El hombre que baila por todo el mundo

PANAMÁ. Aprendió ballet primero que el tango. Nada extraño para este argentino que desde chiquillo, a la hora de soñar, acurrucaba sus oídos con melodías clásicas... Cinco años tenía Iñaki Urlezaga cuando sus padres se dieron cuenta del talento que mostraba su hijo. Razón más que suficiente para que ellos contrataran los servicios de una instructora de danza. Aquella mujer fue quien le enseñó a Iñaki a dar los primeros pasos en el mundo artístico. Muchos años después, esa misma bailarina profesional, se convirtió en la directora de la compañía que hoy maneja este río platense.

INICIOS

Narra el artista que a partir de los siete años ingresa al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, en la capital argentina. ‘Compartía mis horarios entre el colegio y el instituto de arte y viajaba diariamente 60 km todos los días, inclusive sábados y domingos. Me levantaba a las 5:00 de la mañana para viajar desde La Plata hacia Buenos Aires para poder entrar al instituto a las 7:30. Luego regresaba al colegio y por la noche volvía a Buenos Aires para las funciones’, contó el personaje vía e-mail. El apoyo incondicional de sus progenitores fue fundamental... Tanto así que su madre, Nela Giovine De Urlezaga, estaba empeñada en que su chico cumpliera a cabalidad con los horarios. ‘Ella me llevaba todos los días en auto a Buenos Aires. Siempre me sentí muy apoyado y acompañado por toda mi familia’, contestó.

ASCENSO INCREÍBLE

Con tan solo 17 años ingresó al Royal Ballet de Londres, una de las más respetadas compañías de baile y danza clásica de la urbe europea. 24 meses después le sucedió algo fenomenal. ‘A los 19, el director de la compañía, Anthony Dowell, me llamó para bailar ‘El Lago de los Cisnes’, con una partenaire (pareja bailarina) que en ese momento era una figura top en el viejo continente. A partir de ese momento nunca más dejé de hacer roles importantes, era el bailarín principal’, relata.

Pero sus ambiciones profesionales no solo se enfocaban en trabajar en el Reino Unido. Iñaki quería bailar por todo el mundo. Por eso decidió llevar a solas su proyecto. ‘Creo que artísticamente había cumplido una etapa en el Royal Ballet. Empecé a notar que la programación de la compañía siempre era la misma, año tras año bailábamos los mismos títulos. No es que los dejé de reconocer, porque históricamente son piezas de repertorio, son joyas, pero yo quería probar nuevas coreografías, mi base ya era muy fuerte’.

Acto seguido, el coreógrafo fundó Ballet Concierto, la empresa que hoy maneja con Lilian Giovine, su primera instructora de baile. Con esta institución ha recorrido el mundo, y vaya mundo: el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, El Bolshoi de Moscú o la Scala de Milán. Muchas han sido sus experiencias, pero en su mente está fresco el recuerdo de una presentación en el Medio Oriente. ‘Cuando terminamos una función en Siria, el público nos pedía que les enseñáramos a bailar tango, no se retiraban del teatro’, sostiene. Japón, Egipto, China y Tailandia también han sido testigos de sus dotes de bailarín.

PREPARACIÓN Y SHOW

Como todo profesional, Iñaki tiene que seguir una dieta y un entrenamiento rígido. No hay espacio para los desajustes. ‘El bailarín tiene una dieta especial como cualquier deportista. Yo soy vegetariano. Fundamentalmente ingiero verduras, cereales, pescado, jugos naturales y agua’. Antes de salir esta noche al Teatro Nacional, Iñaki se persignará y su asistente le terminará de ajustar la chaqueta, ritual que practica siempre, antes de que se suba el telón.

Su show denominado ‘Noche de tango y ballet concierto’ se llevará a acabo hoy a partir de las 8:00 de la noche. Los boletos están de venta en Tuboleto.com y Blockbuster a: $110.00 Anfiteatro y Platea; $70.00 Primer alto y $55.00 el segundo alto.