'Sex Education', el descubrimiento juvenil de la sexualidad moderna

Actualizado
  • 27/02/2020 06:00
Creado
  • 27/02/2020 06:00
La serie británica de Netflix ha abierto las puertas a un nuevo universo de educación sexual para jóvenes, manteniendo una trama inteligente y responsable que trata temas de sexualidad para más de 40 millones de usuarios de la plataforma
Otis y Maeve, llevan a cabo una 'clínica sexual' en su escuela.

Hace poco más de un año, Netflix dio a sus consumidores un plato fuerte vestido de drama juvenil: el programa original Sex Education. La clase entró en sesión el 11 de enero de 2019 y se convirtió en un éxito rotundo para la plataforma de streaming, contando la historia peculiar -pero de cierta manera identificable- de un adolescente británico que busca descubrirse a sí mismo, su sexualidad e identidad dentro del ambiente de una secundaria moderna.

Otis (Assa Butterfield) es un joven de 16 de años que vive en Inglaterra con su madre, la terapeuta sexual Jean Milburn (Gillian Anderson), rodeado de miles de recordatorios acerca de su falta de experiencia sexual e inconsistencias familiares. Durante la primera temporada de la serie descubrimos a los personajes principales que embarcan la aventura de la secundaria junto a Otis. Por un lado se encuentra Maeve (Emma Mackey), la joven oscura de aspecto punk, inteligente y atrevida que vive día a día con complicaciones en su pequeño trailer, además, es quien incita a Otis a crear una 'clínica sexual' clandestina en el campus, donde Otis usa el conocimiento de su madre para brindar apoyo a estudiantes confundidos.

Assa Butterfield y Gillian Anderson,son madre e hijo en la serie.

Tocar el tema de la educación sexual puede resultar incómodo, sin embargo, la directora Laurie Nunn logra abarcar desde la masturbación, y el aborto hasta la escena queer con ritmo y elegancia, lo que presenta una perspectiva madura y abierta a los tópicos que generan debate en la juventud actual. “Queríamos tomar todos esos tópicos del género teen y mostrar una perspectiva diferente sobre ellos”, aseguró Nunn al medio Thrillist.

Bajo una gran influencia en el género teen de comedia romántica desarrollado principalmente por John Hughes en la década de 1980 en EEUU, la creadora logró asentar el ambiente de la serie como un “homenaje” a Hughes, y “que tuviese un telón de fondo nostálgico, pero hablando de temas contemporáneos y personajes muy modernos”. No es por casualidad que el tono de los episodios está teñido de referencias a la década llena de chaquetas abombadas y colores vibrantes, aunque sea ubicada en Inglaterra.

Ncuti Gatwa es Eric Effiong, el mejor amigo gay de Otis.

La perspectiva que transmite la serie de ocho capítulos por temporada (de las dos actuales), es de diversidad en todos sus aspectos: corporal, sexual, racial... Lo que brinda un sentido de identidad y representación, cada vez más, en la juventud de todo el mundo. ¿Es esto lo que hace a Sex Education tan popular? En parte sí, y en parte es por su arriesgada apuesta como serie televisiva familiar y no solamente juvenil, con un hilo de historias que los adultos pueden entender tanto, o más, que los jóvenes y ponerse de su lado en temas de sexualidad.

Y, aun cuando el programa toca los tópicos superficiales -el mejor amigo gay, el deportista extenuado, la joven punk sin familia-, no lo hace de manera moralizante o tóxica sin apuntar el dedo de manera despectiva a ninguno de los casos, sino con un toque de esperanza para que se puedan desenvolver de la manera que más cómoda les convenga, sin parecer forzado o muy meloso. Esta es la esencia de Nunn en una sociedad consciente y con fuerza en las redes sociales.

'Sex Education', el descubrimiento juvenil de la sexualidad moderna

“En términos de dónde me siento en cuanto a positivismo corporal y positivismo sexual y feminismo, todas esas cosas se manifiestan porque son las cosas en las que creo y se cuelan en la escritura”, expresó Nunn a Thrillist. “Para la primera temporada de la serie teníamos una sala de escritores y había alrededor de 10 personas en la sala, escritores y productores y yo. Acabamos de tener todas estas increíbles conversaciones abiertas sobre qué información nos gustaría haber visto en la televisión cuando éramos adolescentes”, enfatizó, “a través de eso y mediante esas conversaciones, nos dimos cuenta de que es bastante universal en términos de esas conversaciones realmente incómodas y cringeworthings que no puedes tener con tus padres o tus maestros o tus compañeros, pero es esencial para que puedas tener relaciones sanas y abiertas con otras personas”.

El sexo sin tabúes

En la actualidad los temas acerca del sexo se han desvinculado de los antiguos tabúes y mitos, entre ellos, la conversación abierta con los jóvenes.

Los adolescentes han encontrado, en gran oferta, series televisivas donde puedan identificarse con otros jóvenes que buscan respuestas a la sexualidad. Una de estas precursoras fue Sexo en Nueva York (Sex and the City, 1998), seguido del éxito juvenil Skins (2007).

Pero, pese a que estas series mostraban una parte de la sexualidad, todavía no se sumergían en la amplia cartera de temas por abordar con la juventud mundial. Dejando la pornografía aparte, las escenas sexuales reinan por montón en filmes de Hollywood (incluso los que se registran PG-13), lo que hace que los adolescentes estén expuestos a información que no se les explica en totalidad, creando mayor curiosidad y sed de experimentación.

¿Entonces qué es lo positivo y lo negativo de que la televisión haya abierto sus puertas a la sexualidad adolescente? En visión positiva, el presentar modelos saludables de relaciones sexuales con consentimiento mutuo, pero también se debe ser responsable y realista en sus tramas y personajes. “Lo más importante es que los personajes con los que el adolescente pueda identificarse sean lo más realistas posibles”, destacó Amalia Gordòvil, doctora en psicología del Centre Grat y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), al medio La Vanguardia.

“Si aparecen personajes idealizados que mantienen muchas relaciones sexuales y además muy placenteras, provocará que los adolescentes se sientan muy lejos de ellos y se frustren”, añadió.

Entre lo negativo podría detallarse la relación entre el coito con el éxito social, más en la edad adolescente, donde los niveles de vulnerabilidad son mayores a cualquier otra etapa humana. En esta óptica se podría situar a Otis, como explicó Nunn: “Creo que con Otis lo que lo hace interesante como personaje es que cuando lo conoces por primera vez piensas: Oh, he visto a este personaje antes. El hombre blanco heterosexual, torpe, nerd adolescente. ¿Va a perder su virginidad o no va a perder su virginidad? Pero entonces, obviamente, a medida que comienza a empezar, te das cuenta de que tiene mucho más que eso”.

La presencia de un adulto consciente de lo que se requiere para educar a un joven en cuanto a las relaciones íntimas es lo más innovador dentro de Sex Education, ya que en series anteriores los adultos eran un eslabón débil o ausente durante la vida de los jóvenes. Otis cuenta con su madre, la sexóloga Jean, quien le apoya (en la forma más maternal posible) a conseguir descubrirse en el área sexual. La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), en España, detalla la importancia de que los padres se involucren en las vidas sexuales de sus hijos.

La psicóloga, sexóloga y youtuber Nayara Malnero dedica un espacio para jóvenes en su blog Sexperimentado, donde muchos de sus vídeos y consejos pueden aplicarse a todas las edades. Además, ofrece seis claves a los padres para hablar de sexualidad con sus hijos, “muy sencillas, pero todavía no asimiladas por los progenitores del siglo XXI”. El elemento principal que presenta es que “nunca se debe evadir ninguna pregunta”. “Aprendemos de lo que se dice y de lo que no se dice. El silencio es la peor de las opciones, estarás reforzando el tabú del que deseas escapar”, sostiene.

Con la llegada de la segunda temporada de la serie en enero de este año, la educación sexual toma otro sentido, uno más empático que solamente leer guías de expertos o sentarse en un salón de colegio. La idea que concibió Nunn da en el clavo al presentar jóvenes que sufren las mismas inseguridades que millones de otros en el mundo, las escenas sexuales son tratadas con inteligencia en vez de ser arrojados como “algo del momento” y la trama continua de los personajes madura junto con ellos, mostrando así la verdadera evolución de la adolescencia saludable y el sexo sin tabúes.

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