'El trabajo remoto es salario emocional; quienes no se adapten, perderán a sus talentos'

Actualizado
  • 29/10/2022 00:00
Creado
  • 29/10/2022 00:00
Reisy Abramof, directora de 'onboarding' de Remote Year nos recibe desde Australia para charlar sobre el trabajo remoto, las oportunidades, las tareas pendientes y los sectores más demandados por las compañías. Reafirma la importancia de la adaptación al cambio hacia la nueva forma de vivir y concebir el empleo
Reisy Abramof.

El último 'Reporte global sobre la contratación de talento internacional' de Deel, publicado este año, señala que el 77% de los trabajadores remotos dice ser más productivo cuando trabaja desde casa, y según el mismo estudio, América Latina sigue siendo la región con mayor crecimiento de empresas que contratan en el extranjero, seguida de cerca por Asia Pacífico. Para la directora de onboarding de Remote Year (una de las comunidades dedicadas a generar un ecosistema de trabajo remoto en el mundo), Reisy Abramof, el concepto de empleo se ha redefinido y las organizaciones deben adaptarse a los nuevos escenarios, considerando el impacto de la flexibilidad, como salario emocional. La también fundadora de la plataforma trabajandoremoto.com, que nos recibe en la virtualidad desde Australia, detalla que las carreras asociadas a la tecnología como programación y desarrollo web, dan una mayor garantía de proyección e ingresos, además del diseño gráfico, la gerencia de proyectos, el soporte al cliente y el mercadeo digital.

Sobre los desafíos, menciona el aislamiento social, el desarrollo de la cultura remota, hacer espacios para la familia, atender las diferencias de horarias y derribar los muros que imponen las culturas más tradicionales.

¿Cómo ha cambiado la mirada de las compañías en América Latina hacia el trabajo remoto?

El trabajo remoto llegó para quedarse. Después de la pandemia, el trabajo se ha redefinido como algo que se hace y no como un lugar a donde se va. En Estados Unidos las empresas llevan mucho tiempo haciendo la transición y vemos que eso pasa cada vez más en Latinoamérica. En 2020, un estudio hecho por Deel, una plataforma que ayuda a las empresas a realizar esas contrataciones globales, cuenta que América Latina es la región que contrata a más empleados internacionales en la actualidad y ese número aumentó los seis meses de este año en un 161%. Vemos que las empresas están encontrando muchos beneficios (del trabajo remoto). Primero, porque ya no existe la barrera geográfica y tienen acceso al mercado de talento global. También se están dando cuenta de todo lo que pueden ahorrar al no tener una oficina física, sino equipos remotos. Y tercero, como lo más importante e interesante, está escuchar la demanda por el salario emocional: ahora las personas quieren algo más que el salario económico, el salario emocional es la flexibilidad de horarios y libertad geográfica. Las empresas que no se adapten a esas modalidades de trabajo van a perder a sus mejores talentos.

Ha sido reconocida como una de las 'Top 50 Influencers' en el sector, además en los últimos seis años ha guiado a miles de personas a la transición al trabajo remoto a través del proyecto trabajandoremoto.com, ¿cuáles son las áreas clave que demandan talento hoy?

Sin duda, la primera es el área de tecnología, con todo lo que tiene que ver con programación o desarrollo web. Estudios hechos por Deel en Latinoamérica hablan de todo lo que tiene que ver con diseño gráfico, project management y las áreas de soporte al cliente o asistencia virtual. Vemos áreas que son bastante tecnológicas y también áreas más administrativas y que requieren habilidades blandas como asistencia virtual, que es la nueva forma de llamar a un asistente administrativo, pero un personal lo hace de forma 100% remota. Otra área con bastante crecimiento por las redes sociales es el mercadeo digital.

¿Podría ser la contratación remota una vía para enfrentar la escasez de talentos?

Totalmente. Uno de los grandes beneficios del trabajo remoto es que no tiene barreras geográficas y puedes contratar a personas de cualquier parte del mundo. Te doy el ejemplo de Australia, porque yo estoy aquí en este momento: existe una escasez muy grande en algunas áreas de trabajo y se acude al trabajo remoto para llenar esos puestos. De la misma manera, personas que están en países que atraviesan por crisis económicas y laborales como Venezuela o Argentina, tienen la oportunidad de buscar trabajo en otros lugares donde los salarios son más competitivos, donde la moneda es más fuerte. En la comunidad de Trabajando Remoto tenemos a muchas personas de Venezuela y Argentina que han conseguido empleos con empresas de otros países y les va mucho mejor. Entonces, el trabajo remoto puede cerrar esa brecha, esos países con escaso talento pueden contratar de otros lugares en donde no existen trabajos.

Ha viajado a más de 68 países, y desde hace seis años trabaja 100% remoto, todo esto impone unos retos y pasa que muchas compañías son conservadoras y se encuentran reacias a modelos de trabajo remoto. De hecho, el Banco Mundial ha planteado que esta transición precisa repensar los liderazgos, la capacidad de comunicarse de manera efectiva, la medición y el manejo del tiempo. ¿Qué otros desafíos están dentro de un modelo de trabajo remoto?

Con todos los cambios profundos como este, vienen los desafíos; es inevitable. Estamos hablando de un cambio de conciencia colectiva en algo tan importante como es el trabajo, que para muchos de nosotros ha sido ir a la oficina de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. y no estábamos preparados. Hay una diferencia entre trabajo remoto forzado, que fue lo que vivimos en la pandemia y las empresas no tenían las herramientas, lo que afectó a las compañías y a sus empleados. Otros desafíos que también veo son: el aislamiento social, porque muchas veces el trabajo remoto se puede sentir muy solitario... entonces está en cada persona y también en las empresas motivar a tomar los breaks sociales y hacer espacios para ver a los amigos y familia, tener hobbies. Lo otro también es tener una cultura remota; se trata de cómo mantener una buena cultura remota si los trabajadores no se conocen, básicamente no se ven y no comparten un espacio físico... ese es un gran desafío y tiene que ver con el liderazgo. También está la diferencia de horarios: mi equipo está en Estados Unidos y en Latinoamérica, yo estoy en Australia, pero estuve mucho tiempo en Asia y a veces me veo tomando llamadas a las 1:00 a.m. Entonces, ¿hay que buscar soluciones? Sí, ¿hay muchos desafíos? Sí, pero en los próximos años vamos a tener las herramientas tecnológicas, la mentalidad y la actitud para que el trabajo funcione tanto para las empresas como para los trabajadores.

Como directora de Onboarding en la 'startup' Remote Year, ¿cómo funciona toda la estructura y de trabajo remoto alrededor del mundo?

Es muy interesante porque muchas personas ya trabajan desde casa hace mucho tiempo y la idea de Remote Year es llevar a esas personas hacia una oficina que se mueve por el mundo. Con respecto, por ejemplo, a las legislaciones que existen, creo que es importante resaltar la participación del sector público. Creo que es algo que está cambiando mucho, no solo en las empresas, el sector público también está viendo los beneficios del trabajo remoto, incluyendo Panamá donde ahora existe una visa para nómadas digitales que permite a las personas quedarse hasta nueve meses trabajando en el país. Otros son España y Portugal, que acaban de anunciar la misma medida. ¿Por qué es un gran beneficio? Porque mueve la economía. Después de la pandemia, muchos países están invitando no solo a turistas, también a personas que trabajan remoto y no le están quitando el trabajo (presencial) a los locales, sino que están viniendo con su trabajo, generando dinero extranjero, pero ese dinero está siendo invertido en la economía local. Es una forma muy buena de mover el turismo local. Desde el punto de vista del trabajador, las empresas te contratan como autónomo, no necesitas tener la nacionalidad del país.

El teletrabajo es un fenómeno relativamente nuevo en los mercados de Latinoamérica y el Caribe. Sabemos que se ha desarrollado de diferente manera y con diferente intensidad en cada país, muy interesante lo que mencionaba sobre el sector público, pero en cuanto a la protección del trabajador remoto, ¿con qué instrumentos cuentan aquellos que desempeñan su labor de manera remota?

Ese es otro de los grandes desafíos que tenemos también como trabajadores remotos; en realidad si se está trabajando con una empresa internacional, no hay una ley de trabajo remoto mundial que te proteja. Ahora, por eso es súper importante la relación que tengas con la empresa, un contrato claro y que negocies tus beneficios también. Si te contratan remoto, muchas veces las empresas no tienen el deber, pero deberían darte beneficios como seguro médico o vacaciones pagas. Hay cosas que son estándar en el mundo del trabajo remoto, entonces, hay que saber negociar. También es importante buscar empresas que te puedan respaldar y en las que puedas confiar.

¿De qué manera puede el teletrabajo incidir en la estructura de costos de la compañía?

Lo primero es lo de la oficina física. Hay un estudio que hizo Estados Unidos durante la pandemia, con empresas que se han ido a lo remoto, y al ser grandes, tienen millones y millones en ahorro por no tener oficinas físicas. Otro aspecto es el transporte, muchas empresas les pagan a sus trabajadores la gasolina, el transporte o les dan una cartera para comida. Se trata de toda esa parte administrativa de tener una oficina o pagar todo lo que está asociado.

Quisiera que nos centráramos en América Latina, ¿cuáles son los sectores a los que se debe orientar, sobre todo los chicos de la generación Z que se están preparando para salir al mercado laboral y que puedan tener además en consideración trabajar de manera remota? ¿Cuáles son las áreas de oportunidad y que nos van a ayudar a levantar la economía pospandemia?

Más que área, en este momento lo más importante es el idioma inglés. Sí hay oportunidades de trabajo en español, pero si eres bilingüe en este momento y buscas un trabajo remoto, existen muchas empresas con la mira en Latinoamérica porque se expanden a la región, venden sus productos y servicios allá, necesitan personas en diferentes áreas ya sea tecnología, soporte, asistente virtual y ser bilingüe sí da un peso muy grande al momento de buscar trabajo remoto. Ahora, el área de tecnología como habíamos dicho: desarrolladores, programadores y el área de soporte es súper importante. Lo más importante es entender que en este mundo digital las cosas cambian tan rápido, un día estamos aprendiendo sobre mercadeo digital de Facebook, luego llega Instagram, Tiktok, ahora hay BeReal... entonces lo más importante es que tengas habilidades que te ayuden a aprender rápido, que seas autodidacta, eso es lo que más valoran las empresas. El e-learning está creciendo muchísimo; hay que mirar las tendencias del mercado.

Su plataforma permite a hombres y mujeres de todas las edades sumarse al trabajo remoto, abriendo cancha a quienes tienden a ser desechados del mercado laboral.

Y me encanta, porque el trabajo remoto mucha gente lo asocia con el nómada digital, pero va mucho más allá que eso. Es inclusivo para las personas en países donde no se puede encontrar trabajo remoto, para las personas que físicamente no pueden ir a un trabajo, madres que no encuentran flexibilidad de horario. El 51% de las mujeres abandona sus carreras profesionales después de ser madres por falta de flexibilidad laboral. Las edades también cuentan... hace unos meses entrevisté a una señora de 69 años, venezolana y residente en Panamá, que en enero encontró su primer trabajo remoto. Las cosas se han redefinido mucho y me da muchísima emoción porque se vienen oportunidades.

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