Pequeños patriotas

Actualizado
  • 11/11/2010 01:00
Creado
  • 11/11/2010 01:00
PANAMÁ. Si bien las fiestas patrias son fechas de celebración entre los panameños, quienes demuestran en las calles el orgullo de haber ...

PANAMÁ. Si bien las fiestas patrias son fechas de celebración entre los panameños, quienes demuestran en las calles el orgullo de haber nacido en esta tierra mediante desfiles o diversas actividades, los adultos no deben olvidar la importancia que tiene el platicar en casa con sus hijos acerca de qué se trata estas fiestas, pero sobre todo, inculcarles valores patrióticos cada día.

De acuerdo con Gicela Camargo, profesora de Ciencias Sociales, el concepto valores patrióticos se refiere a esa área de los valores cívicos que nos inculca el sentido de pertenencia hacia una nación. Uno de los principales valores cívicos es el amor a la patria, que es la semilla que debe germinar en cada uno de los hogares panameños y que se cultiva y refuerza en los colegios y en la comunidad, otro de suma importancia es el respeto por los símbolos patrios y por el uso de los elementos del folclor nacional. En este sentido, es responsabilidad de los padres, en primera instancia, infundir de ese valor cívico.

Sin embargo, algunos conocedores del tema aseguran que actualmente los adultos no están inculcándoles patriotismo a niños y jóvenes. Una de ellas es la psicóloga y docente universitaria Lesbia González, quien considera que este fenómeno ‘pudiera ser en parte por la globalización y el acercamiento e imitación de otras culturas y por otro lado, el poco reforzamiento en el sistema educativo’.

Por su parte, la psicóloga Rose Mary Reyes de Rolla apunta que no se puede generalizar en que el cien por ciento de los padres hace o no tal cosa. ‘No puedo dar cifras, pues año tras año veo cómo los padres apoyamos a nuestros hijos durante el año escolar en los temas relevantes a nuestra historia patria, que al final redundan en su asistencia en los desfiles patrios, en concursos como el de oratoria, competencias nacionales e internacionales, entre otros’, explica. De Rolla señala que estos espacios, visibles y tangibles, en el que los hijos se destacan positivamente, son claros ejemplos de que muchos padres están haciendo su trabajo, como guías, tutores y formadores desde el presente de los niños para ayudar en su recorrido y desarrollo personal, que los llevará a ser ciudadanos modelos y ejemplos en la sociedad. No obstante, la psicóloga hace hincapié en la otra cara de la moneda, aquella que deja al descubierto a aquellos padres de familia quienes aprovechan estos días festivos para disfrutarlos en retiros familiares, viajes, entre otros, sin darle la debida importancia a las fechas que se celebran en todo el país y de qué manera éstas lograron en el pasado marcar una diferencia en nuestra nación para que hoy día fuesen días de celebración nacional. ‘Los adultos simplemente valoran las fechas como días feriados de trabajo, de escuela y más bien son vistos como ‘descanso’ de obligaciones y responsabilidades laborales y no inculcan en sus hijos el verdadero significado’, comenta de Rolla.

Por otro lado, Camargo señala que la identidad cultural no se teoriza, se practica y se vive en lo cotidiano. ‘Considero que los valores patrios se han regionalizado, es decir, he observado que los padres de la península de Azuero se esfuerzan por transmitir esa herencia, pero en la capital no sucede lo mismo, esa tarea se le ha dejado a los centros educativos’, apunta.

EL POR QUÉ

Cuando llega el mes de noviembre todos hablan de patriotismo. Pero, ¿por qué es tan importante que los padres infundan a sus hijos ese valor? Porque lleva a cultivar el amor y respeto a la patria, contribuyendo así a lo que llamamos el ‘bien común’.

Para Camargo, la familia constituye el pilar de la sociedad y ese sentido de pertenencia a una nación se puede lograr si se inculca en el hogar, permitiendo de esta manera que los niños y jóvenes sean partícipes de una identidad cultural que refuerce la tendencia gregaria de todos los panameños.

‘De la misma manera en que es primordial inculcar desde el seno familiar valores morales, sociales y espirituales de sana convivencia no sólo en el hogar sino fuera de él, también lo es inculcar el amor a la patria que te vio nacer y te reconoció como hijo, como ciudadano de una nación y brindar el respeto y reconocimiento al que te ves obligado al cumplir con la patria y ella contigo’, argumenta de Rolla, quien además añade que para muchos adultos esto es tácito y sobreentendido, pues lo aprendieron en sus hogares y de igual forma se comparte la enseñanza con sus hijos al momento de corresponderle ese deber.

Por lo anterior, si como padres le enseñan a sus hijos a amar, honrar, mostrar compasión y respeto a su país, así como para sus semejantes, ellos no sólo destacarán por su sentido de patriotismo, sino que también serán mejores ciudadanos, y a su vez modelos para nuestras futuras generaciones.

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