La floración de los guayacanes se convierte cada año, entre los meses de marzo y abril, en un espectáculo visual que pinta de amarillo el horizonte de...
- 09/07/2015 02:00
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Juventud, divino tesoro', recuerdo decir a mi abuela en más de una ocasión. Y es que en nuestros años mozos nos sentimos invencibles. Estamos llenos de energía, nada nos duele, la salud generalmente es buena y las cosas más simples de la vida las damos por sentadas.
Es decir, los actos de comer, acostarnos a dormir, caminar, vestirnos, ir al baño, ir de compras o pagar las cuentas son parte de la rutina y nunca le metemos mucha cabeza.
A medida que envejecemos, esto va cambiando sutilmente y ya en edades más avanzadas estas actividades que se podrían considerar sencillas, se convierten en un desafío.
Son necesidades diarias del ser humano y, por esto, el no poder ejecutarlas de manera independiente no solo es frustrante, sino que la persona afectada podría intentar esconderlo por vergüenza o miedo.
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