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- 15/04/2021 00:00

Tener problemas de erección eventualmente no es necesariamente un motivo para preocuparse. Sin embargo, si la disfunción eréctil (impotencia o la incapacidad para conseguir y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales) es un problema continuo, puede provocar estrés, afectar la confianza y crear problemas durante la intimidad.
En los meses de confinamiento a causa de la pandemia se registró un incremento significativo en las consultas sobre trastornos de erección en los hombres, provocados por el estrés, según estudios científicos realizados en Italia y Estados Unidos.
“La disfunción eréctil es un biomarcador perfecto de la salud física y psicológica en general”, explicó el autor principal del estudio, Emmanuele Jannini.
El también profesor de endocrinología y sexología médica en la Universidad Tor Vergata, en Roma remarcó: “Dado que la covid-19 afecta al bienestar físico y mental, la disfunción eréctil no es necesariamente una consecuencia sorprendente producida por dicha enfermedad”, según registra DW.
Las personas que tienen coronavirus y ya habían sufrido disfunción eréctil, también pueden ser más propensas a desarrollar neumonía por covid-19, detalló Jannini. “Además, la neumonía conlleva las mismas comorbilidades que a menudo se asocian a la disfunción eréctil, incluidas las dificultades respiratorias, la inflamación, los problemas hormonales, el estrés, la ansiedad, la depresión y la disfunción endotelial”, resaltó el experto.
Durante una entrevista con NBC, la doctora estadounidense especializada en enfermedades infecciosas, Dena Grayson, dijo que el nuevo coronavirus está dejando unas secuelas de las que no se ha hablado tanto.
Las enfermedades neurológicas que provoca el SARS-CoV-2 afectan a los cuerpos cavernosos y entre ellos, a los del pene. Pasar la enfermedad puede dejar como secuelas cefalea, mareo, mialgias y anosmia. A eso súmenle encefalopatía, encefalitis, ictus, hasta crisis epiléptica y afecciones pulmonares con los episodios que ya todos conocemos, publicó El País.

“Así que esto es algo que preocupa mucho; no solo que el virus pueda matar, sino que en realidad puede causar complicaciones potenciales a largo plazo y de por vida”, añadió.
Uno de los principales problemas de la enfermedad más allá de la muerte pueden ser las secuelas a la salud, a medio y largo plazo.
Javier Romero Otero reseñó en El País que el estrés causado por el proceso traumático de pasar una enfermedad por la que muere tanta gente afecta también a la erección.
Muchos de los problemas de disfunción eréctil se tratan con terapia. De ahí la importancia de acudir al especialista en cuanto sucede. “Por ello, y por lo difícil que resulta para los pacientes hablar de esta patología que, en momentos de pandemia ha dejado incluso de mencionarse, animamos a todos los varones a consultar con su urólogo para ser tratado”, mencionó.
El psicólogo y psicoterapeuta de familia y parejas Eliécer Pérez Rivera compartió con La Estrella de Panamá que según el origen de la disfunción eréctil, esta se podría clasificar en orgánica, si se trata de aquella en la que las alteraciones de la erección han sido provocadas por factores físicos; y psicógena, para referirse a aquella cuyo origen son las alteraciones psicológicas.
“Es por ello que durante la pandemia se han producido cambios muy profundos que han afectado la vida social, laboral y de pareja, dando lugar a complejas situaciones personales que sin duda pueden afectar la vida sexual”, remarcó.
El experto añadió que los problemas para conseguir o mantener una erección también pueden ser un signo de una afección de salud preexistente que necesita tratamiento, y un factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
Según la Boston Medical Group, una alianza mundial de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de disfunciones sexuales masculinas, el estrés provoca un incremento de la tensión, el estado nervioso y la preocupación, que deriva en un aumento de segregación de adrenalina en el organismo.
En este sentido, la adrenalina actúa como un potente vaso constructor, que reduce la capacidad circulatoria y puede provocar un problema de disfunción eréctil.
“El estrés y la ansiedad nos afectan a todos de vez en cuando. La tensión, en pequeñas cantidades, puede ser positiva en ocasiones, ayudando a motivar al individuo en el incremento de su actividad. Pero mantener un estado de estrés constante es perjudicial para el organismo y puede desembocar en problemas de erección”, reconocieron los expertos de la Boston Medical Group.