Sanar desde el todo: cómo cuidar la salud de la mujer desde un enfoque integral

Por el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, la nutricionista y naturópata Sharon Amoyal comparte claves para prevenir el dolor físico y emocional, mejorar el bienestar y afrontar etapas como la menopausia con conciencia y equilibrio.

El pasado 28 de mayo se conmemoró el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, una fecha que busca visibilizar las problemáticas de salud que enfrentan millones de mujeres en el mundo, desde las enfermedades crónicas y los trastornos hormonales hasta el estrés, el dolor emocional y la violencia obstétrica. Pero también es un día para repensar el concepto de salud más allá de la ausencia de enfermedad.

Para Sharon Amoyal, nutricionista, naturópata y directora del centro Alquimia Wellness Center en Panamá, la clave está en entender que la mujer no es solo cuerpo, sino un ser multidimensional que necesita ser tratado desde lo físico, lo emocional, lo mental y lo espiritual. “La salud de la mujer no puede limitarse a una dieta o a un medicamento. Tiene que ver con cómo vive, cómo piensa, cómo siente, cómo se relaciona y cómo se conecta con lo divino”, afirma.

Sharon combina sus conocimientos en nutrición funcional, medicina natural, terapias energéticas y desarrollo espiritual con un objetivo claro: ayudar a las mujeres a sanar desde la raíz y a sanar el dolor antes de que se convierta en enfermedad.

“Muchas mujeres no están enfermas, están intoxicadas. No están gordas, están inflamadas. Y eso tiene solución si les das al cuerpo lo que necesita para autorregularse”, explica.

El poder de la nutrición antiinflamatoria

Una de las principales herramientas que Sharon utiliza en sus protocolos de sanación es la alimentación. Pero no se trata de dietas estrictas ni planes para bajar de peso, sino de aprender a comer de forma consciente y funcional. “La comida es información para el cuerpo. O lo inflamas o lo sanas con cada bocado”, dice.

Su enfoque se basa en la nutrición antiinflamatoria y desintoxicante, una forma de alimentación que busca reducir la carga de toxinas, metales pesados, alimentos procesados y exceso de azúcares y harinas que sobrecargan los órganos y provocan desequilibrios hormonales.

“Una mujer que no va al baño todos los días ya tiene un problema de salud. Una mujer que vive cansada, con migrañas, hinchazón abdominal o ansiedad, está inflamándose desde dentro. No es normal sentirse mal todos los días”, advierte.

El primer paso suele ser una limpieza profunda de intestinos, hígado y linfa, seguidO por una reeducación alimentaria. “Comer real, lo más natural posible. Si el queso es blanco, come blanco, no uno amarillo lleno de colorantes. Llena tu carrito con 80 % de alimentos reales y 20 % de productos procesados. Esa sola acción puede cambiar tu vida”, asegura.

Escuchar las emociones: el cuerpo habla

Además de atender la parte física, Sharon insiste en que el dolor tiene una raíz emocional que no se puede ignorar. Muchas de las mujeres que llegan a su centro lo hacen con fibromialgia, colon irritable, insomnio, ansiedad o problemas hormonales.

“Lo físico es el grito del alma cuando no ha sido escuchada. El cuerpo empieza susurrando con molestias pequeñas, pero si no atiendes, grita con dolor. Por eso no solo vemos qué comes, sino qué callas, qué cargas, qué no has podido soltar”, explica.

A través de herramientas como la biodescodificación, el coaching emocional y las terapias vibracionales, Sharon ayuda a las mujeres a liberar memorias traumáticas, emociones retenidas y patrones de pensamiento autodestructivos.

“Muchas veces, detrás de una inflamación crónica, hay rabia. Detrás del estreñimiento, miedo. Detrás de la ansiedad, falta de amor propio. No se trata solo de tomar un suplemento, sino de mirar hacia adentro”, asegura.

Menopausia: una etapa de poder, no de pérdida

Uno de los temas que más apasiona a Sharon Amoyal es acompañar a las mujeres en la etapa de la menopausia, un proceso natural que muchas veces es vivido como una enfermedad o una pérdida, cuando en realidad puede ser una etapa de empoderamiento, sabiduría y reconexión.

“La mujer entra a la menopausia cargando estrés, toxinas, resentimientos y agotamiento. No es la menopausia la que la enferma, sino lo no resuelto que sale a flote. Por eso hay que prepararse desde antes y vivir este proceso con conciencia y amor”, afirma.

Sus recomendaciones para transitar esta etapa de forma saludable incluyen:

Reducir el estrés crónico, ya que el exceso de cortisol afecta la producción de hormonas como la progesterona y el estrógeno.

Dormir temprano y de forma reparadora, porque el cuerpo se regenera durante la noche, especialmente entre las 10 p.m. y las 2 a.m.

Evitar azúcares, harinas refinadas y productos ultraprocesados, ya que agravan los síntomas como bochornos, insomnio y cambios de humor.

Conectar con el cuerpo desde el amor, no desde la exigencia o el juicio. “El cuerpo cambia, pero sigue siendo tu templo”, recuerda Sharon.

Lo espiritual, la fuente de sanación

La espiritualidad ocupa un lugar central. Para Sharon, Dios es el verdadero sanador y todo lo que hacen en el centro está alineado con esa visión.

“Aquí no trabajamos desde la mente, sino desde el corazón y con guía divina. Muchas mujeres llegan diciendo: ‘No sé cómo llegué aquí, pero siento que Dios me trajo’. Y eso es exactamente lo que pasa: cuando estás lista para sanar, el universo te guía”, afirma.

Las sesiones de sanación incluyen oración, meditación, limpieza energética y reconexión con el propósito de vida. Porque, como Sharon recuerda, “la salud no es solo no tener dolor, es vivir en plenitud, con gozo, con fe y con paz”.

Una invitación a volver a ti

En este Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, Sharon Amoyal hace un llamado claro: “Vuelve a ti. Escúchate. Cuida lo que entra por tu boca, por tu mente y por tu corazón. Tu cuerpo te ama tanto que se enferma para que lo atiendas”.

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