Encuentro con el general

Actualizado
  • 21/10/2009 02:00
Creado
  • 21/10/2009 02:00
El nuevo libro del connotado intelectual peruano Mario Vargas Llosa, titulado Sables y utopías, es una colección de ensayos publicados s...

El nuevo libro del connotado intelectual peruano Mario Vargas Llosa, titulado Sables y utopías, es una colección de ensayos publicados sobre la política, el arte y la literatura latinoamericana. Este libro fue una de las atracciones editoriales de la pasada Feria del Libro en ATLAPA, que tuvo a Perú como país invitado.

Conocí a Mario Vargas Llosa alrededor del año 1981, en la Embajada de Perú, cuando fungía como embajador mi amigo Lucho Solari con su esposa Martita. El literato visitó Panamá con la intención de entrevistar a Omar Torrijos. A la semana siguiente, el mandatario fallecería al estrellarse el avión donde Vargas Llosa se trasladó a la localidad de Coclesito una semana antes.

Esta fue la última entrevista que concedió este dictador al que García Márquez definió como una “mezcla de burro y tigre”. El régimen de Torrijos “canceló la actividad de los partidos políticos y estatalizó los medios de comunicación. Como en el Perú, el régimen del general Torrijos exilió y encarceló a opositores, abolió la libertad de prensa, se alineó en los foros internacionales con las posiciones socialistas y tercermundistas y estableció un sistema personal bastante estricto”.

El Torrijos que Vargas Llosa conoce es un tipo “fuerte, tirando a gordo, campechano, acostumbrado a mandar, imponía el tú, daba palmadas, hacía chistes como dueño de la palabra, la usaba, prestaba y recuperaba a voluntad. “A los pocos segundos de estar con él comprendí que pese a su inmensa vitalidad, no era el tipo de personalidad que aprecio entre los políticos, no en todo caso el género de líder que me gustaría ver ocupando el poder en mi país”, describe el autor.

“Compartía el primitivismo de Velasco Alvarado y de Castro, el olfato par adivinar los puntos flacos de las personas, se sentía absoluto y poderoso. Tumbado en la hamaca, se rascaba la barriga con la mayor naturalidad, fumaba un puro. Las siete u ocho horas fueron un monólogo entrecortado, deshilvanado, pirotécnico, teatral, burlón, en un torrente verbal y palabrotas malsonantes tropicales. Era notoria su dificultad de expresión y la frase no exacta. Dificultad de hablar un español fluido, correcto, gramatical. Su aversión y rechazo natural de todo tipo de intelectualismo. La rusticidad de su palabra, capaz de lanzarse al agua en medio de una ceremonia oficial con uniforme sombrero y pistolas”, agrega el escritor.

Sables y utopías se divide en cinco capítulos. Comienza su primer capítulo titulado “La peste del autoritarismo” con el país de las mil caras, Perú, su tierra natal. La obra finaliza con un ensayo a Frida Kahlo que lleva por título “Resistir pintando”. El distinguido escritor presenta un gran fresco de su pensamiento neoliberal. Recomendamos la lectura de esta obra que reúne medio siglo de artículos, reflexiones, semblanzas y cartas de todo tipo de personajes de la política latinoamericana.

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