El Caballo Viejo que enamoró al mundo

PANAMÁ. Y la muerte, como el amor, le llegó sin darse cuenta al ‘Tío de Venezuela’, Simón Díaz.

PANAMÁ. Y la muerte, como el amor, le llegó sin darse cuenta al ‘Tío de Venezuela’, Simón Díaz.

El autor del emblemático ‘Caballo Viejo’, traducido a doce idiomas y con 350 versiones, al que le apasionaban el béisbol y el dominó, falleció a los 85 años en su casa mientras dormía, tras sufrir de alzheimer.

Sus tres hijos lo recuerdan como el ‘Cara e carné’, porque a donde llegaba era siempre reconocido, como si tuviera su nombre impreso en la piel. Con su liqui-liqui y sombrero, Díaz no tenía que hacer ruido para hacerse notar. Sus tonadas por sí solas hablaban por él.

Con sus coplas enamoró no solo a Venezuela sino que puso a cabalgar al mundo a finales de los setenta al ritmo de ‘Caballo Viejo’, interpretada también por los Rúben Blades, Gipsy Kings, Julio Iglesias, Raphael, Armando Manzanero, entre otros, algo que ni él se imaginó cuando salió de su natal Barbacoas que lo vio nacer un 8 de agosto de 1928.

Paradójicamente, sus comienzos en la música con la orquesta Siboney no fueron como vocalista. Allí tocaba el cuatro. Y cuando comenzó a cantar se le olvidó el bolero ‘Don Fabián’, por el que comenzó a improvisar y a emitir sonidos guturales que conmovieron al público.

Era tan emprendedor y arriesgado, que trabajó de mensajero en un banco sin saber montar en bicicleta para costearse los estudios musicales y sacar a su familia adelante.

A mediados de los 50 hizo un programa de radio llamado ‘El Llanero’, en el que cantaba y hacía comedia, y su ascenso se disparó. Su aparición en la pantalla chica se dio en 1960 con ’La Quinta de Simón’ y esta se extendió hasta finales de los noventa con otros programas en los que promovía la música y las tradiciones venezolanas.

‘Contesta Tío Simón’ fue el más popular. Se transmitió por once años y en él hablaba y educaba a los niños sobre el folclore de su país.

Con más de 70 producciones musicales e innumerables presentaciones en las que compartió escenario con artistas como ‘Cantinflas’, Plácido Domingo, Mercedes Sosa y Serrat, a Díaz le sobró corazón y voz para interpretar desde tangos hasta música llanera y gaitas.

Hasta Pedro Almodóvar se dejó seducir por él, pues en su filme ‘La flor de mi secreto’ incluyó en su banda sonora la ‘Tonada de luna llena’, de Simón, quien también recibió el Grammy Latino en 2008 por su Excelencia Musical.

Su fallecimiento tocó el corazón de todos ya que Díaz fue un potro que le dio tiempo al tiempo, al que le sobró edad para hacer lo que quiso y como un sabio caballo viejo demostró que ‘después de esta vida no hay otra oportunidad’...

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