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- 04/10/2016 02:00
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En los últimos cinco años, el mercado de bonos verdes crece favorablemente y está ayudando a cambiar la manera de invertir y la expectativa de los inversionistas para sus rendimientos, revela la segunda edición del informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Ambiente, titulado ‘El sistema financiero que necesitamos'.
Según el documento, las economías emergentes y en desarrollo han centrado sus esfuerzos en ‘reverdecer' el sector bancario, mientras que los países desarrollados han enfocado sus acciones en cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza implementadas por inversionistas institucionales.
De acuerdo con el informe, una de esas acciones es la emisión de bonos verdes, que para este año ya alcanzó los $51.4 mil millones, superando el total del año previo (2015), que fue de $41.8 mil millones.
El organismo detalla que se trata de una cifra cuatro veces superior a la de 2013, cuando estuvo por debajo de los $11 mil millones. Sin embargo, la cantidad total de bonos verdes en circulación es de solo 0.15% del mercado global de renta fija.
‘Estamos proponiendo recomendaciones para acelerar la conversión de gran parte de los $300 billones en activos que tiene el sistema financiero (en poder de los bancos, los mercados de capitales y los inversionistas institucionales) en flujos financieros sostenibles', señaló Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Ambiente.
‘El problema no es el dinero, sino dónde lo colocamos (proyectos de desarrollo sostenible y amigables con el medio ambiente) ', sostuvo Solheim.
Cabe destacar que la semana pasada durante el X Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono (FLACC), celebrado en Panamá, Ligia Castro, directora Corporativa de Ambiente y Cambio Climático del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), hizo un llamado para que se facilite el acceso a recursos financieros verdes y para el desarrollo del mercado de carbono, tanto para el sector público como para el privado.
Los bonos verdes son un mecanismo de financiación de proyectos que no afectan el clima ni el medio ambiente. Son emitidos (financiados) por corporaciones, bancos de inversión, autoridades locales y por los bancos multilaterales de desarrollo para financiar proyectos y actividades sostenibles.
Al respecto, el estudio señala que las medidas políticas y normativas de los ministerios de finanzas, bancos centrales y reguladores financieros para promover las finanzas sostenibles también se incrementaron en este último año.
‘EL PROBLEMA NO ES EL DINERO, SINO DÓNDE LO COLOCAMOS (EN PROYECTOS QUE NO AFECTAN EL CLIMA NI EL MEDIO AMBIENTE)',
ERIK SOLHEIM
DIRECTOR EJECUTIVO DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU) AMBIENTE
A finales de junio de 2016 se habían identificado 217 medidas de políticas y regulaciones en casi 60 países.
Sin embargo, la ONU advierte que se requiere de un esfuerzo mayor para lograr su objetivo, como una herramienta esencial para enfrentar el cambio climático y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según el Banco Mundial, los beneficios de los proyectos verdes pueden ser medidos tanto en función de ‘beneficios para la sociedad' como en ‘reducción del bióxido de carbono y de otros gases invernadero'.
Instalaciones de proyectos solares y eólicos, de tecnologías para reducir las emisiones de gas invernadero, aumento de la eficiencia en el transporte y en el tratamiento de desechos, construcción de edificios energéticamente eficientes, y reducción del carbono a través de la reforestación y los programas para evitar la deforestación, son algunos de los proyectos de mitigación que se desarrollan a nivel mundial con los bonos verdes.
En esa reunión Panamá también propuso convertirse en un mercado de carbono para la región.
Protección contra las inundaciones, mejora de la seguridad alimentaria, implementación de sistemas agrícolas que sean resistentes al clima y la gestión sostenible de los bosques y las selvas y los programas para evitar la deforestación se encuentran entre los proyectos de adaptación que se realizan con los financiamientos.
El informe también presta especial atención a las tecnologías financieras (tecnofinanzas), que ofrecen un gran potencial para aumentar el financiamiento para el desarrollo sostenible. ‘La conexión entre el medio ambiente y las finanzas es más evidente que nunca. Las soluciones que prometen las tecnofinanzas no solo podrían revolucionar el sector financiero, sino también fortalecer los esfuerzos globales por salvaguardar nuestro medio ambiente', afirmó Simon Zadek, codirector de UNEP Inquiry.