Pesca en aguas sucias, un problema aún sin regular

Actualizado
  • 08/01/2015 01:00
Creado
  • 08/01/2015 01:00
Según ARAP, solo hay un acuerdo de límites y capacitaciones de hace 15 años. La acción podría afectar la salud humana, advierten

Con la llegada de la época de Cuaresma y Semana Santa, el número de pescadores artesanales faenando en las playas y ríos contaminados de la ciudad de Panamá podrían aumentar y poner en peligro la salud humana, aseguraron los expertos.

Hace unas semanas este diario logró fotografiar a un pescador faenado en aguas contaminadas y malolientes de la desembocadura del río Matías Hernández, con la esperanza de atrapar algún producto del mar. A su alrededor, bolsas y envases de plástico, latas, vidrio, sogas y toda clase de desperdicios complementan aquel paisaje impactado por la huella humana que utilizan muchos pescadores para faenar diariamente, ya sea como medio de subsistencia para consumo propio o para obtener un poco de dinero.

El ingeniero Mario Quiroz, encargado de la Dirección de Ordenación y Manejo Integral de ARAP, dijo que la pesca en aguas contaminadas fue alertada desde hace unos quince años, pero solo se estableció un acuerdo con los pescadores y se advirtió de sanciones.

En ese entonces, la Dirección de Recursos Marinos y Costeros de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) (dirección que ahora es parte de la ARAP) fijó una línea imaginaria para faenar, la cual fue establecida desde la Isla Flamenco hasta el río Tapia. ‘La restricción era solo para la pesca de arrastre, los camaroneros y bolicheros con el propósito de que le dejaran una reserva a los pescadores artesanales para evitar conflictos. No obstante, con los altos índices de contaminación esta restricción tuvo que ampliarse incluyendo a los pescadores artesanales‘, explicó.

En esa época, también se hizo un acuerdo de acercamiento con los pescadores que habitan en las comunidades cercanas a las playas Leona, Puerto Caimito, Boca la Caja, y se les ofreció capacitaciones para que conocieran sobre los límites y los peligros que conlleva para la salud de los seres humanos consumir productos del mar procedentes de aguas contaminadas, pero desde hace algún tiempo han dejando de impartirse. Por eso ‘es importante ver cómo se hace nuevamente el acercamiento para hablar del tema hasta que las aguas de estas playas estén completamente limpias con el proyecto de saneamiento de la Bahía de Panamá’, indicó Quiroz, quien asegura que la ARAP retomará los talleres de orientación, dado que los riesgos de contaminación aumentan con la basura marina. Asimismo, advirtió que se podrían dar sanciones de multas a los que faenen en aguas sucias, aunque no existe una norma que lo establezca.

‘Una ley o decreto como tal, que prohiba la pesca de subsistencia en la bahía de Panamá, no existe; pero sí, los límites para faenar y un acuerdo de capacitación que data ya de varios años, y que tiene que ser renovado’, afirmó el ingeniero.

En cuanto a los riesgos que conllevan para la salud los peces extraídos de aguas sucias, el biólogo Manuel Asprilla dijo que aunque éstos pueden ser portadores de contaminantes químicos y metales pesados como: plomo y mercurio, difícilmente éstos puedan afectar a los seres humanos con enfermedades biológicas, ya que ‘la zoonosis (enfermedad de animales a humanos) es más frecuente de mamífero a mamífero que de peces a mamíferos. Aunque existen bacterias como el cólera y la salmonela, por mencionar algunas, que sí pueden transmitirse de peces a mamíferos’, acotó.

Este diario consultó al Ministerio de Salud (Minsa), a través del Departamento de Relaciones Públicas, para conocer su postura, pero hasta el cierre de esta edición no se logró una respuesta.

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