PANAMÁ

Plan de movilidad del Casco Antiguo: una promesa urbana que aún genera debate

  • 04/10/2025 10:00
En 2017, el Municipio de Panamá y la consultora española IDOM diseñaron un plan para transformar la movilidad del Casco Antiguo. Ocho años después, el documento marcó un antes y un después en la forma de pensar el centro histórico

El Plan Integral para la Mejora de la Movilidad y Seguridad Vial del Centro Histórico de la Ciudad de Panamá, conocido como Plan del Centro, surgió para responder a un problema que los técnicos definieron como un “círculo vicioso de la congestión”. Según el diagnóstico, el Casco Antiguo sufría la invasión del automóvil en casi todos sus espacios: alrededor de 900 vehículos ingresaban cada día, de los cuales 300 se estacionaban de manera ilegal.

Las aceras reducidas, los cruces inseguros y la falta de conexión entre la estación del Metro de 5 de Mayo y los barrios históricos impedían que los peatones pudieran moverse con seguridad.

El documento elaborado por IDOM con respaldo del Banco Interoamericano de Desarrollo y la coordinación del Municipio de Panamá advirtió que el exceso de autos no solo limitaba la movilidad, sino que deterioraba la calidad del espacio público y desincentivaba la vida de barrio.

La meta era recuperar las calles del Casco como lugares de encuentro y no solo de paso.

Mover personas, no autos

La propuesta técnica rompía con la forma tradicional de planificar el tránsito. En lugar de priorizar la fluidez vehicular, el plan colocaba en la cima de la pirámide de movilidad al peatón y al ciclista, seguidos por el transporte público, y dejaba al vehículo privado en último lugar. Su lema era claro: mover personas, no autos.

Este nuevo enfoque planteaba una red de calles seguras, plazas conectadas y un sistema de transporte limpio que integrara al Casco con el resto de la ciudad. El plan subrayaba que una ciudad verdaderamente moderna no se mide por la velocidad de los autos, sino por la facilidad con que se puede caminar y vivir en sus espacios.

Zonas 30 y calles para todos

Para materializar esa visión, IDOM propuso crear Zonas 30, donde ningún vehículo circularía a más de 30 kilómetros por hora. También definió dos nuevos tipos de calles: las “Calles Amigas”, destinadas al tránsito exclusivamente peatonal, y las “Calles para Todos”, donde peatones, ciclistas y autos compartirían la vía a baja velocidad.

La meta era recuperar las calles del Casco Antiguo como lugares de encuentro y no solo de paso. Los diseñadores urbanos incorporaron en sus proyecciones medidas físicas como bolardos, ampliaciones de aceras y cruces seguros para proteger al peatón. Cada calle intervenida debía reflejar, según el informe, “un tránsito calmado que promueva la convivencia y la seguridad vial”.

IDOM propuso un sistema de bicicletas públicas con estaciones automatizadas.

Un transporte público más limpio y conectado

El plan contemplaba la creación de un servicio de buses eléctricos de baja capacidad que conectara la estación de 5 de Mayo con los barrios de San Felipe, Santa Ana y El Chorrillo. Estas unidades funcionarían en un circuito cerrado con paradas estratégicas dentro del Casco Histórico, reduciendo así el uso del automóvil privado y las emisiones contaminantes.

En paralelo, IDOM propuso un sistema de bicicletas públicas con estaciones automatizadas, inspirado en experiencias europeas, y un modelo de estacionamientos inteligentes con sensores y parquímetros digitales. El objetivo era ordenar el caos vehicular y liberar las calles ocupadas ilegalmente.

Más de 100 millones en inversión urbana

La hoja de ruta financiera del plan estimaba una inversión superior a 100 millones de dólares, distribuidos en cinco fases de ejecución entre 2017 y 2028.

De ese monto, 89 millones se destinarían a la recuperación de espacios públicos, 8 millones al sistema de transporte eléctrico, 1.1 millones a la red de bicicletas y 6 millones a la re configuración de calles peatonales y compartidas.

Las primeras fases priorizaban la intervención de alto impacto en plazas históricas como Santa Ana, Tomás Herrera, Simón Bolívar y Amador, así como la mejora de aceras, cruces seguros y señalización vial.

La idea de reducir el tráfico y priorizar al peatón, aunque respaldada por organismos internacionales.

Entre la visión y la realidad

El Plan del Centro fue más que un documento técnico; fue una apuesta política y social por devolverle protagonismo a las personas dentro del patrimonio histórico. Sin embargo, buena parte de sus medidas no se ejecutaron o se aplicaron parcialmente.

Las obras de revitalización avanzaron en plazas y aceras, pero las “Calles Amigas” y el sistema de bicicletas públicas siguen siendo promesas inconclusas. La idea de reducir el tráfico y priorizar al peatón, aunque respaldada por organismos internacionales, ha enfrentado resistencia entre residentes y comerciantes que temen perder clientela o accesibilidad vehicular.

Una referencia que aún inspira debate

A pesar de los años, este informe sigue siendo un referente técnico para las políticas urbanas del Municipio de Panamá. Su diagnóstico y sus propuestas continúan influyendo en planes de movilidad, proyectos de restauración y debates sobre la peatonalización del Casco Antiguo.

Ocho años después, su mensaje sigue resonando entre empedrados y balcones coloniales: el Casco Antiguo no necesita más autos, sino más espacio para la gente.

Lo Nuevo