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Astronomía y 'saber ancestral', aliados en el desarrollo agrícola
- 11/01/2023 00:00

La astrónoma y astrofísica ecuatoriana Marcella Morillo ve en la astronomía un aliado fundamental en el desarrollo de las “prácticas ancestrales”, que tienen los pueblos latinoamericanos en materia agrícola. “Pretendemos darles a las ciencias exactas una aplicación en la parte agrícola”, comentó la especialista en entrevista con La Estrella de Panamá.
Una visión que la llevó a desarrollar, en conjunto con la también astrónoma y astrofísica panameña Madelaine Rojas, directora del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de Panamá (Cenacep), y la ingeniera agrónoma Yesenia Shuguli, uno de los pocos estudios enfocados en el tema.
El estudio, que lleva por título 'Relación entre los factores astronómicos y variables meteorológicas y fenológicas de las plantas', publicó su primera fase a principios de diciembre y, según las especialistas, comenzará su segunda etapa en 2023.
Para Morillo, la importancia de esta investigación radica en la posibilidad de “optimizar” el “saber ancestral” de los pueblos agrícolas latinoamericanos. “Queremos optimizar y capacitar al sector agrícola para poder mejorar sus prácticas de cultivo, porque normalmente están relacionadas con el aspecto climático y esto puede jugarles en contra”, haciendo referencia a las lluvias, el cambio climático, las precipitaciones y otros elementos que afectan las cosechas, señaló la científica.

“Normalmente lo que hace un agricultor es tener un calendario agrícola-lunar, que utiliza para plantar cierto tipo de plantas, basándonos en el estado de la luna (luna nueva, luna llena, cuarto menguante, etc.)”, explicó la astrónoma, detallando que a eso hace referencia cuando habla de “saber ancestral”.
Lo que se busca mediante el estudio es pasar este conocimiento por el método científico, para capacitar a los agricultores en técnicas de cultivo y de esta forma “mejorar el calendario”, haciéndolo más exacto.
“Queremos darle un seguimiento a cómo los astros, en especial la luna, influyen en la fenología de las plantas”, abarcando la germinación, el crecimiento de frutos y su estado máximo de producción.
De esta manera se puede optimizar “molecularmente” cierto tipo de plantas, para que brinden frutos más grandes y tengan mejor colorimetría en sus hojas, añadió.

Durante la primera fase del estudio, que abarcó cerca de un año y medio, y se publicó a principios de diciembre, se recopilaron 170 documentos con el objetivo de identificar factores astronómicos, variables meteorológicas y agronómicas en títulos y resúmenes.
Proceso que dio como resultado la selección de 78 bibliografías en las que se identificaron 8 variables astronómicas, 11 variables meteorológicas y 8 variables relacionadas con la fenología de las plantas que podrían estar relacionadas.
De estas 78 bibliografías, solo 33 documentos finales hacían referencia al análisis propuesto, que sirve como marco teórico de la investigación, puesto que los “estudios arrojan que no hay un sustento bibliográfico científico para esto”, ponderó la también docente en la Universidad Técnica de Cotopaxi, en Ecuador, Morillo.

Madelaine Rojas, directora del Cenacep, comentó que actualmente están desarrollando un “protocolo de trabajo”, en el área de Cotopaxi, Ecuador.
“Por la altitud del lugar, su tipo de suelo y especies endémicas, hay una relación que queremos estudiar para comparar lo que ocurre en Ecuador y poderla replicar en Panamá”, explicó Rojas.
“Lo que se pretende es buscar las especies endémicas de ambos países, con las que vamos a trabajar, para poder comparar sus variables internas y externas”, añadió Morillo.
“En Ecuador estamos en la latitud 000 y, aunque tenemos un tipo de radiación no muy distinta a la de Panamá, sí existe una diferencia que pueden interrumpir molecularmente ciertos procesos dentro de las plantas”, mencionó la científica ecuatoriana.
“En 2023 estamos proponiendo estudiar fitohormonas dentro de ciertas especies vegetales ecuatorianas, mediante espectroscopia, para identificar los procesos que ocurren en la planta durante ciertas etapas de la luna”, relató.
Una vez ese protocolo esté establecido, se tiene previsto trasladarlo a Chiriquí. “La idea es reconocer dentro del área de Chiriquí cómo estas prácticas ancestrales se vienen desarrollando diariamente, mensualmente y anualmente”, añadió Morillo.
La duración de esta fase puede rondar un año a un año y medio, según estimaciones de la especialista.
Para Rojas, uno de los desafíos que plantea esta investigación es la necesidad de localizar individuos con “afinidad” a este tipo de estudio. “Debemos encontrar a las personas que tengan afinidad con este tipo de estudios en el área de la agricultura, que quieran aplicar el método científico a las necesidades del sector agrónomo”, dijo.
Otro obstáculo que tienen es que, a criterio de Morillo, la astronomía “no es muy relevante” en nuestros países. “En ecuador somos cuatro astrónomos y yo soy la única mujer”, alegó.
“Muchas veces nosotros, como ciencias exactas, nos dedicamos únicamente a papeles científicos, pero podemos hacer una contribución a lo que el país trabaja diariamente, que es la agricultura”, añadió.
En este sentido, la astrofísica panameña considera que es necesario aplicar los conocimientos de ciencias espaciales a la cotidianidad de las personas. “Podemos contribuir a que no se vea la astronomía como algo fuera de la realidad, o que no tiene una aplicación inmediata al ser humano. Sí, la tiene, solo tenemos que hallar la forma para dar a conocer esto”, expresó Rojas.
“En Ecuador estamos proponiendo que los estudiantes de pregrado en la universidad puedan realizar su tesis de graduación en esta línea de investigación”, explicó Morillo.
Para Rojas, es “muy importante” que los estudiantes se entusiasmen a hacer estudios en estas áreas y se den espacios para dar a conocer la magnitud de campos en los que la astrofísica y la astronomía pueden impactar.