Huesos frágiles, una sentencia revocable

Actualizado
  • 15/10/2015 02:00
Creado
  • 15/10/2015 02:00
La osteoporosis es una enfermedad muy común, cuyo riesgo se puede reducir sustancialmente a través de estilos de vida saludables

Muchos hemos vivido la experiencia de ver a un abuelito o abuelita que se fractura la cadera después de una caída o golpe simple, que en otra persona no habría causado mayor molestia. Tal vez hemos notado la pérdida gradual de estatura en el adulto mayor a lo largo de los años, sin darle importancia.

Cuando estos síntomas aparecen es señal de que la enfermedad silenciosa ya se encuentra en un estado avanzado. La osteoporosis, una condición en la que los huesos pierden densidad y se vuelven frágiles, no se manifiesta en sus etapas iniciales. Sin embargo, es una condición que puede prevenir antes de que sea muy tarde.

LA VIDA DEL HUESO

El hueso es un tejido vivo que a lo largo de la vida se va degradando y regenerando. Cuando, por distintos motivos, se empieza a perder más hueso de lo que se reemplaza, el esqueleto se va volviendo débil y propenso a quebraduras.

‘Normalmente el depósito de hueso se comienza a formar desde el nacimiento hasta alrededor de los 30 o 35 años', señala explica la Dra. Aldi López, cirujana de columna, ortopeda y traumatóloga. ‘Luego se estabiliza hasta después de los 40 años, que se inicia la pérdida de hueso — 1% al año — si no se toman las precauciones necesarias'.

FACTORES DE RIESGO

Lo primero que se debe determinar son los factores fuera de nuestro control. Entre ellos, la herencia, pues las personas con antecedentes familiares corren mayor riesgo de padecer osteoporosis. Las mujeres, particularmente después de la menopausia, tienden a sufrir más de la condición que los hombres. Otros elementos que incrementan la posibilidad de desarrollar la enfermedad son el color de la piel y el peso, con los caucásicos y las personas muy delgadas presentando la mayor prevalencia. También, el uso prolongado de corticoides.

Esto no significa que la osteoporosis no se presente en pacientes sin el factor genético, de piel morena o en hombres, solo indica que la incidencia es menor. Por lo tanto, todo el mundo debe cuidar de sus huesos con igual esmero. De hecho, ‘estudios demuestran que los hombres que sufren una fractura de cadera tienen mayor riesgo de muerte en comparación con las mujeres', destaca López. Y esto se le suma a una fractura que ya de por sí es riesgosa, pues un 30% de los que la experimentan mueren durante el primer año.

Dentro de los factores de riesgo bajo nuestro control están el sedentarismo, la dieta y otros hábitos como el tabaquismo y el consumo de alcohol.

A CUIDAR EL ESQUELETO

El cuidado de los huesos parte de una buena alimentación, con niveles adecuados de calcio y vitamina D. Para obtener el calcio, la cirujana y ortopeda recomienda el consumo de productos lácteos, sardinas, vegetales verdes, semillas de ajonjolí y lentejas. Se debe evitar el consumo excesivo de gaseosas y alcohol.

Además recomienda tomar una buena dosis de sol diaria, temprano en la mañana o en la tarde, puesto que la cantidad de alimentos con vitamina D es limitada y los rayos solares son una de las mejores fuentes para su absorción.

‘Si la persona siente que no está obteniendo suficiente calcio o vitamina D, es mejor suplementarse', agrega la doctora. ‘Para pacientes adultos y en edad fértil se recomiendan mil 200 mg de calcio con 800 a mil UI de vitamina D'.

La dieta se debe complementar con actividad física. ‘La Asociación Americana del Corazón recomienda 30 minutos de actividad física moderada (como caminar rápido), cinco veces por semana y 20 minutos de actividad física intensa (correr, nadar, andar en bicicleta), tres veces por semana' explica López. ‘Esto se debe combinar con ejercicios de resistencia, como pesas, ligas o yoga, para fortalecer los huesos'.

El ejercicio debería empezar desde la niñez, cuando se comienza a acumular hueso. Pero en la edad adulta no tiene por qué detenerse. Se debe buscar ayuda profesional para encontrar los ejercicios que se adapten a la edad y condición de cada persona.

DETECCIÓN TEMPRANA

La osteoporosis se puede tratar. Sin embargo, lo ideal es detectarla temprano. Con este objetivo, López advierte que cualquier persona arriba de los 50 años debe empezar a monitorearse la estatura.

Asimismo, aquellos con factores de riesgo, como las mujeres posmenopáusicas o los mayores de 65 años, deben acudir a un especialista para realizarse una densitometría ósea, una radiografía que mide la densidad de los huesos.

Este examen es el que permite dictaminar un diagnóstico de osteoporosis. De resultar así, el paciente comienza un tratamiento con medicamentos que disminuyen la reabsorción de hueso y promueven su regeneración.

Sin embargo, la doctora subraya que lograr una mejoría en la densidad ósea es un proceso de varios años, dependiendo de la severidad del paciente y su evolución.

NUEVOS CONOCIMIENTOS

En agosto, López atendió un congreso de la Sociedad Iberoamericana de Metabolismo Mineral, donde aprendió que la osteoporosis se ha visto asociada cada vez más con la sarcopenia o atrofia muscular.

‘Si el paciente presenta atrofia, tiene más probabilidades de encamamiento como adulto mayor y de caída', expresa. A esto agrega que la falta de músculo está relacionada con falta de proteína y desnutrición, lo que incrementa el riesgo de enfermedades crónicas, sedentarismo y osteoporosis.

Otro de los aprendizajes que logró del evento fue que países tropicales como Panamá se está viendo mucha deficiencia de vitamina D. ‘Si la vitamina D es la vitamina del sol, aquí nadie debería tener deficiencia, pero no hacemos actividades al aire libre. Pasamos más tiempo en casa, en los gimnasios y en los centros comerciales. Estamos muy encerrados', concluye López.

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‘‘Si la persona siente que no está obteniendo suficiente calcio o vitamina D, es mejor suplementarse'

DRA. ALDI LÓPEZ

CIRUJANA DE COLUMNA

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