El Niño-Oscilación del Sur

La plataforma digital del Servicio Meteorológico Nacional/Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de EE.UU. (NOAA, por sus sigla en inglés) define a El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por su siglas en inglés) como un patrón climático recurrente que involucra cambios en la temperatura de las aguas en el océano Pacífico tropical central y oriental.

Estos cambios de temperatura generan períodos que oscilan entre tres y siete años, lo que causa que las aguas superficiales a través de una gran franja del océano Pacífico tropical se calienten o enfríen entre 1 °C y 3 °C, en comparación con lo normal.

Este patrón oscilante de calentamiento y enfriamiento, denominado ciclo ENSO, afecta directamente la distribución de la lluvia en los trópicos.

De este ciclo ENSO se generan tres fases, la fase de El Niño, la fase de La Niña y la fase ENSO-neutral. Las primeras dos fases son las extremas del ciclo ENSO y por sus consecuencias en los ecosistemas, son las fases que más conocemos.

La fase de El Niño ocurre cuando se calienta la superficie del océano, o las temperaturas de la superficie del mar por encima del promedio en el océano Pacífico tropical central y oriental.

Este calentamiento causa patrones en diferentes territorios del globo terráqueo. En Indonesia las precipitaciones se reducen, mientras que en el océano Pacífico tropical central y oriental las precipitaciones aumentan.

Los vientos superficiales de bajo nivel, que normalmente soplan de este a oeste a lo largo del ecuador (“vientos del este”), en cambio se debilitan o, en algunos casos, comienzan a soplar en la otra dirección (de oeste a este o “vientos del oeste”).

En general, cuanto más cálidas son las anomalías de la temperatura del océano, más fuerte es El Niño, y viceversa.

La fase de La Niña se produce con el enfriamiento de la superficie del océano, o temperaturas de la superficie del mar por debajo del promedio, en el océano Pacífico tropical central y oriental.

En Indonesia las precipitaciones tienden a aumentar, mientras que las precipitaciones disminuyen en el océano Pacífico tropical central y oriental.

Los vientos normales del este a lo largo del ecuador se vuelven aún más fuertes, por lo que, cuanto más frías son las anomalías de la temperatura del océano, más fuerte es La Niña, y viceversa.

La fase neutra del El Niño-Oscilación del Sur ocurre cuando están ausentes las fases de El Niño o La Niña, es decir, cuando las temperaturas promedio del mar en el Pacífico tropical están cerca del promedio.

El ENSO es uno de los fenómenos climáticos más importantes de la Tierra debido a su capacidad para cambiar la circulación atmosférica global, que, a su vez, influye en la temperatura y la precipitación en todo el mundo.

Además, ENSO se ha convertido en un indicador global para predecir temporadas de sequía e inundación antes de sus impactos más fuertes en el tiempo y el clima.

La palabra ENSO u Oscilación del Sur es un acrónimo que se utiliza para las tres fases del fenómeno de calentamiento de las temperaturas superficiales del océano Pacifico, es decir, se puede aplicar a ENSO anomalía cálida, ENSO anomalía fría y ENSO anomalía normal, entonces cuál es la historia detrás de la asociación a El Niño.

Dado que la oscilación del sur ocurre desde hace mucho tiempo, para los pescadores sudamericanos el calentamiento de las aguas costeras ocurría alrededor de Navidad y, como en países como Perú la adoración al niño Dios es una tradición de la religión católica traída de España en la época de la Colonia, los pescadores se refirieron al calentamiento de las aguas del océano como “El Niño”, nombre que adoptó el fenómeno o manifestación hasta el siglo XX.

La plataforma digital britannica.com explica que, basados en esta asociación, los científicos peruanos notaron que los cambios más intensos ocurrieron a intervalos de varios años y se asociaron con inundaciones estacionales catastróficas a lo largo de la costa normalmente árida, mientras que las anomalías térmicas duraron un año o más.

Los episodios más inusuales ganaron la atención mundial durante el siglo XX, y la connotación anual original del nombre fue reemplazada por la del suceso anómalo de Oscilación del Sur estudiada a profundidad por el climatólogo británico sir Gilbert Walker.

Este científico descubrió que el cambio de la oscilación en las temperaturas superficiales del mar se daban a gran escala en la presión del nivel del mar en Indonesia y el Pacífico tropical.

Posteriormente, a finales de la década de 1960, Jacob Bjerknes y su grupo de investigación se dieron cuenta de que los cambios en el océano y la atmósfera estaban conectados entre sí y así nació el término híbrido "ENSO – El Niño Oscilación del Sur.

En las décadas posteriores a 1980 se les dio nombre a las fases de la Oscilación del Sur, apareciendo los términos La Niña para describir el enfriamiento de las temperaturas de la superficie del océano tropical y ENSO neutro para describir el fenómeno asociada a temperaturas promedio de la superficie del mar.

Según la plataforma digital eird.org las fases de ENSO modifican el patrón normal de las condiciones meteorológicas, provocando alteraciones climáticas donde resaltan tormentas, inundaciones, tornados y huracanes.

En el caso de Panamá cuando ocurre la anomalía cálida, es decir aumenta la temperatura promedio de la superficie del océano en los trópicos, el fenómeno se conoce como El Niño y produce sequías en el país.

Por el contrario, cuando ocurre la anomalía fría, es decir disminuye la temperatura promedio de la superficie del océano en los trópicos, el fenómeno se conoce como La Niña y produce inundaciones severas en el país.

Debido a los registros históricos es posible establecer los periodos en los que suele manifestarse ENSO, tanto en anomalías cálidas como en anomalías frías, de allí que sea posible establecer planes de preparación para manejar las amenazas en zonas más vulnerables a las sequías y a las inundaciones.

Con base en estos planes es posible estar preparados ante una emergencia o desastre natural provocado por ENSO y, según las zonas geográficas del país, diseñar planes de prevención de desastres tomando en cuenta los efectos secundarios como deslizamientos, inundaciones, sequías, incendios forestales.

Además, el conocimiento científico basado en datos históricos permite que el Estado desarrolle políticas públicas a largo plazo que permitan establecer planes para el manejo de la escasez del agua, a través de programas de sequía con proyectos de reservorios multipropósito para almacenar agua y tener acceso a y disponibilidad de ella durante eventos extremos de El Niño.

Además, se pueden establecer programas de inundaciones que contemplen proyectos para la construcción de tanques de tormentas para evitar inundaciones en zonas urbanas y de igual manera almacenar agua para otros usos en la ciudad.

La mayor ventaja de la manifestación de El Niño Oscilación del Sur es que desafía al ser humano a diseñar soluciones innovadoras para aprovechar los periodos de abundancia del agua.