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- 28/05/2014 02:00
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Panamá Oeste registra un crecimiento vertiginoso en cuanto a proyectos habitacionales, pero la sostenibilidad ambiental parece estar excluida de la calidad de vida.
Con el fin de realizar una cadena verde de producción, que posea la fortaleza necesaria para iniciar la comercialización a gran escala en proyectos habitacionales, se inició hace dos años una red de reforestación, con plantas producidas en viveros.
La red busca consolidar tres comunidades que trabajan en la cuenca, como son los Tinajones, Mendoza y Cerro Cama,
Organizaciones no gubernamentales, como la Asociación Panameña para la Sostenibilidad de la Agricultura y la Naturaleza (APASAN), la Fundación Interamericana de Estados Unidos y el Concejo Consultivo de la Sub Cuenca, en colaboración con la Autoridad del Canal de Panamá, desarrollan el proyecto ‘Red de Viveros’.
Marcos Riquelmer, coordinador del proyecto de Fortalecimiento Institucional y Desarrollo del concejo consultivo, indicó que el proyecto de encadenamiento para reforestación en la cuenca busca sobre todo, enlazar empresas promotoras de barriadas o constructoras para que a través de sus planes de reforestación apoyen también a los pequeños empresarios.
Riquelmer indica que la cerca de la sub cuenca Hules, Tinajones y Caño Quebrado, que posee 17 mil hectáreas, se están construyendo gran cantidad de barriadas, donde se hacen muchos trabajos de movimiento de tierra a orillas de las quebradas, sin tener el cuidado con la reglamentación de los perímetros, y devastando sin reforestar.
Hasta el mes de febrero se desarrollaban cuatro proyectos habitacionales en Capira y cien en La Chorrera, de los cuales 16 se ejecutan en corregimientos que forman parte de la cuenca.
La red de viveros trabaja en la plantación de especies como cedro espino, palmas, plantas ornamentales, caoba, roble y guayacán.
‘En ocasiones, los dueños de proyectos traen plantas de otras provincias como Chiriquí, Coclé y Colón, aún cuando hay programas locales que las poseen’, acota Riquelmer.
‘Los precios son bastantes accesibles, pues van desde 35 centavos por plantón, si se compra más de 2 mil dólares; ó 50 centavos, si la cantidad es menor’, añade.
Luris González, tiene dos años participando en el proyecto, ella reside en el corregimiento de Mendoza, y debido a que siempre se ha dedicado a la siembra, se animó, junto a otros diez miembros, a participar en la Organización Sostenible de Mendoza (OSAM).
González explica que el vivero abarca menos de una hectárea, y está ubicado dentro de la propiedad de uno de los miembros. Menciona que trabajan de lunes a sábado, un total de 8 a 14 horas por día, para lograr terminar con una cantidad de plantones, que esperan lograr vender a algún proyecto.
Según González, el dinero recaudado en una venta se divide: una parte se guarda y otra es reutilizada en el mantenimiento del vivero. El dinero ahorrado es dividido entre todos los miembros al final del año.
APOYO DE LA ACP
Milton Martínez Hernández, quien trabaja en la sección de manejo de cuencas de la división de ambiente en la Autoridad del Canal, señala que el enfoque de este proyecto es claro pues busca mejorar el trabajo de recuperar los ríos. Apunta que quienes construyen barriadas en Panamá Oeste deben saber que hay grupos que se están preparando para conservar el área verde.
‘La visión de esta red es apoyada por la ACP, ya que además de beneficiar la cuenca, se busca reforestar el área verde de los proyectos, para el bien de sus habitantes’, dice.
Martínez señala que en el patrón urbanístico debe prevalecer calidad de vida ante desarrollo económico.
PROMOTORAS
Lorena Martínez, quien trabaja en el desarrollo de un proyecto habitacional en el Arado, La Chorrera, mira el proyecto del vivero con buenos ojos. Acepta que como empresa promotora saben que deforestan muchas áreas, pero no toman conciencia de reforestar.
La ingeniera explica que a pesar de que por cada 500 viviendas se les exige la construcción de cinco áreas verdes, lo que colocan son parques, con juegos y algunas plantas.
Martínez agrega que actualmente la promotora compra plantas ornamentales y palmas rojas o verdes a intermediarios, lo cual resulta más costoso por los gastos de acarreo y planilla. Enfatiza que las promotoras ahorrarían costos si compraran directo a los viveros, pues actualmente por un plantón que cuesta un dólar pagan más del doble.