijo un investigador masculino de 28 años.

“La igualdad de género no es un juego de suma cero”, explicó la Dra. Ma. “Resolver la desigualdad no solo beneficia a las mujeres; es una condición para la convivencia y la sostenibilidad social”.

Independientemente del resultado en unas elecciones donde por primera vez en casi 20 años todos los candidatos son hombres, el panorama para avanzar hacia una igualdad sustantiva sigue siendo incierto, y dependerá en gran medida de la presión social y del compromiso político más allá de la contienda presidencial.

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