Rino Tamburelli: ‘Mantener un restaurante no es fácil’

El presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá, Rino Tamburelli, expresó este 8 de agosto que existe una sobreoferta de restaurantes en la ciudad de Panamá.

Durante una entrevista con La Estrella de Panamá, el empresario manifestó las inquietudes del gremio.

“La vida de un restaurante no es fácil. Mantener un restaurante no es fácil. Se deben pagar los altos insumos: en luz, salarios, impuestos. Tenemos una competencia desleal bastante fuerte”, dijo el dirigente.

Tamburelli se refiere a los puestos de venta de comida improvisados que existen en la ciudad de Panamá y sus periferias. “No nos oponemos a que las personas se ganen la vida, pero todos debemos tener las mismas reglas de juego”, planteó.

En ese sentido, agregó el presidente, el pago de impuestos, las reglas de aseo que estipula la autoridad de Salud, entre otros requisitos para establecer un local.

“Esto es algo que la asociación se ha quejado de que, primero vienen a los restaurantes establecidos y no sé porque no pasan donde un puesto de comida”, dijo.

El colectivo y aquellos que no son parte de este atraviesan por la baja asistencia de los consumidores, debido a que los precios han subido porque los insumos han subido. “Algunos han tenido que aumentar los precios porque los insumos han subido, otros no, porque al final del camino si seguimos aumentando, menos van a venir los clientes”.

Esto no es solamente en los alimentos, también en el costo de la luz. “Tenemos quejas de nuestros miembros y los que no están en el colectivo, de que, a cada rato se les queman los compresores, los residentes bajones de corrientes que hay en nuestros negocios”.

La Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá envió cartas al alcalde de Panamá, Mayer Mizrachi y la alcaldesa de San Miguelito, Irma Hernández, para solicitar de manera formal reunirse, expresar las inquietudes y problemas.

“Como buenos comerciantes y panameños queremos que Panamá siga adelante y todos prosperemos. Lo que más nos preocupa es cuidar nuestra mano de obra, porque sí las cosas siguen aumentando, al final: ¿Quién va a pagar los platos rotos? Los colaboradores y nuestros clientes”, concluyó.