Lo que dice cada lágrima

Actualizado
  • 21/08/2014 02:01
Creado
  • 21/08/2014 02:01
Cuando un bebé se estrena como residente de este planeta solo tiene una forma de expresar lo que siente y piensa: a través del llanto

Mientras la gota de lágrima sigue trazando su sendero sobre el afectado rostro, toca conocer cuáles son las causas que la llevaron a asomarse y, de darse el caso, a invitar a otras colegas a hacer caminos junto a ella. Caminos que pueden convertirse en diminutos charcos. No hay que ser geógrafos para descifrar el mapa húmedo que se dibujó en una mejilla ni químicos para analizar su composición, solo basta ser observadores.

De acuerdo con lo explicado por la enfermera Aurelia Reyes de Castro, del Hospital del Niño, hay distintas formas de llanto, cuya lectura debe ser bien aprendida cuando de comprender a un recién nacido se trata. Aunque cabe destacar que la forma en la que lloren y la intensidad con la que lo hagan también estará sujeto a la personalidad de cada individuo.

‘Desde que nacen los bebés muestran su carácter, y éste se va formando desde que estaba dentro de la barriga’, indica Reyes de Castro, al tiempo que señala aparte de las particularidades de cada nuevo niño o niña existe un patrón universal a la hora entender lo que provoca la acción de llorar.

- El llanto de dolor : el sonido emitido por la criatura es muy fuerte, intenso, casi que nada lo consuela. Éste puede ser provocado por una afección estomacal (cólicos), un golpe, algo que lo pinchó, etcétera. Por cualquiera de estas razones el pequeño o pequeña hasta queda sin aire en lo que emite el llanto. Solución: debe llevarse a consulta médica.

- Llanto sabio : es la forma de decir que no está de acuerdo con algo. Por ejemplo, cuando el bebé pasó mucho tiempo en brazos y luego se le coloca en su cuna, éste llora para protestar pues desea que lo vuelvan a tener en brazos. Suelen ser gemidos rítmicos y no tan elevados. Puede darse de forma contraria, el infante quizás se canse de estar cargado y desea estar en un lugar más cómodo, como su cuna, coche o silla. Solución: es fácil de apaciguar, si desea que se le cargue, se le carga; si quiere estar en otro sitio se coloca allá.

- Llanto de hambre : por lo general el torrente es interrumpido cuando el niño o niña se mete los dedos en la boca. Eso indica que busca consuelo a través de ellos, ya que no tiene su biberón. Solución: es muy sencilla, solo hay que alimentarlo.

- Llanto de incomodidad : se da cuando está sucio o porque tiene calor, incluso al no sentirse cómodo en la presencia de una persona. Es algo parecido al ‘sabio’, pero se muestra un poco más fuerte y enfático. Éste está más ligado a su carácter. Con él, demuestra qué le gusta y qué no, ya sea posiciones, compañía de determinadas personas o sitios. Solución: solo hay que alejarlo de aquello que le molesta.

SIN CAMINITOS QUE DESCIFRAR

Aunque, por lo general, un infante puede llorar, en total, unas dos horas y media en el día, hay niños que se expresan de otra forma: no lloran con frecuencia. Esto es más delicado y desesperante que oír desgarradores gritos, incontables veces, asegura la profesional del Hospital del Niño, tomando en cuenta que el llanto es un medio de comunicación cuando no se sabe hablar.

La enfermera insta a los padres a estimular a sus hijos, ya que ellos necesitan dar a conocer lo que sienten. Aconseja hablarles, hacerle ejercicios o hacerles terapias que pueden ser coordinadas por algún especialista.

‘Siempre hay que hablarles en positivo’, matiza la experta. ‘Pese a que sea algo negativo lo que haya ocurrido, hay que animarles’, sigue diciendo. La idea es crear confianza desde que la criatura está en la barriga y sostener ese lazo fuera.

Aprender a entender a un bebé es aprender a respetarlo. Ese derecho lo adquirió desde que fue concebido y se debe enaltecer. Conocer lo que significa cada lágrima es parte importante de ese proceso.

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